Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

sábado, 24 de diciembre de 2011

LA CELEBRACIÓN DEL NATALE DOMINI




LA CELEBRACIÓN DEL NATALE DOMINI
Actualmente la celebración del Natale Domini tiene la siguiente estructura:
·        Misa de la vigilia-antes o después de las primeras vísperas.
·        Misa y oficio del día.
·        Octava.
·        Fiesta de la Sagrada Familia.
·        Ferias después de octavas y
·        Domingo comprendido entre el 2 de y 5 de enero.

La fiesta de la Natividad del Señor es el día navideño de mayor densidad teológica y espiritual, cualidades que aparecen en las cuatro celebraciones eucarísticas y en el oficio divino.

MISA DE LA VIGILIA


El 24  de diciembre, por la tarde, antes o después de las primeras vísperas de Navidad, el misal propone una misa para la vigilia, cuyas primeras oraciones- tomadas del misal de Pio V sitúa con exactitud el sentido que tiene navidad:
Contemplar sin miedo, cuando venga como juez, al que hoy viene como redentor:

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que cada año revives en nosotros la gozosa esperanza de la salvación, concédenos que, así como ahora acogemos a tu Hijo, llenos de júbilo, como a nuestro redentor, así también cuando venga como juez, podamos recibirlo llenos de confianza. Por nuestro Señor Jesucristo...


La oración sobre las ofrendas del sacramentario veronense- considera la fiesta como el comienzo de nuestra redención:

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, iniciar la celebración de las fiestas de la Navidad con un fervor digno del misterio que es el principio de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
La oración pos comunión se refiere como la del misal  de 1570 a que la celebración gozosa del nacimiento del Salvador:

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, sacar nuevas fuerzas de esta celebración anual del nacimiento de tu Hijo, que se ha hecho nuestro alimento y bebida en este sacramento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.


Las lecturas se centran en Jesús como Mesías prometido. Él es el Hijo de David y de Abraham (segunda y tercera lectura) en él se cumple la profecía de que la Virgen dará a luz a un Hijo (evangelio) y la promesa de la salvación y felicidad hecha por Dios a Israel en los días tristes del exilio (primera lectura).


MISA DE MEDIANOCHE
 El tema central de esta celebración se encuentra en el aleluya que precede al Evangelio: “ Les traigo una buena noticia, ha nacido el salvador, el Mesías, el Señor”:

ACLAMACIÓN (cfr. Lc 2, 10-11) R/. Aleluya, aleluya.
Les anuncio una gran alegría: Hoy nos ha nacido el Salvador, que es Cristo, el Señor. R/.


De él se hacen eco las lecturas (Is 9,1-6; Tt 2 11-14; Lc 2,1-14). El corpus prefacial se ha enriquecido, ya que el prefacio tradicional- que glosa el tema de Cristo luz- se han añadido otros dos:El primero inspirado en un sermón de san León Magno, presenta la  restauración universal realizada por la Encarnación, el segundo- tomado del sacramental Veronense- propone el maravilloso “comercio” de la Encarnación, gracias al cual hemos sido salvado.

Oracion colecta
 Dios nuestro, que has iluminado 
esta santísima noche con la claridad 
de Cristo, luz verdadera, concédenos 
que, después de haber conocido en la 
tierra los misterios de esa luz, podamos también gozar de ella en el cielo. 


 ORACION DESPUÉS DE LA COMUNÍON
Señor y Dios nuestro, llenos de alegría hemos celebrado el nacimiento de nuestro redentor; concédenos la 
gracia de una vida santa y llegar así a 
la perfecta comunión con él. Que vive 
y reina por los siglos de los siglos.



MISA DE LA AURORA
El tema central es de la alegría como consecuencia necesaria de la aparición del Salvador. Hay un tema colateral aunque complementario: la iluminación del mundo por la venida del Salvador:

ANTÍFONA DE ENTRADA (cfr. Is 9, 2. 6; Lc 1, 33)
Hoy brillará una luz sobre nosotros, porque nos ha nacido el Señor; se le llamará Admirable, Dios, Príncipe de la paz, Padre del mundo futuro, y su Reino no tendrá fin.

ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios todopoderoso, que has querido iluminamos con la luz nueva de tu Verbo hecho carne, concédenos que nuestras obras concuerden siempre con la fe que ha iluminado nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo...


MISA DEL DÍA

La liturgia de Navidad llega a su cenit con la lectura del prólogo de san Juan:” y el verbo se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloría” ( Jn 1,14). A ella se refiere o hacen eco las demás lecturas y las oraciones de la misa y del oficio, que según sus propias géneros literario son una proclamación de los dogmas de Nicea, Efeso y Calcedonia, a cuya luz había nacido y crecido esta fiesta.
La oración colecta- tomada del sacramentario Veronense- tiene una especial riqueza teológica:
Si Dios se hace hombre es para que el hombre participe de la vida divina.

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que de modo admirable creaste al hombre a tu imagen y semejanza, y de modo más admirable lo elevaste con el nacimiento de tu Hijo, concédenos participar de la vida divina de aquel que ha querido participar de nuestra humanidad. Por nuestro Señor Jesucristo...

