El Señor rompe las
fuertes ataduras de la muerte
y confunde el
poderío de la Astucia del Demonio;
llena de júbilo,
Madre,
lo ves
transfigurado y hermoso,
con el resplandor
que tendremos al resucitar en el cielo.
Con esta fe
alégranos el alma
y que nuestro amor
arda en llamas.
(Del Rosario del
Instrumento, primer Misterio Glorioso, siervo de Dios Padre José Kentenich.Nro351
HOMILÍA
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