viernes, 11 de abril de 2014

No hay nada en la naturaleza humana que Cristo no redimiera ya y lo atrajera hacia la Divinidad.



Entre las filas de verdugos,
sin timidez  ni miedo,
Veronica, con el corazón colmado de compasión,
irrumpe intrépida,
te alcanza y te presenta
un sudario que Tu tocas agradecidos.

Este servicio de amor 
te alegra tan hondamente
que en  el paño dejas impresa tu faz
y lo devuelves a Verónica,
a quien el más puro amor

la ha impulsado hacia ti.
(Siervo de Dios padre José Kentenich de la sexta estación nro 275-276  del Via Crucis)









Dios no desechó ni los sufrimientos, ni las debilidades, ni el hambre ,ni la sed, ni la vergüenza de ser desnudado, ni siquiera la muerte infame, y de esa manera santifico también tales cosas, de modo que todo eso podemos también nosotros unirlo ahora a Dios. En suma, no hay nada en la naturaleza humana que Cristo no redimiera ya y lo atrajera hacia la Divinidad.

(Siervo de Dios Mario Hiriart Diario IV-57.9.57)



























Fotos: Representación del Vía Crucis, Santuario Cenáculo de Bellavista año 2013

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