15 de julio 1964-2014
Mis hermanos de Schoenstatt
forjadores de reinos,
caballeros cruzados
de la reina del cielo
Porque sé que te apremia
un mensaje de lo alto,
en misión victoriosa
marcharé a su lado
Marchare con ustedes
y las rutas fragosas.
retumbarán al paso
ligero de mis botas
Trepará con ustedes
la montaña más alta,
y allá, cerca del cielo,
alzaremos la carpa
Bajos soles quemantes,
bajo lluvias y vientos,
en la pena y el gozo
me veras siempre enhiesto
Marcharé con ustedes
hacia el reino futuro,
y aunque todo se oponga
ha de ser nuestro mundo
“… Le tengo apego a la vida, quisiera seguir viviendo,
incluso uno encuentra tantas razones bonitas, no sólo humanamente hablando,
sino religiosamente hablando… Soy ingeniero, me gusta planear, tengo una mente
lógica; Dios me la dio y es un don de Él y como tal lo tomo. Y toda mi vida he
pasado planeando lo que voy hacer en los días siguientes, en los años
siguientes. Había soñado siempre con muchas cosas…. Ahora tengo que decir
simplemente un sí, Padre, no mis planes, sino los de Dios, Dios es Padre, Dios
es bueno, todo lo que Él hace es bueno… No son nuestros planes humanos los
buenos en último término, es el plan de Dios… Y aquello que, como nuestro padre
dice tantas veces, está en Su plan, eso es lo que importa.”
(Milwaukee.26.6.1964- Siervo de Dios Mario Hiriart Pulido).
En tu
jubileo del Centenario querida Madre tres veces admirable de todos los
Santuario de Schoenstatt en el mundo. Y es el jubileo 50 del fruto más verídico
y fiel de la Alianza de vida contigo. Tu pequeño hijo, nuestro hermano Mario,
te amaba más que a nadie y miraba todo el mundo y el cielo a través de tus
ojos, para que cada gesto suyo fuera esa Alianza renovada.
En la foto la teóloga Amelia
Peirone, Pedro M. Dillinger hermanos de María y el padre postulador de
la causa de beatificación de Mario ,Joaquín Alliende
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