EL CORAZON DE MARIA REGALADO EN LA ALIANZA DE AMOR
Cual a menudo experimentamos que el amor humano se desgasta con el
tiempo y busca un cambio. O bien, que, igual que un pájaro salta con el corazón
de rama en rama. Esto no sucede con el amor de María. Su amor es profundo, fiel
y eterno, similar al amor de Dios mismo. El amor terreno que no sea enteramente
auténtico, se apaga y cojea rápido y fácilmente cuando llega la lejanía
exterior, la separación. El amor de María por nosotros no conoce esa debilidad.Está siempre cercano a nosotros. Ella nos ve y ella nos ama en y a causa de Dios, quien es eternamente
siempre el mismo. El amor humano se derrumba rápidamente si se le paga con ingratitud.
El amor de María es desinteresado y puro y no se deja turbar por la ingratitud.
Tampoco la muerte nos separa de ella .Ella es y sigue siendo nuestra madre,
Ella nos acompaña amorosamente ante el
juicio de Dios, para defendernos, sea que nos conduzca felices al cielo, sea que
esté a nuestro lado en el purgatorio, ayudándonos y consolándonos. Así vemos el
corazón de María, que nos es regalado en la Alianza de Amor.
Padre José Kentenich 1954
Padre José Kentenich 1954
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