Dios
no desechó ni los sufrimientos, ni las debilidades, ni el hambre ,ni la sed, ni
la vergüenza de ser desnudado, ni siquiera la muerte infame, y de esa manera
santificó también tales cosas, de modo que todo eso podemos también nosotros
unirlo ahora a Dios. En suma, no hay nada en la naturaleza humana que Cristo no
redimiera ya y lo atrajera hacia la Divinidad.
Mario
Hiriart Diario IV-57.9.57
MARIO HIRIART PULIDO
HIJO DE BELLAVISTA
EN PROCESO DE BEATIFICACIÓN
23 DE JULIO 1931
15 DE JULIO 1964
JUNTO A SU SEPULTURA DESPUÉS DE LA MISA DE ESTE 12 DE JULIO 2015
ENLACE A LA MISA Y HOMILÍA DEL PADRE CARLOS COX
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