La plática del 18 de Octubre 1914 funda una Alianza con la Virgen María, Madre y
Reina tres veces Admirable de Sch, vinculada a un lugar. Esto
constituye el alma del Movimiento.
San Pedro, después de haber contemplado la gloria de
Dios en el Tabor, exclamó arrebatado: “¡Qué bien estamos aquí! ¡Hagamos aquí
tres tiendas!”. Una y otra vez vienen a mi mente estas palabras y me he preguntado
ya muy a menudo: ¿Acaso no sería posible que la Capillita de nuestra
Congregación al mismo tiempo llegue a ser nuestro Tabor, donde se manifieste la
gloria de María? Sin duda alguna no podríamos realizar una acción apostólica
más grande, ni dejar a nuestros sucesores una herencia más preciosa que inducir
a nuestra Señora y Soberana a que erija aquí su trono de manera especial, que
reparta sus tesoros y obre milagros de gracia. Sospecharán lo que pretendo: quisiera
convertir este lugar en un lugar de peregrinación, en un lugar de gracia, para nuestra
casa y toda la Provincia alemana y quizás más allá. Todos los que acudan acá
para orar deben experimentar la gloria de María y confesar:
(Extracto de la platica de octubre de 1914, siervo de Dios P. José Kentenich)
Una alianza de amor original
Texto del Padre Fundador
Así pues surgió la gran idea: Que la Santísima Virgen se establezca en este Santuario como educadora. Se trata no sólo de educarnos a nosotros mismos bajo la protección de la Santísima Virgen, tal como se dice en el Acta de Prefundación, sino que ella habite en medio de nosotros y tome en sus manos nuestra educación y la educación de todos los que se entreguen a ella junto a nosotros. Ella es la que quiere impulsar nuestra autoeducación y generar un movimiento de renovación y educación, amplio y articulado cabalmente. Ella lo guiará haciéndolo fecundo. La Santísima Virgen desplegará esa labor desde aquí, siempre.
Para motivarla a llevar adelante tal actividad, le ofrecemos nuestros méritos en una forma que va desde las contribuciones al Capital de Gracias hasta el Poder en Blanco, la Inscriptio y la consagración de José Engling; por último nos entregamos a ella misma con todo lo que somos y tenemos. A cambio esperamos de ella que se manifieste aquí efectivamente como la gran educadora, guiándonos hacia la cumbre de la santidad y de una vida de apostolado fecundo. He aquí la forma fundamental y original de la alianza de amor schoenstattiana que más tarde, y en virtud de las leyes de la puerta abierta y de la resultante creadora, habría de redundar en una visión schoenstattiana del futuro.
(De una carta del Padre Kentenich al Padre Alex Menningen, titulada “Carta del 20” [20 de agosto de 1954])
No hay comentarios:
Publicar un comentario