MISSALE ROMANUM
DOMINGO 30 DE NOVIEMBRE
DOMINICA PRIMA ADVENTUS
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
COLOR LITÚRGICO MORADO
AÑO B
LITURGIA DE
LA PALABRA
LITURGIA VERBI
LITURGIA DELLA PAROLA
El lector va al ambón y lee la primera lectura, que
todos escuchan sentados.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
El salmista o el cantor entona la antífona del
salmo, y el pueblo la repite y la intercala entre las estrofas.
Si hay segunda lectura, se lee en el ambón, como la
primera.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
Sigue el canto del Aleluya o, en tiempo de
Cuaresma, el canto antes del evangelio.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo
pone en el incensario.
Después el diácono (o el concelebrante que ha de
proclamar el evangelio, en la misa presidida por el Obispo), inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote en voz baja dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
El diácono o el concelebrante se signa y responde: Amén.
Si el mismo sacerdote debe proclamar el evangelio,
inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que anuncie dignamente tu Evangelio.
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El diácono (o el sacerdote):
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada pueden usarse otras
respuestas de alabanza a Jesucristo, por ejemplo:
Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu ley nuestra libertad.
O bien:
Tu palabra, Señor, es lámpara que alumbra nuestros pasos.
O bien:
Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.
Después el diácono lleva el libro a quien preside,
y éste lo besa, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
O bien el mismo diácono besa el libro, diciendo en
secreto las mismas palabras.
Luego tiene lugar la homilía; ésta es obligatoria
todos los domingos y fiestas de precepto y se recomienda en los restantes días.
Acabada la homilía, si la Liturgia del día lo
prescribe, se hace la profesión de fe:
PRIMERA
LECTURA
LECTIO
PRIMA
PRIMA
LECTURA
Tú,
Señor, eres nuestro padre y nuestro redentor; ése es tu nombre desde siempre.
¿Por qué, Señor, nos has permitido alejarnos de tus mandamientos y dejas
endurecer nuestro corazón hasta el punto de no temerte? Vuélvete, por amor a
tus siervos, a las tribus que son tu heredad. Ojalá rasgaras los cielos y
bajaras, estremeciendo las montañas con tu presencia.
Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos.
Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas.
Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos
Descendiste y los montes se estremecieron con tu presencia. Jamás se oyó decir, ni nadie vio jamás que otro Dios, fuera de ti, hiciera tales cosas en favor de los que esperan en él. Tú sales al encuentro del que practica alegremente la justicia y no pierde de vista tus mandamientos.
Estabas airado porque nosotros pecábamos y te éramos siempre rebeldes. Todos éramos impuros y nuestra justicia era como trapo asqueroso; todos estábamos marchitos, como las hojas, y nuestras culpas nos arrebataban, como el viento. Nadie invocaba tu nombre, nadie se levantaba para refugiarse en ti, porque nos ocultabas tu rostro y nos dejabas a merced de nuestras culpas.
Sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú el alfarero; todos somos hechura de tus manos
Verbum
Dòmini. Deo gratias.
Palabra
de Dios. Te alabamos, Señor
Parola di Dio. Rendiamo grazie a Dio.
SALMO RESPONSORIAL.
PSALMUS RESPONSORIUS
SALMO RESPONSORIALE
Del salmo 79 R/.
Señor, muéstranos tu favor y sálvanos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos.
Escúchanos, pastor de Israel; tú, que estás rodeado de querubines, manifiéstate, despierta tu poder y ven a salvarnos.
R/.
Señor, Dios de los ejércitos, vuelve tus ojos, mira tú viña y visítala; protege la cepa plantada por tu mano, el renuevo que tú mismo cultivaste.
R/.
Que tu diestra defienda al que elegiste, al hombre que has fortalecido. Ya no nos alejaremos de ti; consérvanos la vida y alabaremos tu poder.
R/.
SEGUNDA LECTURA
LECTIO SECUNDA
SECONDA LETTURA
Hermanos: Les deseo la gracia y la paz de
parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor.
Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don, ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. El los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel.
Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don, ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. El los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Verbum Dòmini. Deo gratias
Parola
di Dio Rendiamo grazie a Dio.
