SANTUARIO CENÀCULO DE BELLAVISTA
CELEBRÒ PADRE JOSÈ MANUEL LOPEZ
Como
el pan y el vino se transforman
en
la vida y el ser de Cristo,
Padre,
así elévanos hasta ti
Y
trátanos como a tu Hijo
Eterno
Padre,
en
el altar
nos
ofrecemos con El
y
te adoramos sin reservas
a
ti y a tu omnipotencia.
Dispón
de nuestras vidas,
que
nos regalaste por amor.
Por
Él, el Cordero siempre victorioso,
que
yace ante ti como inmolado,
en
el Espíritu Santo,
que
impulsa la creación a las alturas,
recibe,
Padre, de un sincero corazón filial:
adoración
expiación,
agradecimiento
y petición. Amén
(Hacia el Padre nro 85.106.115. Siervo de Dios P. Josè Kentenich)
Mi
vida, Madrecita, tiene que desarrollarse centrada en torno a la santa Comunión
y al Tabernáculo. Por eso, en este momento, en el silencio de nuestra capilla,
más que tomar notas quiero dejarlo hablar a Él, escondido en el Sagrario.
(Siervo de Dios Mario Hiriart P.Diario
IV-64.22.9.57)
5o años de su Pascua 15 de julio 1964-2014
RITOS INICIALES
ENTRADA
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA-SALMO RESPONSORIAL-SEGUNDA LECTURA
SALMO RESPONSORIAL
PROCLAMACIÒN DEL EVANGELIO
Evangelio según San Juan 6,51-58.
Jesús dijo a los judíos:
"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".
Jesús dijo a los judíos:
"Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo".
Los judíos discutían entre sí, diciendo: "¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?".
Jesús les respondió: "Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.
Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente".
HOMILÌA
LITURGIA DE LA PALABRA
PREPARACIÒN DE LOS DONES
ORACIÒN SOBRE LAS OFRENDAS
PLEGARIA EUCARÌSTICA
EPÌCLESIS
NARRACIÒN DE LA INSTITUCIÒN Y CONSAGRACIÒN
ANÀMNESIS-OBLECIÒN-INTERCESIONES
DOXOLOGÌA
RITO DE LA COMUNIÒN
COMUNIÒN
ALTAR EN SEPULTURA DE MARIO HIRIAT. PROCESIÒN DEL CORPUS
ALTAR EN LA CRUZ DE LA UNIDAD. PROCESIÒN DEL CORPUS
AÑO JUBILAR DEL MOVIMIENTO DE SCHOENSTATT
1914-2014
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