SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA
DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE 2015
XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO
PRESIDIÓ EL PADRE RICARDO BRAVO
Del santo Evangelio según san Marcos: 7, 31 a 37
En aquel
tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de
Galilea, atravesando la región de Decápolis. Le llevaron entonces a un hombre
sordo y tartamudo, y le suplicaban que le impusiera las manos. Él lo apartó a
un lado de la gente, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con
saliva. Después, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "¡Effetá!" (que
quiere decir "¡Ábrete!"). Al momento se le abrieron los oídos, se le
soltó la traba de la lengua y empezó a hablar sin dificultad.
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más se lo mandaba, ellos con más insistencia lo proclamaban; y todos estaban asombrados y decían: "¡Qué bien lo hace todo! Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
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