SANTUARIO CENÁCULO DE BELLAVISTA
CUARTO DOMINGO DE CUARESMA
6 DE MARZO 2016
CELEBRÓ PADRE JOSÉ MANUEL LÓPEZ
COLOR ROSA O MORADO
Laetáre,
Ierúsalem,
et
convéntum fácite,
omnes qui
dilígitis eam;
gaudéte cum laetítia, qui in tristítia fuístis,
ut exsultétis,
et satiémini ab ubéribus consolatiónis vestrae.
Alégrate, Jerusalén, y que se reúnan
cuantos te aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a
saciarse con su felicidad.
(Antífona de entrada cuarto domingo de cuaresma)
HOMILÍA
Del santo Evangelio según san
Lucas: 15,
1-3. 11-32
En aquel
tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo.
Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe
a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola: "Un hombre tenía dos hijos, y el
menor de ellos le dijo a su padre: 'Padre, dame la parte de la herencia que me
toca'. Y él les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, se fue a un país
lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de una manera disoluta. Después de
malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una gran hambre y él empezó a
pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un habitante de aquel país,
el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de hartarse con las
bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores en casa de mi
padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me
levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y
contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus
trabajadores'.
Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía lejos,
cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y
echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo:
'Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo
tuyo'.
Pero el padre les dijo a sus criados: ¡Pronto!, traigan la túnica más rica y
vístansela; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies; traigan el
becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una fiesta, porque este hijo mío
estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado'. Y
empezó el banquete.
El hijo mayor estaba en el campo y al volver, cuando se acercó a la casa, oyó
la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le preguntó qué
pasaba. Éste le contestó: 'Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el
becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo'. El hermano mayor se enojó y
no quería entrar.
Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó: ¡Hace tanto
tiempo que te sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado
nunca ni un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo
tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el
becerro gordo'.
El padre repuso: 'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero
era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba
muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado' ".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
SALMO RESPONSORIAL
2015-2016
AÑO DE LA MISERICORDIA
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