PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
1 DE DICIEMBRE 2019
PRESIDIÓ PADRE GONZALO CASTRO
SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA
El Adviento es tiempo de espera, de
conversión, de esperanza:
- espera-memoria de la primera y
humilde venida del Salvador en nuestra carne mortal; espera-súplica de la
última y gloriosa venida de Cristo, Señor de la historia y Juez universal;
- conversión, a la cual invita con
frecuencia la Liturgia de este tiempo, mediante la voz de los profetas y sobre
todo de Juan Bautista: "Convertios, porque está cerca el reino de los
cielos" (Mt 3,2);
- esperanza gozosa de que la
salvación ya realizada por Cristo (cfr. Rom 8,24-25) y las realidades de la
gracia ya presentes en el mundo lleguen a su madurez y plenitud, por lo que la
promesa se convertirá en posesión, la fe en visión y "nosotros seremos
semejantes a Él porque le veremos tal cual es" (1 Jn 3,2)
La
piedad popular es sensible al tiempo de Adviento, sobre todo en cuanto memoria
de la preparación a la venida del Mesías. Está sólidamente enraizada en el
pueblo cristiano la conciencia de la larga espera que precedió a la venida del
Salvador. Los fieles saben que Dios mantenía, mediante las profecías, la
esperanza de Israel en la venida del Mesías.
(Directorio sobre la Piedad Popular y
la Liturgia nro 96-97)
HOMILÍA
Evangelio
de nuestro Señor Jesucristo según san
Mateo 24, 37-44
Jesús dijo
a sus discípulos:
“Cuando
venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé. En los días que
precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró
en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a
todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre. De dos hombres que
estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado. De dos mujeres que estén
moliendo, una será llevada y la otra dejada.
Estén
prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien:
si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón,
velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén
preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada”.
RITO DE ENTRADA
Antífona
de entrada Sal 24, 1-3
A ti,
Señor, elevo mi alma; Dios mío, yo pongo en ti mi confianza. Que no tenga que
avergonzarme ni se rían de mí, mis enemigos. Ninguno de los que esperan en ti
tendrá que avergonzarse.
A te, Signore, elèvo l'anima mia,Dio mio, in te confido: che io non sia confuso.Non trionfino su di me i miei nemici. Chiunque spera in te non resti deluso.
Ad te levávi ánimam meam, Deus
meus, in te confído, non erubéscam.
Neque
irrídeant me inimíci mei,étenim univérsi qui te exspéctant non confundéntur.
LITURGIA DE LA PALABRA
SE ENCIENDE LA PRIMERA VELA EN LA CORONA DE ADVIENTO
La Corona de Adviento
La Corona de Adviento, cuyas cuatro luces se encienden progresivamente, domingo tras domingo hasta la solemnidad de Navidad, es memoria de las diversas etapas de la historia de la salvación antes de Cristo y símbolo de la luz profética que iba iluminando la noche de la espera, hasta el amanecer del Sol de justicia (cfr. Mal 3,20; Lc 1,78)
(Directorio sobre la Piedad Popular y
la Liturgia nro 98)
PROCLAMACIÓN DEL EVANGELIO
HOMILÍA
LITURGIA EUCARÍSTICA
COMUNIÓN
PEREGRINACIÓN AL SANTUARIO
CONSAGRACION A LA MATER
ACOGIDA Y LA CONFTRIBUCIÓN A LA IGLESIA
UBICACIÓN DEL SANTUARIO SANTIAGO-CHILE
IMÁGENES Y AUDIOVISUAL: ANTONIO BARBAGELATA FIGARI
A CARGO DE LA PASTORAL DE BELLAVISTA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario