Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

miércoles, 4 de abril de 2012

EUCOLOGÍA,RUBRICA,EVANGELIO,JUEVES SANTO EN LA CENA DEL SEÑOR 05 DE ABRIL 2012



TRIDUO PASCUAL JUEVES SANTO
Misa vespertina de la Cena del Señor
Según una antiquísima tradición de la Iglesia, en este día se prohíben todas las misas sin asistencia del pueblo.
En la tarde, a la hora más oportuna, se celebra la misa de la Cena del Señor, con la participación de toda la comunidad local y con la intervención, según su propio oficio, de todos los sacerdotes y ministros.
Los sacerdotes que hayan celebrado ya en la misa del Santo Crisma o por alguna razón pastoral, pueden concelebrar en la misa vespertina. Donde lo pida el bien de la comunidad, el Ordinario del lugar puede permitir que se celebre otra misa en la tarde en templos u oratorios públicos o semipúblicos; y en caso de verdadera necesidad, aun en la mañana, pero solamente en favor de los fieles que de ninguna manera puedan asistir a la misa de la tarde. Téngase cuidado, sin embargo, de que estas celebraciones no se hagan en provecho de personas particulares y de que no sean en perjuicio de la asistencia a la misa vespertina principal. La sagrada comunión se puede distribuir a los fieles sólo dentro de la misa; pero a los enfermos se les puede llevar a cualquier hora del día.
Los fieles que hayan comulgado en la mañana en la misa del Santo Crisma, pueden comulgar de nuevo en la misa de la tarde.

Ritos iniciales Ritus initiales  y liturgia de la palabra
1. El sagrario debe estar completamente vacío. Conságrense en esta misa suficientes hostias, de modo que alcancen para la comunión del clero y del pueblo, hoy y mañana.

2. ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Gál 6, 14


Que nuestro único orgullo sea la cruz de nuestro Señor Jesucristo, porque en él tenemos la salvación, la vida y la resurrección, y por él hemos sido salvados y redimidos.

Nos autem gloriári opórtet in cruce Dómini nostri Iesu Christi, in quo est salus, vita et resurréctio nostra, per quem salváti et liberáti sumus.

Di null'altro mai ci glorieremo se non della croce di Gesù Cristo, nostro Signore:
egli è la nostra salvezza, vita e risurrezione; per mezzo di lui siamo stati salvati e liberati

3. Se dice Gloria. Mientras se canta este himno, se tocan las campanas. Terminado el canto, las campanas no vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual, a no ser que la Conferencia Episcopalo el Ordinario dispongan otra cosa.


4. ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que nos has reunido para celebrar aquella Cena en la cual tu Hijo único, antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno, sacramento de su amor, concédenos alcanzar por la participación en este sacramento, la plenitud del amor y de la vida.
Por nuestro Señor Jesucristo.

Sacratíssimam, Deus, frequentántibus Cenam, in qua Unigénitus tuus, morti se traditúrus, novum in sǽcula sacrifícium dilectionísque suæ convívium Ecclésiæ commendávit, da nobis, quæsumus, ut ex tanto mystério plenitúdinem caritátis hauriámus et vitæ. Per Dóminum.

O Dio, che ci hai riuniti per celebrare la santa Cena nella quale il tuo unico Figlio, prima di consegnarsi alla morte, affidò alla Chiesa il nuovo ed eterno sacrificio, convito nuziale del suo amore, fa' che dalla partecipazione a così grande mistero attingiamo pienezza di carità e di vita. Per il nostro Signore Gesù Cristo, tuo Figlio, che è Dio ...

Liturgia de la Palabra
Liturgia Verbi
Primera lectura Lectio prima
Del libro del Éxodo: 12, 1-8. 11-14

En aquellos días, el Señor les dijo a Moisés y a Aarón en tierra de Egipto:
“Este mes será para ustedes el primero de todos los meses y el principio del año. Díganle a toda la comunidad de Israel: “El día diez de este mes, tomará cada uno un cordero por familia, uno por casa. Si la familia es demasiado pequeña para comérselo, que se junte con los vecinos y elija un cordero adecuado al número de personas y a la cantidad que cada cual pueda comer. Será un animal sin defecto, macho, de un año, cordero o cabrito.
Lo guardarán hasta el día catorce del mes, cuando toda la comunidad de los hijos e Israel lo inmolará al atardecer. Tomarán la sangre y rociarán las dos jambas y el dintel de la puerta de la casa donde vayan a comer el cordero. Esa noche comerán la carne, asada a fuego; comerán panes sin levadura y hierbas amargas. Comerán así: con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es pascua, es decir, el paso del Señor.
Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto y heriré a todos los primogénitos del país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. Castigaré a todos los dioses de Egipto, yo, el Señor.
La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga exterminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto.
Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua”.
Palabra de Dios Te alabamos, Señor.


SALMO RESPONSORIAL Psalmus 

Del salmo 115 R/. Gracias, Señor, por tu sangre que nos lava.
¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor. 
R/. 

A los ojos del Señor es muy penoso que mueran sus amigos. De la muerte, Señor, me has librado, a mí, tu esclavo e hijo de tu esclava. 

R/. 

Te ofreceré con gratitud un sacrificio e invocaré tu nombre. Cumpliré mis promesas al Señor ante todo su pueblo. 

R/.

SEGUNDA LECTURA LECTIO SECUNDA



De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 11, 23-26

Hermanos: Yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de agracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”.
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él”. Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva. Palabra de Dios Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN
Versículo antes del Evangelio
(Jn 13,34) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús
Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. 

R/.



EVANGELIO Evangelium
Lectura (Proclamación) del santo Evangelio según San Juan 13, 1-15


Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.
En el transcurso de la cena, cuando ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, la idea de entregarlo, Jesús, consciente de que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas y sabiendo que había salido de Dios y a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quito el manto y tomando una toalla se la ciñó; luego echó agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido.
Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: “Señor, ¿me vas a lavar tu a mí los pies?”. Jesús le replicó: “Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde”. Pedro le dijo: “Tú no me lavarás los pies jamás”. Jesús le contestó: “Si no te lavo, no tendrás parte conmigo”. Entonces le dijo Simón Pedro: “En ese caso, Señor no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza”. Jesús le dijo: “El que se ha bañado no necesita lavarse más que los pies, porque todo él está limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos”. Como sabía quién lo iba a entregar, por eso dijo: “No todos están limpios”.
Cuando acabó de lavarse los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: “¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo, que soy Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies los unos a los otros. Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”. 

Palabra del Señor. 
Gloria a ti, Señor Jesús.



5. En la homilía se exponen los grandes hechos que se recuerdan en esta misa, es decir la institución de la Sagrada Eucaristía y del Orden Sacerdotal y el mandato del Señor sobre la caridad fraterna. Después de la homilía, donde lo aconseje el bien pastoral, se lleva a cabo el lavatorio de los pies.

 Lavatorio de los pies
6. Los varones designados para el rito van, acompañados por los ministros, a ocupar los asientos preparados para ellos en un lugar visible.
El celebrante, quitada la casulla si es necesario, se acerca a cada una de las personas designadas y, con la ayuda de los ministros, les lava los pies y se los seca.

7. Mientras tanto, se canta alguna de las siguientes ANTÍFONAS o algún canto apropiado.


 ANTÍFONA PRIMERA Cfr Jn 13, 4.5.15
El Señor se levantó de la mesa, echó agua en un recipiente y se puso a lavar los pies de sus discípulos para darles ejemplo.

Il Signore si alzò da tavola  versò dell'acqua in un catino, e cominciò a lavare i piedi ai discepoli: ad essi volle lasciare questo esempio. 

Postquam surréxit Dóminus a cena, misit aquam in pelvim, et copit laváre pedes discipulórum: hoc exémplum relíquit eis.. 

