martes, 17 de febrero de 2015

18 DE FEBRERO MIERCOLES DE CENIZAS AYUNO Y ABSTINENCIA COLOR LITÚRGICO: MORADO


“Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto”




MIÉRCOLES DE CENIZA

En la Misa de este día se bendice y se impone la ceniza, hecha de los ramos de olivo o de otros árboles, bendecidos en el Domingo de Ramos del año precedente.

Ritos iniciales

Antífona de entrada
Señor, tú eres misericordioso con todos y no aborreces nada de lo que has hecho, cierras los ojos a los pecados de los hombres para que se arrepientan y los perdonas porque tú eres el Señor, nuestro Dios. (Sab. 11,24.26)

Miseréris ómnium, Dómine, et nihil odísti eórum quae fecísti, dissímulans peccáta hóminum
propter paeniténtiam et parcens illis, quia tu es Dóminus Deus noster.

Tu ami tutte le creature, Signore, e nulla disprezzi di ciò che hai creato; tu dimentichi i peccati di quanti si convertono e li perdoni,perché tu sei il Signore nostro Dio.


Se omite el acto penitencial, ya que en esta celebración es sustituido por la imposición de la ceniza.
No se canta ni dice el Gloria

Oración colecta
Señor y Dios nuestro, concédenos la gracia de iniciar con el santo ayuno cuaresmal un camino de verdadera conversión, y afrontar con la penitencia la lucha contra el espíritu del mal.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Concéde nobis, Dómine, praesídia milítiae christiánae sanctis inchoáre ieiúniis, ut, contra spiritáles nequítias pugnatúri, continéntiae muniámur auxíliis. Per Dóminum. Benedictio et impositio cinerum

O Dio, nostro Padre, concedi, al popolo cristiano di iniziare con questo digiuno un cammino di vera conversione, per affrontare vittoriosamente con le armi della penitenza il combattimento contro lo spirito del male. Per il nostro Signore.

LITURGIA DE LA PALABRA


Del libro del profeta Joel 2, 12-18
Esto dice el Señor: "Todavía es tiempo. Vuélvanse a mí de todo corazón, con ayunos, con lágrimas y llanto; enluten su corazón y no sus vestidos.
Vuélvanse al Señor Dios nuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en clemencia, y se conmueve ante la desgracia. Quizá se arrepienta, se compadezca de nosotros y nos deje una bendición, que haga posibles las ofrendas y libaciones al Señor, nuestro Dios. Toquen la trompeta en Sión, promulguen un ayuno, convoquen la asamblea, reúnan al pueblo, santifiquen la reunión, junten a los ancianos, convoquen a los niños, aun a los niños de pecho. Que el recién casado deje su alcoba y su tálamo la recién casada. Entre el vestíbulo y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: 'Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. No entregues tu heredad a la burla de las naciones. Que no digan los paganos: ¿Dónde está el Dios de Israel?' "Y el Señor se llenó de celo por su tierra y tuvo piedad de su pueblo.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.


Del salmo 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17 R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.
R/.

Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo.
R/.

Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu.
R/.

Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. R/.


De la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios 5, 20 - 6, 2

Hermanos: Somos embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es Dios mismo el que los exhorta a ustedes. En nombre de Cristo les pedimos que se reconcilien con Dios. Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo "pecado" por nosotros, para que, unidos a Él, recibamos la salvación de Dios y nos volvamos justos y santos. Como colaboradores que somos de Dios, los exhortamos a no echar su gracia en saco roto. Porque el Señor dice: En el tiempo favorable te escuché y en el día de la salvación te socorrí. Pues bien, ahora es el tiempo favorable; ahora es el día de la salvación.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN Cfr. Sal 94, 8
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón". R.


Del santo Evangelio según san Mateo 6, 1-6. 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Tengan cuidado de no practicar sus obras de piedad delante de los hombres para que los vean. De lo contrario, no tendrán recompensa con su Padre celestial.
Por lo tanto, cuando des limosna, no lo anuncies con trompeta, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, para que los alaben los hombres. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha, para que tu limosna quede en secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará.
Cuando ustedes hagan oración, no sean como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando vayas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora ante tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará. Cuando ustedes ayunen, no pongan cara triste, como esos hipócritas que descuidan la apariencia de su rostro, para que la gente note que están ayunando. Yo les aseguro que ya recibieron su recompensa. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que no sepa la gente que estás ayunando, sino tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo secreto, te recompensará".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Bendición e imposición de la ceniza
Después de la homilía el sacerdote, de pie, con las manos juntas dice:


Queridos hermanos: Oremos a Dios, nuestro Padre, para que se digne bendecir con su gracia esta ceniza que vamos a poner sobre nuestra cabeza en señal de penitencia.
Y después de una breve oración en silencio prosigue:
Señor y Dios nuestro, que te conmueves ante quienes se humillan y hacen penitencia, escucha con bondad nuestra súplica y derrama la gracia X de tu bendición sobre estos hijos tuyos que van a recibir la ceniza, para que sean fieles a las prácticas cuaresmales y así lleguen a celebrar con un corazón puro el misterio pascual de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

O bien:
Padre de misericordia, que no quieres la muerte del pecador sino que se arrepienta, escucha con bondad nuestra oración y bendice X esta ceniza que vamos a imponer sobre nuestra cabeza, reconociendo que somos polvo y al polvo hemos de volver, y concédenos por medio de las prácticas cuaresmales el perdón de nuestros pecados y la vida nueva a imagen de tu Hijo resucitado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Y rocía con agua bendita las cenizas, sin decir nada.
Seguidamente, el sacerdote impone la ceniza a todos los presentes que se acercan hasta él; a cada uno le dice:

Conviértete y cree en el Evangelio.
Paenitémini, et crédite Evangélio.
Convertitevi, e credete al Vangelo.




O bien:

Recuerda que eres polvo y al polvo volverás.
Meménto, homo, quia pulvis es, et in púlverem revertéris.
Ricòrdati che sei polvere, e in polvere tornerai



Mientras tanto se canta:
Antífona 1
Cambiemos nuestro vestido por la ceniza y el cilicio; ayunemos y lloremos delante del Señor, porque nuestro
Dios es compasivo y misericordioso para perdonar nuestros pecados. (Cf. Jl. 2,13)

Antífona 2
Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, diciendo: Perdona, Señor, perdona a tu pueblo, no cierres la boca de los que te alaban. (Cf.Jl. 2,17; Est. 13,17)

Antífona 3
Borra mi culpa, Señor. (Sal. 50,3)
Puede repetirse después de cada uno de los versículos del salmo 50.
Puede cantarse también otro canto apropiado.
Acabada la imposición de la ceniza, el sacerdote se lava las manos; el rito se concluye con la oración universal u oración de los fieles.
No se dice Credo.

Liturgia eucarística
Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte el sacrificio con el que iniciamos solemnemente la Cuaresma, te pedimos, Padre, que por las obras de penitencia y caridad, dominemos nuestras pasiones y, limpios de pecado, podamos celebrar con fervor la Pascua de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

Sacrifícium quadragesimális inítii sollémniter immolámus, te, Dómine, deprecántes, ut per paeniténtiae caritatísque labóres a nóxiis voluptátibus temperémus, et, a peccátis mundáti, ad celebrándam Fílii tui passiónem mereámur esse devóti. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.

Accogli, Signore, questo sacrificio, col quale iniziamo solennemente la Quaresima, e fa' che mediante le opere di carità e penitenza vinciamo i nostri vizi e liberi dal peccato possiamo celebrare la Pasqua del tuo Figlio. Egli vive e regna nei secoli dei secoli.

Prefacio de Cuaresma III o IV, pp.

Vere dignum et iustum est,
aequum et salutáre,
nos tibi semper et ubíque grátias ágere:
Dómine, sancte Pater, omnípotens aetérne Deus:

Qui corporáli ieiúnio vítia cómprimis,
mentem élevas, virtútem largíris et praemia:
per Christum Dóminum nostrum.

Per quem maiestátem tuam laudant Angeli,
adórant Dominatiónes, tremunt Potestátes.
Caeli caelorúmque Virtútes, ac beáta Séraphim,
sócia exsultatióne concélebrant.
Cum quibus et nostras voces ut admítti iúbeas,
deprecámur, súpplici confessióne dicéntes:

Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth.

Antífona de comunión
Quien medita en la ley del Señor día y noche, dará su fruto en el tiempo oportuno. (Cf. Sal. 1,2-3)

Oración después de la comunión
Fortalécenos, Señor Dios, con los sacramentos recibidos para que nuestro ayuno sea agradable a tus ojos y cure todos nuestros males.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

Percépta nobis, Dómine, praebeant sacraménta subsídium, ut tibi grata sint nostra ieiúnia, et nobis profíciant ad medélam. Per Christum.

Questo sacramento che abbiamo ricevuto, o Padre, ci sostenga nel cammino quaresimale, santifichi il nostro digiuno e lo renda efficace per la guarigione del nostro spirito. Per Cristo nostro Signore.


Oración sobre el pueblo
Infunde el espíritu de compunción sobre los que se inclinan ante ti, Padre poderoso, para que merezcan conseguir por tu misericordia los premios prometidos a los penitentes.
Por Cristo nuestro Señor.

Ad dimissionem sacerdos, stans versus ad populum, et super illum manus extendens, dicit hanc orationem: Super inclinántes se tuae maiestáti, Deus, spíritum compunctiónis propítius effúnde, et praemia


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