ACLAMACIÓN
(Sal 84, 8) R/. Aleluya, aleluya.Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. R/.
EVANGELIO
Evangelium
VANGELO
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón, acompañado
eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios; ya en el
ambón dice:
El Señor esté con vosotros.
Il Signore sia con voi
El pueblo responde:
R: / Y con tu espíritu.
E con il tuo spirito.
Dóminus vobíscum
Et cum spíritu tuo
El
diácono (o el sacerdote):
Lectura del santo Evangelio según san N.
Léctio sancti Evangélii
secúndum
Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R: / Gloria a ti, Señor. Glória tibi, Dómine.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
R: / Gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL VANGELO SECONDO
En aquel tiempo, Jesús dijo
a sus discípulos: "Velen y estén preparados, porque no saben cuándo
llegará el momento. Así como un hombre que se va de viaje, deja su casa y
encomienda a cada quien lo que debe hacer y encarga al portero que esté
velando, así también velen ustedes, pues no saben a qué hora va a regresar el
dueño de la casa: si al anochecer, a la medianoche, al canto del gallo o a la
madrugada. No vaya a suceder que llegue de repente y los halle durmiendo. Lo
que les digo a ustedes, lo digo para todos: permanezcan alerta".
Palabra del Señor.
Te alabamos Señor
Verbum Domini.
Laus tibi, Christe
Parola del Signore.
Lode a te, o Cristo.
PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE
DI FEDE
PROFESION
DE FE
Acabada la homilía, si la
liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor,
En las palabras que siguen,
hasta María Virgen, todos se inclinan.
que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació
de santa María Virgen,
padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado,
descendió
a los infiernos,
al
tercer día resucitó de entre los muertos,
subió
a los cielos
y
está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo
en el Espíritu Santo,
la
santa Iglesia católica,
la
comunión de los santos,
el
perdón de los pecados,
la
resurrección de la carne
y
la vida eterna.
Amén.
Credo in unum Deum, Patrem
omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et in unum
Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante omnia
saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum, non
factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos
homines et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de
Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum
Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus
est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in
Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui
cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per
prophetas. Et unam, sanctam,
catholicam et apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem
peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum et vitam
venturi saeculi.
Credo
in un solo Dio,
Padre
onnipotente, creatore del cielo e della terra,
di
tutte le cose visibili e invisibili.
Credo
in un solo Signore, Gesù Cristo,
unigenito
Figlio di Dio, nato dal Padre prima di tutti i secoli.
Dio
da Dio, Luce da Luce, Dio vero da Dio vero;
generato,
non creato; della stessa sostanza del Padre;
per
mezzo di lui tutte le cose sono state create.
Per
noi uomini e per la nostra salvezza discese dal cielo;
e
per opera dello Spirito Santo
si
é
incarnato nel seno della Vergine Maria e si é fatto uomo.
Fu
crocifisso per noi sotto Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.
Il
terzo giorno é risuscitato, secondo le Scritture;
é salito al cielo, siede alla destra del Padre.
E
di nuovo verrà, nella gloria, per giudicare i vivi e i morti,
e
il suo regno non avrà fine.
Credo
nello Spirito Santo, che é Signore e da la vita,
e
procede dal Padre e dal Figlio
e
con il Padre e il Figlio é adorato e glorificato
e
ha parlato per mezzo dei profeti.
Credo
la Chiesa, una, santa, cattolica e apostolica.
Professo
un solo battesimo per il perdono dei peccati.
Aspetto
la risurrezione dei morti e la vita del mondo che verrà.
Amen.
ORATIO FIDELIUM
ORACIONES DE LOS FIELES
PREGHIERA DEI FEDELI
Después se hace la plegaria
universal u oración de los fieles, que se desarrolla de la siguiente forma:
lnvitatorio
El sacerdote invita a los
fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son
propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector o por otra persona
idónea.
El pueblo manifiesta su
participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones
ordinariamente debe ser la siguiente:
a) por las necesidades de la
Iglesia;
b) por los gobernantes y por
la salvación del mundo entero;
e) por aquellos que se
encuentran en necesidades particulares;
d) por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la
plegaria común con una oración conclusiva
Deinde
fit oratio universalis, seu oratio fidelium.
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