ANTÍFONA SEGUNDA Jn 13, 6.7.8

Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies?
Jesús le respondió:
Si no te lavo los pies, no tendrás nada que ver conmigo.
V. Fue Jesús hacia Simón Pedro y éste le dijo:
- Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies?...
V. Lo que yo estoy haciendo, tú no lo entiendes ahora; lo entenderás más tarde.
- Señor, ¿pretendes tú lavarme a mí los pies?...

«Signore, tu lavi i piedi a me?».
Gesù gli rispose dicendo:
«e non ti laverò, non avrai parte con me».

Venne dunque a Simon Pietro, e disse a lui Pietro:   «Signore, tu...

«Quello che io faccio, ora non lo comprendi, ma lo comprenderai un giorno».   «Signore, tu...

Si ego, Dóminus et Magíster vester, lavi vobis pedes: quanto magis debétis alter alteríus laváre pedes?. 

ANTIFONA TERCERA Cfr Jn 13, 14

Si yo, que soy el maestro y el Señor, os he lavado los pies, ¡con cuánta mayor razón vosotros debéis lavaros los pies unos a otros!

Se vi ho lavato i piedi, io, Signore e Maestro,  quanto più voi avete il dovere
di lavarvi i piedi l'un l'altro». 

Si ego, Dóminus et Magíster vester, lavi vobis pedes: quanto magis debétis
alter alteríus laváre pedes?. 

ANTIFONA CUARTA Jn 13, 35
En esto reconocerán todos que sois mis discípulos: en que os améis los unos a los otros.
V. Jesús dice a sus discípulos
- En esto reconocerán todos...
«Da questo tutti sapranno
che siete miei discepoli,
se vi amerete gli uni gli altri.

Gesù disse ai suoi discepoli:
«Da questo tutti sapranno.... 

In hoc cognóscent omnes,
quia discípuli mei estis,
si dilectiónem habuéritis ad ínvicem.

V. Dixit Iesus discípulis suis. - In hoc.

ANTIFONA QUINTA Jn 13, 34
Este nuevo mandamiento os doy: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado, dice el Señor.

«Vi do un comandamento nuovo: 
che vi amiate gli uni gli altri  come io ho amato voi» dice il Signore. 

Mandátum novum do vobis, ut diligátis ínvicem, sicut diléxi vos, dicit Dóminus.

ANTIFONA SEXTA 1 Cor 13, 13

Que permanezcan en vosotros la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.
V. Ahora tenemos la fe, la esperanza y el amor; pero la mayor de estas tres virtudes es el amor.
- Que permanezcan...
Fede, speranza e carità,
tutte e tre rimangano tra voi:
ma più grande di tutte è la carità.

Fede, speranza e carità,
tutte e tre le abbiamo qui al presente:
ma più grande di tutte è la carità.   
Fede, speranza ...... 

Máneant in vobis fides,
spes, cáritas, tria hæc: maior autem horum est cáritas.

V. Nunc autem manent fides,
spes, cáritas, tria hæc: maior horum est cáritas. - Máneant.

8. Inmediatamente después del lavatorio de los pies o, si éste no tuvo lugar, después de la homilía, se hace la Oración universal.

No se dice Credo.
Liturgia eucarística
9. Al comienzo de la Liturgia Eucarística, puede organizarse una procesión de los fieles, en la que se lleven dones para los pobres. Mientras tanto, se canta el Ubi cáritas est vera (A Dios siempre lo encontramos donde hay amor) u otro cántico apropiado.

10. ORACION SOBRE LAS OFRENDAS





Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial de la muerte de tu Hijo, se realiza la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Concéde nobis, quæsumus, Dómine, hæc digne frequentáre mystéria, quia, quóties huius hóstiæ commemorátio celebrátur, opus nostræ redemptiónis exercétur. Per Christum.