La liturgia navideña, por tanto pone de relieve que la Natividad de Jesucristo es no sólo, ni principalmente una memoria de hechos históricos del nacimiento del Salvador, sino la perenne actualización de la salvación que Él inauguró al revestirse de nuestra naturaleza inmortal. Esto explica el insistente hoy que aparece, explícitamente implícitamente en todos los textos de la misa y de la liturgia de las horas; con Cristo Salvador, que se hizo se hace presente en la historia por nosotros los hombres y por nuestra salvación.

LA OCTAVA DE NAVIDAD
La liturgia actual si tiene su octava ( CM 35) aunque un tanto peculiar, pues está ordenada de este modo:
v   El domingo dentro de la octava se celebra la fiesta de la sagrada familia
v   El día 26, la de san Esteban, protomártir.
v   El 27, la de san Juan, apóstol y evangelista.
v   El 28  la de los santos Inocentes.
v   Los días 29,30, y 31 son días infraoctavos.
v   El día 1 de enero en la octava de navidad, se hace la solemnidad de Santa María, la Madre e Dios, en la que se hace con memoria también la imposición del nombre de Jesús (CR 35)

LA FIESTA DE LA SAGRADA FAMILIA

 La fiesta de la Sagrada Familia, fue instituida con carácter universal en el pontificado de Juan XXIII, se celebra el domingo siguiente a la navidad. Los textos forman dos series:
Por una lado, los evangelios de los tres ciclos, junto con las antífonas de entrada y de comunión, y, por otro, las demás lecturas y las oraciones.
La primera serie expone toda la infancia de Jesús: desde el pesebre hasta la primera manifestación del “misterio de Jesús” ante los doctores, que podría calificarse como la “manifestación a los doce años”, por lo que la fiesta aparece como una prolongación de la navidad. La segunda serie presenta la sagrada familia como modelo de las virtudes domesticas de las familias cristianas. No se trata, por tanto, de una fiesta que aproxima superficialmente la infancia de Jesús, a su nacimiento, sino que responde a motivaciones mucho más profunda, entre las que destaca el hecho de la inserción del Verbo Encarnado en la vida de los hombres en el seno de una familia, y la ejemplaridad de esta para la nueva familia nacida del misterio del verbo encarnado: la Iglesia.
De este modo, las familias cristianas- comenzando por la de Nazaret- son un signo de comunión fecunda, una Iglesia domestica (Lg 11)
Los santos que se celebran los días 26 al 28 de diciembre se incluyen en el gran designio de amor de la navidad, al ofrecer tres testigos excepcionales del amor:
El primer martir, el discípulo del amor, y quienes dieron testimonio non loquedo, sed moriendo.

EL día 1 de enero se celebra la solemnidad de santa María Madre de Dios. Aunque María aparece indisolublemente unida a la encarnación y nacimiento del verbo, y su maternidad queda insertada como una filigrana dentro de la liturgia de Navidad, la Iglesia quiere honrar hoy de modo especial, en clave salvífica su maternidad divina, de nuestra salvación. Al honrar la maternidad divina, la liturgia no olvida su maternidad espiritual. Como lo recuerda la oración poscomunión:
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, que estos sacramentos celestiales que hemos recibido con alegría, sean fuente de vida eterna para nosotros, que nos gloriamos de proclamar a la siempre Virgen María como Madre de tu Hijo y Madre de la Iglesia. Por  Jesucristo, nuestro Señor.
Por  otra parte, este misterio no anula otros aspectos de este día: la circuncisión e imposición del nombre de Jesús, el año nuevo, la jornada por la paz, temas que, siendo diversos, no suponen dispersión, pues todo esto conduce a Cristo y a su Madre.
Fuente; La celebración del misterio Cristiano José Abad

EL CALENDARIO ROMANO

IV. El tiempo de Navidad

32. Después de la celebración anual del misterio pascual la iglesia tiene como más venerable el hacer memoria de la Natividad del Señor y de sus primeras manifestaciones: esto es lo que hace en el tiempo de Navidad.

33. El tiempo de Navidad va desde las primeras Vísperas de la Natividad del Señor hasta el domingo después de Epifanía, o después del día 6 de enero, inclusive.

34. La Misa de la Vigilia de Navidad es la que se celebra en la tarde del día 24 de diciembre, ya sea antes o después de las primeras Vísperas.


El día de Navidad se puede celebrar tres Misas, según la antigua tradición romana, es decir, en la noche, a la aurora y en
 el día.

35. La Navidad tiene su octava ordenada de este modo:
a) El domingo dentro de la octava, o en su defecto el día 30 de diciembre, es la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
b) El día 26 de diciembre es la fiesta de san Esteban, protomártir.
c) El día 27 de diciembre es la fiesta de san Juan, apóstol y evangelista.
d) El día 28 de diciembre es la fiesta de los Santos Inocentes.
e) Los días 29, 30 y 31 son días de la octava.
f) El día 1 de enero, octava de Navidad, es la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, en la que se conmemora también la imposición del Santísimo Nombre de Jesús.

36. El domingo que cae entre el 2 y el 5 de enero es el domingo II después de Navidad.
37. La Epifanía del Señor se celebra el día 6 de enero, a no ser que se traslade al domingo entre el 2 y el 8 de enero por no ser día de precepto (cf. n. 7).

38. El domingo después del 6 de enero es la fiesta del Bautismo del Señor.



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