¿Cuál
es la bendición especial que debo yo esperar de Ti, Madrecita mía? Ser elevado,
como Cáliz por tus manos desde tu Santuario hacia el cielo, para recibir la
bendición de Dios Padre, que es la sangre derramada por Dios desde la herida de
su costado. Madrecita, tu bendición es permitirme alcanzar esa última gota de
sangre de tu Hijo. (Diario IV-318 1.7.58) Siervo de Dios Mario HIriart
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