lunes, 29 de abril de 2019

Padre Raúl Feres-Jaime Ochagavía- Vidas sacerdotales

MEMORIA VISUAL
2010

SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA



En la  conferencia 2014

En la jornada de expertos, que tuvo lugar en mayo de 2010, se trabajó en la configuración de elementos de este Trienio como un tiempo de “preparación” interior y exterior.
Durante el Trienio podemos desarrollar juntos la Cultura de Alianza, particularmente a través de nuestros proyectos apostólico.

La Cultura de Alianza es nuestra forma original de expresar nuestro estilo de vida y de trabajo: nuestra vinculación a Dios, a las personas, a la naturaleza y la cultura, a la Iglesia y al mundo, siempre basado en la Alianza de Amor.

Acentuaciones en los años de preparación
Como Familia Internacional de Schoenstatt viviremos juntos el Trienio como:
Año de la corriente del Padre (18.10.201-18.10.2011)
Año de la corriente del Santuario (18.10.2011-18.10.2012)
Año de la corriente Misionera (18.10.2012-18.10.2013)

El año 2014 (18.10.2013 – 18.10.2014) es nuestro año de gracia y año jubilar. Será el año de nuestra Alianza de Amor.
Ahora la Santísima Virgen puede cantar el Magníficat con su Familia del Padre para comenzar un nuevo siglo.








TESTIMONIO DEL PADRE KENTENICH

Quién Es Este Hombre Que Toca Tan Fuertemente Mi Vida

PADRE JAIME OCHAGAVIA
Chileno. Completó sus estudios de Teología en la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Munster (Alemania). Padre de Schoenstatt

EL Padre es una persona que ha marcado profundamente mi vida. En primer lugar, antes de conocerlo directamente en persona, sentí a partir de 1964 un entendimiento profundo y total por su obra, su visión y su respuesta. En esa época me pregunté: ¿Quién es este hombre que toca tan fuertemente mi vida, que me estremece interiormente, que me renueva y hace vibrar por los ideales más altos? Movido por este profundo entusiasmo estudié con mucho interés alemán, escuché testimonios sobre su vida y actuar, que me significaron mucho. En 1966 llegué a Alemania y tuve la alegría de saludarlo y escucharlo. La impresión más fuerte fue la de estar delante de un hombre que vive enteramente en Dios, en el mundo sobrenatural. Yo nunca había escuchado hablar de Dios como él lo hizo. El Dios vivo era para él una realidad tan cercana y real que uno sentía el impacto de la presencia real de Dios en un hombre y a través de su persona.

En este sentido, en una conferencia que dio a la Familia en Schoenstatt, se refirió a ese Dios vivo y presente. Sus palabras me impresionaron y me quedaron dando vueltas durante meses. Hablaba del Dios presente y en forma muy especial decía: "arriba Tú, abajo Tú, adelante Tú, detrás Tú, Tú, Tú, Tú, Tú”.

Días después caminaba por los pasillos de la Facultad de Teología en Munster y sus palabras volvían a mi corazón con insistencia. Sentí que era lo más importante y lo que más me había querido decir Dios a través de su persona. En esa misma conferencia hablando del Dios vivo y presente citó un texto de San Vicente Pallotti. Pallotti se distinguió como el santo del amor infinito, del infinitismo en todas direcciones. Dios fue todo para él. El Padre trajo a colación un texto del santo en el que destacaba, por encima de todo, la grandeza e importancia de Dios para su vida, al afirmar: "No el alimento, sino Dios; no la bebida, sino Dios; no el vestido, sino Dios...”

Marcaba así, a través de varias comparaciones, la supremacía absoluta de Dios. Estas palabras me impresionaron y durante meses las tuve presente y junto a las anteriores constituyen y expresan de un modo adecuado el mensaje fundamental que recibí del Padre Fundador. El Padre como una persona que encarna de una manera especialísima a Dios y el mundo sobrenatural, que lo hace cercano, inmediato, próximo y que me invita a vivir en intimidad con el Dios vivo y presente.

Un segundo punto que quisiera señalar en su persona es su conciencia de misión. El Padre se me presentó como un enviado de Dios, que a su vez envía. La primera vez que nos acercamos un grupo de estudiantes de distintos países a saludarlo —en marzo de 1966— ya desde lejos nos recibió con estas palabras: "Id e incendiad el mundo”. Esas fueron sus palabras. Un hombre de Dios, un hombre enviado por Dios, un hombre con una misión especialísima para el tiempo. Un hombre que invita a participar en esa misión inmensa que abarca todo el mundo. Yo sentía el peso de sus palabras e instintivamente reaccioné mirando hacia el lado como si hubieran sido dichas para mis vecinos. Me costó sentirme llamado a una misión universal. En la medida en que me fui adentrando en su respuesta y misión comprendí que estaba ante un profeta enviado por Dios para siglos, consciente de la magnitud de su tarea y responsabilidad.


