Entre las filas de verdugos,
sin timidez ni miedo,
Veronica, con el corazón colmado
de compasión,
irrumpe intrépida,
te alcanza y te presenta
un sudario que Tu tocas
agradecidos.
Este servicio de amor
te alegra tan hondamente
que en el paño dejas impresa tu faz
y lo devuelves a Verónica,
a quien el más puro amor
la ha impulsado hacia ti.
(Siervo de Dios padre José Kentenich de la sexta estación nro 275-276 del Via Crucis)
Dios no desechó ni los sufrimientos, ni las debilidades, ni el hambre
,ni la sed, ni la vergüenza de ser desnudado, ni siquiera la muerte infame, y de
esa manera santifico también tales cosas, de modo que todo eso podemos también
nosotros unirlo ahora a Dios. En suma, no hay nada en la naturaleza humana que
Cristo no redimiera ya y lo atrajera hacia la Divinidad.
(Siervo de Dios Mario Hiriart Diario IV-57.9.57)
Fotos: Representación del Vía Crucis, Santuario
Cenáculo de Bellavista año 2013
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