lunes, 2 de diciembre de 2019

Ustedes también estén preparados

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
1 DE DICIEMBRE 2019
PRESIDIÓ PADRE GONZALO CASTRO
SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA


El Adviento es tiempo de espera, de conversión, de esperanza:
- espera-memoria de la primera y humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal; espera-súplica de la última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal;
- conversión, a la cual invita con frecuencia la Liturgia de este tiempo, mediante la voz de los profetas y sobre todo de Juan Bautista: "Convertios, porque está cerca el reino de los cielos" (Mt 3,2);
- esperanza gozosa de que la salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y "nosotros seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1 Jn 3,2)

La piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la esperanza de Israel en la venida del Mesías.

(Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia nro 96-97)



HOMILÍA




Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san 

Mateo   24, 37-44


Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.

Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada”.















































 








 RITO DE ENTRADA


Antífona de entrada  Sal 24, 1-3

A ti, Señor, elevo mi alma; Dios mío, yo pongo en ti mi confianza. Que no tenga que avergonzarme ni se rían de mí, mis enemigos. Ninguno de los que esperan en ti tendrá que avergonzarse.

A te, Signore, elèvo l'anima mia,Dio mio, in te confido: che io non sia confuso.Non trionfino su di me i miei nemici. Chiunque spera in te non resti deluso.

Ad te levávi ánimam meam, Deus meus, in te confído, non erubéscam.

Neque irrídeant me inimíci mei,étenim univérsi qui te exspéctant non confundéntur.







LITURGIA DE LA PALABRA








SE ENCIENDE LA PRIMERA VELA  EN LA CORONA DE ADVIENTO


La Corona de Adviento

La colocación de cuatro cirios sobre una corona de ramos verdes, que es costumbre sobre todo en los países germánicos y en América del Norte, se ha convertido en un símbolo del Adviento en los hogares cristianos.
La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78)


(Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia nro 98)












    PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO



    HOMILÍA











LITURGIA EUCARÍSTICA



































    COMUNIÓN












PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO




    CONSAGRACION A LA MATER













    ACOGIDA Y  LA CONFTRIBUCIÓN A LA IGLESIA




    UBICACIÓN DEL SANTUARIO SANTIAGO-CHILE

IMÁGENES Y AUDIOVISUAL: ANTONIO BARBAGELATA FIGARI
A CARGO  DE LA PASTORAL DE BELLAVISTA.

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