Exclusivamente ellos, ministros ordenados para actuar “in Persona Christi congregantis ecclesian suam” en el sacrificio de la misa, pueden ocupar el centro del altar. Y ningún otro.
El altar es el lugar donde se “confecciona” la Eucaristía, desde la presentación de los dones hasta la comunión de los fieles.
A lo largo del texto de la IGMR, se nota esta insistencia: diáconos, otros ministros, detalles secundarios como la preparación del cáliz, el lavabo, la purificación de los vasos sagrados, y todo lo que no se refiere directamente con la Liturgia eucarística, las normas insisten con la fórmula: “a un lado del altar”.
Fuera de esta parte de la misa -la Liturgia eucarística- Obispos y sacerdotes no deben utilizar el centro del altar; o sea, desde el inicio de la misa hasta la presentación de los dones.
Después de besar el altar, la rubrica dice: el que preside “se dirige a la sede”:
El altar no es el lugar del acto penitencial, kyrie, gloria colecta, lecturas.
No es tampoco (como en la TV, pésima información) el lugar de la prédica, ni de la oración universal, lo cual se hace desde la sede o del ambón.
- Tampoco para la preparación del cáliz y lavabo: se hace “a un costado del altar”; la purificación de los vasos: nunca cara a la asamblea: también a un costado o delante del altar, espalda al pueblo, allí donde está el corporal, en el borde de delante.
BOLETÍN DE INFORMACIÓN, SERVICIOS Y COORDINACIÓN DE LA COMISIÓN NACIONAL DE LITURGIA - CHILE
Serie Nueva N° 63 MAYO 2003
Sacerdote creativo, haciendo lo contrario proclamando el evangelio desde el centro del altar y no del Ambón donde se han leido la primera lectura,el salmo y la Epistola.
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