He hablado del Padre Fundador como un hombre de Dios, como un hombre portador de una misión universal. En tercer lugar, quisiera referirme al Padre como una persona cercana a la vida y a las necesidades de cada una de las personas que Dios le había confiado. En una oportunidad le escribí una carta planteándole una necesidad y varias preguntas. Se trataba de algo que me tocaba y que también afectaba a otras personas. Su reacción fue inmediata, valorizando al máximo el sentido de mi pregunta y necesidad, de manera realmente admirable. Pareció que en ese momento mi pregunta era lo único que tenía que resolver (yo estaba bien seguro de la inmensidad de asuntos que permanentemente lo ocupaban). Esto me hizo reconocerlo como un Padre preocupado por cada cosa y que deja todo de lado ante la necesidad de una persona. Podría decir otras cosas sobre el Padre y el mensaje que me transmitió con su persona. Pero me limito a estos tres puntos: un hombre de Dios con una misión universal, que invita a participar en ella y un Padre cercano a las necesidades de cada uno de los que le han sido confiados.


TIEMPO PASCUAL


Tercer Domingo de Pascua Día de Alianza de amor 
18 -04-2010





Hermana María Paz  y El Padre Andrés Larraín








    24-04-2010


 
    25-04-2010









   1 DE MAYO DÍA DEL TRABAJADOR .SAN JOSE OBRERO



    Padre Jaime Ochagavía                                                                     1-05-2010










    Sepultura del Siervo de Dios Mario Hiriart

La encarnación, misterio de Jesús viviendo y reinando en María, es  el momento en que se unen la tierra con el cielo; el instante en que el cáliz todo receptividad, se abre hacia el cielo para recibir el rocío de la gracia divina, para dejarse colmar de Cristo. Es el misterio del amor del Padre celestial, que no sólo perdona el pecado del hombre, sino que lo invita a unirse con Él, eleva la naturaleza caída a una íntima armonía con el mundo sobrenatural.

(Siervo de Dios, hijo de Bellavista Mario Hiriart. Diario IV, 378-79 29-9-1958)
   
    02-05-2010






PEREGRINOS DE BELLAVISTA EN LA CONSAGRACIÓN DEL SANTUARIO VALLE DE MARÍA
22-05-2010









   CONFIRMACIÓN DE JÓVENES COLEGIO  PABLO APÓSTOL
   28-05-2011








 Solemnidad de la Ascensión  del Señor.       Día de Alianza de Amor   
 18-05-2010





Día de Alianza de Amor      18-05-2010


Tres veces Admirable,
benigna y poderosa,
espiritualmente me postro ante tu imagen
en unión con todos los consagrados a ti,
que están dispuesto
a morir por tu reino

Queremos reflejarnos en tu imagen
y volver a sellar nuestra Alianza de Amor.

A nosotros, tus instrumentos,
en todo asemejarnos a ti,
Y en todas partes por nosotros
construye tu Reino de Schoenstatt.
(Hacia el Padre. P José Kentenich nro 179-180)











61 años del Santuario Cenáculo de Bellavista 20 de mayo 1949-2010


Rara vez habrá estado unida a tantas dificultades como ahora, la bendición de un Santuario de la Madre Tres Veces Admirable. Si es verdad el antiguo refrán: "La medida de las dificultades será la medida de las gracias", entonces podremos contar con un extraordinario caudal de gracias. Si nosotros, chilenos, nos hemos sobrepuesto a las inclemencias de este temporal, ya no hay nada que nos pueda amedrentar


(De la plática del 20 de mayo 1949 en la bendición de Bellavista por el Padre José Kentenich)
















Domingo de Pentecostes. Solemnidad 
23-05-2010







Padre Christian Christensen proclama el evangelio




    Padres Christian Christensen y José Manuel López


















Solemnidad Santísima Trinidad 30 de mayo 










III HITOS DE SCHOESNTATT 31 DE MAYO 2010




















Símbolo del Padre.

Su historia se inició en América del Sur, cuando en 1947, nuestro Padre y Fundador visitó las Provincias de las Hermanas. Cada Provincia escogió su ideal e hizo su bandera. La Provincia de Uruguay/Argentina, que deseaba ser Familia de Nazaret, Provincia del Padre, decidió bordar el ojo de Dios Padre en su bandera. En la noche de Navidad de 1948, junto al Padre colocaron un símbolo del ojo de Dios Padre en el Santuario. Nuestro Fundador se alegró mucho y dio gran importancia a este acontecimiento, porque era expresión del nacimiento de una corriente del Padre en la Familia. Esto es, Dios como Padre, pero también una corriente en torno al Fundador como Padre de esta Familia.

