martes, 12 de noviembre de 2013

Santuario Cenáculo de Bellavista. Domingo 32 del tiempo ordinario. Celebró el Padre Ricardo Bravo




















Hablamos muy a menudo de la Virgen y destacamos su papel. Lo hacemos contemplándola en todo momento como la “pequeña María”, conformada con Cristo. En su persona encontramos al Señor, que se refleja en el espejo de su Madre y Esposa. Es Cristo mismo quien resplandece en la faz de su Divina Madre. No olvidemos nunca que la Santísima Virgen es siempre la Esposa y Compañera de Cristo.

(Padre José Kentenich conferencia  para las hermanas de María 1946)







Madrecita: tú eres el perfecto Cáliz; junto con ser Madre de Cristo te desposaste con el Espíritu Santo, entregando todo tu amor con perfecta exclusividad para Él. Te ruego Madrecita, Tú  que eres mi camino y  mi guía, condúceme hacia lo más hondo del corazón  de tu Hijo.

(Diario IV-36,2.9.57) Mario Hiriart













LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA-SALMO RESPONSORIAL-SEGUNDA LECTURA





EVANGELIO





HOMILÍA


LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS





ORACIÓN SOBRE  LAS OFRENDAS



PLEGARIA EUCARÍSTICA
EPÍCLESIS




CONSAGRACIÓN














DOXOLOGÍA



COMUNIÓN






















No hay comentarios:

Publicar un comentario