jueves, 19 de mayo de 2016

La Mater será, desde su Santuario de Montahue, la Gran Misionera


45 AÑOS

 DE LA BENDICIÓN  DEL SANTUARIO DE SCHOENSTATT DE MONTAHUE

20 DE MAYO 1971



MONTAHUE: LUGAR DE SALVACIÓN
EN LENGUA MAPUDUNGUN



"SANTUARIO FUNDAMENTO VIVO"




 Somos del Señor, somos de la Mater, somos de Schoenstatt y del Santuario




Algo de historia

1967

A través de dos Hermanas Marianas que estaban en Schoenstatt el Padre otorgó la autorización para la compra del terreno que hoy ocupa Montahue el 19 de julio de 1967.

Cuando comenzaron las gestiones para concretar nuestro Santuario de Montahue participaron en ello 20 matrimonios, 20 señoras, 13 de la Liga Apostólica de Familias, 60 integrantes de la Juventud Femenina y 40 miembros de la Juventud Masculina. En aquél entonces no existía la población El Recodo y el recorrido debía hacerse a pie desde el camino a Santa Juana.


1968


"Ella es la gran misionera, Ella hará grandes 

milagros.”



En el verano, el Padre Luís Ramírez se encuentra en Alemania, llamado a participar en una jornada internacional de Asesores. A principios de febrero, tiene un encuentro con el Padre Fundador, José Kentenich, que pasará a ser histórico para la Familia de Concepción. El mismo Padre Luís Ramírez lo relata así:

"Cuando golpeé la puerta me respondió al instante la voz del Padre invitándome a pasar. Era un día de invierno alemán, en los primeros días de febrero de 1968, en la casa central de los Padres de Schoenstatt, donde el Padre pasaba algunos días. .
Su recibimiento fue como él acostumbraba: cálido, cercano, poniéndose a la entera disposición de uno. Seguramente él adivinó lo que yo llevaba enrollado bajo el brazo. Había tantos que le habían llevado la imagen de nuestra Mater para que él la bendijera. El lo hacía con devoción, con mucho amor. A Ella le había dedicado su vida; su misión estaba en proclamar sus glorias. Por eso, siempre pedía que el portador de la imagen fuera fiel a la Santísima Virgen, y a Ella le suplicaba que se mostrara Madre y Reina con quien quería tenerla junto a sí a través de esa imagen.

Pero la imagen que yo le llevaba era distinta, era especial: era para el futuro Santuario de Montahue. Mientras la extendía sobre la mesa me pidió que le contara de la Familia que allí se reunía, de las corrientes de vida que surgían en ella, del lugar, de su origen, del actuar de la Mater en ese lugar "entre los bosques y el río".

Con la alegría que siente el hijo que habla con su Padre, le conté lo que más pude: sobre ese puñado de fundadores que en un inicio hacían sus reuniones en la vereda de una calle por no contar con un local, apoyados por visitas esporádicas de asesores que apenas se detenían en Concepción sobre la fidelidad que marcaba a la Familia desde sus inicios; sobre la intensa vida de Familia que unía a los miembros de las distintas ramas (aunque era impropio hablar de ramas en una Familia que no pasaba de cien personas) y que nos hacía gustar, en cierta medida, la inmensa alegría de compartirlo todo de los primeros cristianos; sobre el modo como la Mater nos había llevado a una profunda integración en la Iglesia, a través de la participación activa en el Sínodo Arquidiocesano, que representaba el esfuerzo por aplicar el Concilio Vaticano II a la realidad concreta de Concepción, participación que abarcaba a un gran número de miembros de la Familia; sobre el interés y el sacrificio con que todos los miembros de la Familia habían buscado un lugar para que la Mater instalara su trono de gracias, y como, encontrado, se había adquirido con el esfuerzo de todos: de los Institutos, de los adultos, de la juventud, de los simpatizantes.

El Padre escuchó con alegría y con mucha atención.
Eran tiempos de fundación, tiempos que él, como Fundador, apreciaba y reconocía como momentos especiales de gracias y fecundidad. Ignoro lo que a él más le impresionó, pero durante un momento prolongado se quedó mirando a la imagen, seguramente haciendo oración; y luego, escribió con decisión y firmeza. Admiré su gran amor filial, que tradujo como mensaje a sus hijos de Montahue, muy lejos en distancias y muy cerca en su amor de
Padre:

"Ella es la gran misionera, Ella hará grandes milagros.”