Concedi a noi tuoi fedeli, Signore, di partecipare degnamente ai santi misteri, perché ogni volta che celebriamo questo memoriale del sacrificio del Signore, si compia l'opera della nostra redenzione. Per Cristo nostro Signore

11. PREFACIO: De la santísima Eucaristía
V.El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
El cual, verdadero y eterno sacerdote, al instituir el sacrificio perdurable, se ofreció a ti como víctima salvadora, y nos mandó que lo ofreciéramos como memorial suyo.
En efecto, cuando comemos su carne, inmolada por nosotros, quedamos fortalecidos; y cuando bebemos su Sangre, derramada por nosotros, quedamos limpios de nuestros pecados.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Vere dignum et iustum est,
æquum et salutáre, nos tibi semper
et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater,
omnípotens ætérne Deus:
per Christum Dóminum nostrum.

Qui, verus æternúsque Sacérdos,
formam sacrifícii perénnis instítuens,
hóstiam tibi se primus óbtulit salutárem,
et nos, in sui memóriam, præcépit offérre.

Cuius carnem pro nobis immolátam dum súmimus,
roborámur, et fusum pro nobis sánguinem dum potámus,
ablúimur.

Et ídeo cum Angelis et Archángelis,
cum Thronis et Dominatiónibus,
cumque omni milítia cæléstis exércitus,
hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth.

Si se usan las plegarias eucarísticas II o III, nótese la referencia que se hace de esta misa, PP.380 o 388.






Si se usa el Canon romano:
El sacerdote, con las manos extendidas, dice:
Padre misericordioso, te pedimos humildemente por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor,
Junta las manos y dice:
que aceptes y bendigas
Traza una sola vez el signo de la cruz sobre el pan y el vino conjuntamente, diciendo:
estos dones, este sacrificio santo y puro que te ofrecemos,
con las manos extendidas prosigue:
ante todo, por tu Iglesia santa y católica, para que le concedas la paz, la protejas, la congregues en la unidad y la gobiernes en el mundo entero, con tu servidor el Papa N., con nuestro Obispo N. El Obispo, cuando celebra en su diócesis, dice:
conmigo, indigno siervo tuyo,
Cuando celebra un Obispo que no es el ordinario
diocesano, dice:
con mi hermano N., Obispo de esta Iglesia de N., conmigo, indigno siervo tuyo, y todos los demás Obispos que, fieles a la verdad, promueven la fe católica y apostólica.
Acuérdate, Señor, de tus hijos N. y N.
Puede decir los nombres de aquellos por quienes tiene intención de orar, o bien junta las manos y
ora por ellos unos momentos. Después, con las manos extendidas, prosigue:
y de todos los aquí reunidos,
cuya fe y entrega bien conoces;
por ellos y todos los suyos,
por el perdón de sus pecados
y la salvación que esperan,
te ofrecemos, y ellos mismos te ofrecen,
este sacrificio de alabanza,
a ti, eterno Dios, vivo y verdadero.
Reunidos en comunión con toda la Iglesia
para celebrar el día santo
en que nuestro Señor Jesucristo
fue entregado por nosotros,
veneramos la memoria, ante todo,
de la gloriosa siempre Virgen María,
Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor;
la de su esposo, san José;
la de los santos apóstoles y mártires
Pedro y Pablo, Andrés,
[Santiago y Juan,
Tomás, Santiago, Felipe,
Bartolomé, Mateo, Simón y Tadeo:
Lino, Cleto, Clemente,
Sixto, Cornelio, Cipriano,
Lorenzo, Crisógono,
Juan y Pablo,
Cosme y Damián,]
y la de todos los santos;
por sus méritos y oraciones
concédenos en todo tu protección.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén].
Con las manos extendidas, prosigue:
Acepta, Señor, en tu bondad,
esta ofrenda de tus siervos
y de toda tu familia santa,
que te presentamos en el día mismo
en que nuestro Señor Jesucristo
encomendó a sus discípulos
la celebración del sacramento
de su Cuerpo y de su Sangre;
ordena en tu paz nuestros días,
líbranos de la condenación eterna
y cuéntanos entre tus elegidos.
Junta las manos.
[Por Cristo, nuestro Señor. Amén].
Extendiendo las manos sobre las ofrendas, dice:
Bendice y santifica, oh Padre, esta ofrenda,
haciéndola perfecta, espiritual y digna de ti,
de manera que sea para nosotros
Cuerpo y Sangre de tu Hijo amado,
Jesucristo, nuestro Señor.
Junta las manos.
En las fórmulas que siguen, las palabras del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo
requiere la naturaleza de éstas.
El cual, hoy,
la víspera de padecer por nuestra salvación
y la de todos los hombres,
Toma el pan y sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:
tomó el pan en sus santas y venerables manos,
eleva los ojos
y, elevando los ojos al cielo,
hacia ti, Dios Padre suyo todopoderoso,
dando gracias, te bendijo,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
se inclina un poco
Tomad y comed todos de él,
porque esto es mi Cuerpo,
que será entregado por vosotros.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo
genuflexión.
Lo restante como en el Canon romano, p 375.

12. ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN 1 Cor 11, 24.25
Este es mi Cuerpo, que se da por vosotros.
Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre;
cuantas veces lo bebiereis, hacedlo en memoria mía,
dice el Señor.
Questo è il mio corpo, che è per voi;
questo calice è la nuova alleanza nel mio sangue» , dice il Signore.
«Fate questo ogni volta che ne prendete
in memoria di me».
  
Hoc Corpus, quod pro vobis tradétur:
hic calix novi testaménti est in meo Sánguine,
dicit Dóminus; hoc fácite, quotiescúmque súmitis,
in meam commemoratiónem.

13. Después de distribuir la comunión, se deja sobre el altar un copón con hostias para la
comunión del día siguiente, y se termina la misa con esta oración.

14. ORACION DESPUES DE LA COMUNION


Señor, tú que nos permites disfrutar en esta vida
de la Cena instituida por tu Hijo,
concédenos participar también
del banquete celestial en tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Traslación del Santísimo Sacramento
Concéde nobis, omnípotens Deus, ut, sicut Cena Fílii tui refícimur temporáli, ita satiári mereámur ætérna. Per Christum.

Padre onnipotente, che nella vita terrena ci hai nutriti alla Cena del tuo Figlio, accoglici come tuoi commensali al banchetto glorioso del cielo. Per Cristo nostro Signore.
  

15. Dicha la oración después de la Comunión, el sacerdote, de pie ante el altar, pone incienso en el incensario y, arrodillado, inciensa tres veces al Santísimo Sacramento. Enseguida recibe el
paño de hombros, toma en sus manos el copón y lo cubre con las extremidades del paño.



16. Se forma entonces la procesión para llevar al Santísimo Sacramento a través del templo,hasta el sitio donde se le va a guardar. Va adelante un acólito con la cruz alta; otros acólitos
acompañan al Santísimo Sacramento con ciriales e incienso. El lugar de depósito debe estar preparado en alguna capilla convenientemente adornada. Durante la procesión, se canta el himno Pange lingua (excepto las dos últimas estrofas) o algún otro canto eucarístico.

17. Al llegar la procesión al lugar donde va a depositarse el Santísimo Sacramento, el sacerdote deposita el copón y, poniendo de nuevo incienso en el incensario, lo inciensa
arrodillado, mientras se canta la parte final del himno Tantum ergo. Enseguida se cierra el tabernáculo o la urna del depósito.

18. Después de unos momentos de adoración en silencio, el sacerdote y los ministros hacen genuflexión y vuelven a la sacristía.


19. Enseguida se desnuda el altar y, si es posible, se quitan del templo las cruces. Si algunas no se pueden quitar, es conveniente que queden cubiertas con un velo.






20. Quienes asistieron a la misa vespertina no están obligados a rezar Vísperas.

21. Exhórtese a los fieles, según las circunstancias y costumbres del lugar, a dedicar alguna parte de su tiempo, en la noche, a la adoración delante del Santísimo Sacramento. Esta adoración,
después de la media noche, hágase sin solemnidad.

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