EN EL AÑO DEL PADRE KENTENICH
50 AÑOS DE SU PASCUA
2017-2018
Observemos cómo el hombre de hoy huye de Dios,
cuan fría es su relación con Dios y como sufre por la cuestión de Dios. Entonces
sentimos y nos preguntamos: ¿Que hacer para ser todo para todos?
En primer lugar convertirnos en reflejo de Dios. Procuremos
encarnar a Cristo en nuestra vida. He ahí el mejor medio para llamarle a los
hombres la atención sobre Dios. Nosotros, los sacerdotes, encarnamos siempre
esa inquietud por Dios. Pero a fin de que esa inquietud sea una inquietud sana,
tratemos de ser nosotros mismos hombres apasionados por Dios. La gota continua
horada la roca.
(Ejercicio para sacerdote.Padre Jose Kentenich Schoenstatt Alemania 1939)
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