RITOS DE ENTRADA
Antífona de entrada Ap. 12,1)
Apareció en el cielo un gran signo: una mujer revestida del
sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
(Cf. Ap. 12,1)
Signum
magnum appáruit in cælo: múlier amícta sole, et luna sub pédibus eius,
et in cápite eius coróna stellárum duódecim.
Un segno grandioso apparve
nel cielo:
una donna ammantata di sole, con la luna sotto i suoi piedi e sul capo una corona di dodici stelle.
O bien:
Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar esta solemnidad
en honor de la Santísima Virgen María. Los ángeles se regocijan por su asunción
y alaban al Hijo de Dios.
Se canta o se dice el Gloria.
Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y
alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos
que aspirando siempre a los bienes celestiales merezcamos ser asociados a su
gloria.
Por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los
siglos.
Omnípotens
sempitérne Deus, qui immaculátam Vírginem Maríam, Fílii tui Genetrícem, córpore
et ánima ad cæléstem glóriam assumpsísti, concéde, quæsumus, ut, ad supérna
semper inténti, ipsíus glóriæ mereámur esse consórtes. Per Dóminum.
Dio onnipotente ed eterno,
che hai innalzato alla gloria del cielo in corpo e anima l'immacolata Vergine
Maria, madre di Cristo tuo Figlio, fa' che viviamo in questo mondo
costantemente rivolti ai beni eterni, per condividere la sua stessa gloria. Per
il nostro Signore Gesù Cristo, tuo Figlio, che è Dio, e vive e regna con te,
nell'unità dello Spirito Santo, per tutti i secoli dei secoli.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 44 R/. De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él es tu Señor.
R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra.
R/.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya, aleluya.
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, viene en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
HOMILÍA
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LOS DONES
Oración sobre las ofrendas
PRIMERA LECTURA
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 11, 19; 12, 1-6. 10
Se abrió el templo de Dios en el cielo y dentro de él se vio el arca de la alianza. Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y a punto de dar a luz y gemía con los dolores del parto.
Pero apareció también en el cielo otra figura: un enorme dragón, color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y una corona en cada una de sus siete cabezas. Con su cola barrió la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Después se detuvo delante de la mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo, en cuanto éste naciera. La mujer dio a luz un hijo varón, destinado a gobernar todas las naciones con cetro de hierro; y su hijo fue llevado hasta Dios y hasta su trono. Y la mujer huyó al desierto, a un lugar preparado por Dios.
Entonces oí en el cielo una voz poderosa, que decía: "Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Del salmo 44 R/. De pie, a tu derecha, está la reina.
Hijas de reyes salen a tu encuentro. De pie, a tu derecha, está la reina, enjoyada con oro de Ofir.
R/.
Escucha, hija, mira y pon atención: olvida a tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza; ríndele homenaje, porque él es tu Señor.
R/.
Entre alegría y regocijo van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra.
R/.
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 20-27
Hermanos: Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida; pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. Enseguida será la consumación, cuando, después de haber aniquilado todos los poderes del mal, Cristo entregue el Reino a su Padre. Porque Él tiene que reinar hasta que el Padre ponga bajo sus pies a todos sus enemigos. El último de los enemigos en ser aniquilado, será la muerte, porque todo lo ha sometido Dios bajo los pies de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN R/. Aleluya, aleluya.
María fue llevada al cielo y todos los ángeles se alegran. R/.
Del santo Evangelio según san Lucas: 1, 39-56
En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno.
Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor".
Entonces dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava.
Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, viene en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses, y luego regresó a su casa. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
HOMILÍA
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LOS DONES
Oración sobre las ofrendas
Dios nuestro, llegue hasta tu presencia, nuestra humilde
oblación, y por la intercesión de la santísima Virgen María elevada al cielo, haz
que nuestros corazones se inflamen en tu amor y vivamos siempre orientados
hacia ti.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
Prefacio
LA GLORIA DE MARÍA ELEVADA AL CIELO
V. El Señor esté con ustedes
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
Realmente es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque hoy ha sido llevada al cielo
la Virgen Madre de Dios,
anticipo e imagen de la perfección que alcanzará tu
Iglesia,
garantía de consuelo y de esperanza
para tu pueblo que peregrina en la tierra.
Tú no quisiste que ella sufriera la corrupción del
sepulcro,
ya que había engendrado en su seno al autor de la vida,
Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro.
Por eso, unidos a los coros de los ángeles,
te alabamos llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ACLAMACIÓN-EPICLESIS-NARRACIÓN DE LA INSTITUCIÓN-ANÁMNESIS-OBLACIÓN-INTERCESIONES
DOXOLOGÍA
RITO DE COMUNIÓN
FRACCIÓN DEL PAN
COMUNIÓN
Oración después de la comunión
Hemos recibido, Señor, el sacramento de la salvación; te
pedimos que por la intercesión de la santísima Virgen María elevada al cielo, alcancemos
la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Puede impartirse la bendición solemne
RITO DE CONCLUSIÓN
Beso del altar
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