DOMINGO 15 DE SEPTIEMBRE 2019
XXIV DEL TIEMPO ORDINARIO
PRESIDIÓ PADRE JUAN IGNACIO PACHECO
SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA
51 AÑOS DE LA PASCUA DEL PADRE JOSÉ KENTENICH
1968-2019
HOMILÍA
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san
Lucas 15, 1-32
REMBRANDT
Todos los
publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Pero los fariseos
y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”.
Jesús les
dijo entonces esta parábola: “Si
alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en
el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la
encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa
llama a sus amigos y vecinos, y les dice: “Alégrense conmigo, porque encontré
la oveja que se me había perdido”.
Les aseguro
que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que
se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.
Y les dijo
también: “Si una mujer
tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y
busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas
y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me
había perdido”.
Les aseguro
que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que
se convierte”.
Jesús dijo
también: “Un hombre tenía
dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de herencia
que me corresponde”. Y el padre les repartió sus bienes.
Pocos días
después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano,
donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando
sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces
se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su
campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas
que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo:
“¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí
muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre,
peque contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame
como a uno de tus jornaleros”. Entonces partió y volvió a la casa de su padre.
Cuando
todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su
encuentro, lo abrazó y lo besó.
El joven le
dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo
tuyo”.
Pero el
padre dijo a sus servidores: “Traigan enseguida la mejor ropa y vístanlo,
pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero
engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha
vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”.
Y comenzó
la fiesta.
El hijo
mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los
coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó
que significaba eso.
Él le
respondió: “Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero
engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo”.
Él se enojó
y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le
respondió: “Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una
sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis
amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus
bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!”.
Pero el
padre le dijo: “Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es
justo que haya fiesta y alegría, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha
vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado””.
PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS
CONSAGRACION
COMUNIÓN
ÁNGELUS Y CONSAGRACION
EL PADRE JUAN IGNACIO BENDICE
BELLAVISTA ESTE DOMINGO 15 DE SEPTIEMBRE
FOTOS Y AUDIOVISUAL: ANTONIO BARBAGELATA FIGARI
LITURGIA A CARGO DE LA PASTORAL DE BELLAVISTA
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