En 1950, la Provincia de las Hermanas llamada Providentia en Metternich, Alemania, de la cual era Provincial la Hermana Emilie, también colocó en la noche de Navidad, el Símbolo de Dios Padre por manos del Padre Kentenich. Como Provincia Providencia escogieron el ojo de Dios para expresar que debían vivir bajo la mirada amorosa de Dios Padre providente. Iniciaba la Familia en esa época, una corriente del Padre y, con ella, el deseo de expresarla en una imagen, un símbolo visible.

Mientras el arte y la literatura cristiana hablan del ojo de Dios, nosotros acentuamos que éste es un ojo del Padre. Esta terminología expresa algo decisivo: está la misión de nuestro Padre y Fundador, y todos nosotros participamos de esa misión de anunciar la imagen de Dios como la imagen del Padre Es el ojo amoroso del Padre que contempla a su hijo querido. Y nos enseñó que debíamos vivir en esta pequeña verdad: “El Padre me ve, el Padre me ama, el Padre me necesita” .PJK EN BRASIL

Esta pequeña frase “el Padre me ve, me ama, me necesita” es aplicable al buen Dios, pero también a la Madre de Dios y a nuestro Padre Fundador. Se trata de un lenguaje simbólico, característico del pensar orgánico, que une armoniosamente lo natural y lo sobrenatural, la idea de la vida, la causa primera (Dios) y la causa segunda (el hombre y toda la creación).

Como hijos de Schoenstatt: tenemos un Padre, una Madre y una misión. Y para esa misión, el Fundador nos necesita. Cada uno debería decir “yo soy Schoenstatt”. Nada en Schoenstatt debe suceder sin mi colaboración. Sí, la Madre de Dios y nuestro Padre Fundador nos necesitan a cada uno, éste el gran sentido del Capital de Gracias. Todo lo que hacemos lo colocamos en las manos de la Madre de Dios para que Ella atraiga los corazones, los transforme y los lleve a Jesús.

Cierta vez, hablando de la Madre de Dios, el Padre Kentenich explicaba: “Ella nos ve como en un espejo. Ella no es omnipresente como Dios, pero en Dios Ella nos ve, nos acompaña y lo sabe todo de nosotros”. El mismo pensamiento puede ser aplicado a nuestro Fundador. En Dios, él nos ve, nos acompaña, sabe y quiere saber todo sobre de nosotros.

La Iglesia enseña que las personas que mueren, continúan su misión desde la eternidad. Nuestro Padre y Fundador, que recibió de Dios el carisma y la misión de su paternidad, continúa acompañando a sus hijos desde el cielo.
Cuando recibimos el símbolo de Dios Padre, creemos que, en él, nuestro Padre Fundador nos visita, viene a buscar nuestro capital de gracias y nuestro trabajo por Schoenstatt para el gran jubileo de la Alianza.

Nosotros no separamos al buen Dios de los hombres ni a los hombres del buen Dios. Nosotros los vemos como una unidad. Para que sea más fácil para nosotros creer en el amor de Dios Padre, Dios nos envió un transparente suyo: nuestro Padre y Fundador. En Dios, él nos ve. Podemos verlo también representado en el símbolo del Padre, encontrarlo en él y presentarle nuestro corazón. Podemos decir que por los ojos de nuestro Padre y Fundador, los ojos paternales de Dios nos contemplan.

Durante su vida, el Padre quería entregar a muchas personas el amor paternal de Dios infinitamente grande. Ahora, desde el cielo, independiente del espacio y el tiempo, él puede hacer esta tarea.
En todos los Santuarios, el ojo del Padre nos recuerda que nuestro Padre nos espera ahí, él quiere acogernos profundamente en su corazón y, junto con la Madre de Dios, transformarnos en hijos del Padre, libres y felices.

Extracto Texto Hermanas de María


Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo  
06-06-2010


Ahora bien, ¿qué significa “anunciar la muerte del Señor”  Dos cosas. Por una parte, nos advierte que en la misa rememoramos la pasión y muerte de Jesús. Anunciar su muerte incluye también unirse al Crucificado; precisamente porque el Señor quiere unirse a nosotros. En la misa y por la misa se nos motiva a subir con Jesús al madero de la cruz. Él quiere revivir en nosotros todos los sufrimientos de su pasión y muerte. Cada vez que participamos de la misa esforcémonos por subir con él a la cruz (Padre José Kentenich, conferencia para la familia de Schoenstatt, 1966)











































































Coro la Misión






TIEMPO ORDINARIO DE LA IGLESIA

    
     13-06-2010














 
    20-06-2010








     27-06-2010







    Autorretrato

 
    04-07-2010

































   
    11-07-2010
































Fotos :Antonio Barbagelata Figari
Cámara: Pentacon