Santuario Cenáculo de Bellavista
Presidió Padre Ricardo Bravo
Se
trata de ganar
ese
tesoro enterrado en el campo:
el
Dios del amor,
que
se descubre tomando altura en nuestras vidas.
Lo
que somos y tenemos, a cambio de Él, es polvo,
que
pronto se desvanece entre las manos.
El
Señor es la perla preciosa,
ante
El se eclipsan todas las grandezas.
Aquel
que ha reconocido su valor
y
lo ha encontrado,
ese,
para poseerlo,
entrega
todo con alegría.
(hacia
el Padre. P. José Kentenich)
Por eso, quiero encontrarme
plenamente con Jesús en mi corazón: allí es donde mejor mi débil naturaleza
puede encontrarse con la gracia, donde puedo unir la tierra con el Cielo. Señor
quiero llenar mi corazón solamente con tu Sangre, para ser verdaderamente un
cáliz vivo. Que tu sangre haga palpitar mi corazón, que Ella lo vivifique,, de
tal modo que sea tu Sangre la que corra por mis venas y de vida a mi cuerpo, y
así no sea yo quien viva, sino Tú que vives en mi.
(Diario IV-69,28.9.57. Siervo de Dios Mario Hiriart)
LA MISA
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA DEL EVANGELIO
HOMILÍA
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LAS OFRENDAS
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
PLEGARIA EUCARÍSTICA
EPÍCLESIS
CONSAGRACIÓN DEL PAN Y DEL VINO
DOXOLOGÍA
RITO DE COMUNIÓN
ORACIÓN DEL SEÑOR Y RITO DE LA PAZ
COMUNIÓN
RITO DE CONCLUSIÓN
BESO DEL ALTAR
SCHOENSTATT 100 AÑOS
18 DE OCTUBRE 1914-2014
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