Bendecido por el padre José Kentenich el 20 de mayo de 1949
Ella ha elegido tierra chilena para iniciar desde aquí una marcha victoriosa, de modo semejante a como lo hiciera desde el Schoenstatt originario. Ciertamente exige para ello que se cumplan las mismas condiciones... De este modo quiere llegar a ser la gran educadora del pueblo chileno.
La meta que ella persigue la ven ustedes arriba en el
cerro: la característica de Santiago, la estatua de la Inmaculada. Y aquí abajo
en el valle está el taller de formación, donde la gran educadora del pueblo y
de los pueblos, quiere formar fieles imágenes de la Inmaculada..., donde lo
divino irrumpe en lo humano, lo sobrenatural en el más acá, donde la Plena de
Gracias, ejerce el poder sobre el corazón de su Hijo, y quiere obrar milagros
de transformación espiritual, de cobijamiento y fecundidad para el pueblo y la
patria...
Padre José Kentenich, extracto plática 20 de
mayo 1949)