MPHC.J.K."



Así quedaron selladas para Montahue las palabras proféticas. La Mater será, desde su Santuario de Montahue, la Gran Misionera, que atraerá a muchos corazones para transformarlos en el amor de Cristo". Este pasa a ser el segundo mensaje personal del Padre Fundador para la Familia de Concepción- Chile. Materialmente, esta imagen es el primer objeto propio del Santuario que posee la Familia, y es la que actualmente está sobre el altar. Espiritualmente, por haber sido dedicada por el Padre Fundador .J.K.
Texto: (Texto extraído “Así nace un Santuario Autora Erika Schalchli, Concepción Chile)

1971

El 20 de enero de 1971 día de la solidaridad más íntima de destinos con nuestro Padre Fundador todos los consagrados sepultan sus oraciones de Alianza en los fundamentos del Santuario, en la piedra fundamental, como expresión de su total compromiso con él.
Como Familia de Montahue se quiso expresar allí toda la experiencia de Dios y el compromiso con el Santuario inscribiendo en la piedra fundamental que cubre nuestras consagraciones, el lema que fue propuesto por todas las ramas de la Familia en ese momento: “CON MARÍA JUNTO AL PADRE FUNDAMENTO VIVO PARA LOS MAS NUEVOS TIEMPOS”.


1974

El 15 de agosto de 1974 la Mater es coronada en Montahue como “Reina del Fundamento Vivo”. Para el efecto se hizo un Capital de Gracias con tres mil visitas al Santuario.

En la ocasión, la liturgia se inicia en el sector plano y se subió con el cuadro de la Madre Tres Veces Admirable y con la Corona. El alta había sido dispuesto en la explanada superior del Santuario.










































ATARDECER




AMANECER






DESDE LA EXPLANADA ASCENDEMOS AL SANTUARIO









VISTA DEL SANTUARIO DESDE EL MONTE SION CASA DE LOS PADRES
















EXPLANADA DEL SANTUARIO











ENCUENTRO CON LA VIRGEN PEREGRINA


























EL RÍO BIO BIO DESDE MONTAHUE AL FONDO A LA IZQUIERDA LA CUIDAD DE CONCEPCIÓN





























MADRUGADORES























































































































Oración de Montahue
Madre y Reina tres veces Admirable, desde lugares diversos nos has convocado en tu presencia.
Aquí nos has regalado tierra de encuentro y lugar de salvación, signo de tu Alianza.

En gratitud por esta elección, como familia de Montahue, unimos la verdad de nuestra vida, dolor y alegrías, generosidad y audacia para ser Fundamento Vivo de nuestro Santuario Cenáculo, tu morada permanente.

Tierra guardada por los bosques y madurada por el río, Montahue sea hogar de un pueblo nuevo y libre, de noble y fuerte entrega al  Señor y a sus hermanos, testimonio silencioso de las palabras que Nuestro Padre inscribiera en tu imagen:

“Ella es la gran misionera, Ella hará grandes milagros.”



Fuente:

fotos y videos Antonio Barbagelata Figari y Amelia Marquez S.


4 comentarios:

  1. Excelente, muy profesional. Hermoso trabajo. Gracias.

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  2. Que linda historia, muchos recuerdos familiares, muchas caminatas desde el puente, muchas jornadas de formación , muchos encuentros de jóvenes diocesanos...
    Fueron años de formación desde la Ermita hasta la construcción del Santuario, primero dormíamos en carpa, en la gran cabaña...
    Saludos para tantos amigos con quienes hicimos un camino de aprendizaje, los abrazo

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  3. Que linda historia, muchos recuerdos familiares, muchas caminatas desde el puente, muchas jornadas de formación , muchos encuentros de jóvenes diocesanos...
    Fueron años de formación desde la Ermita hasta la construcción del Santuario, primero dormíamos en carpa, en la gran cabaña...
    Saludos para tantos amigos con quienes hicimos un camino de aprendizaje, los abrazo

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  4. Saludos cordiales a los dos Jorge. Para mi también fue en el momento de realizar el trabajo, volver a la memoria de esos tres días maravilloso en Montahue y con grande ganas de volver a recorrer todos sus rincones y encontrarme con la hospitalidad de su gente.

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