Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

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Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

domingo, 1 de julio de 2018

EN JULIO, UN LAICO Y UN SACERDOTE


“Ese es el tipo de hombre que 

queremos encarnar”


PADRE JOSÉ KENTENICH Y

MARIO HIRIART




Mons. Heinrich Vieter ordena como sacerdote al 

padre José Kentenich el 8 de julio de 1910




Celebró su primera misa el 10 de julio en esa 

misma capilla, asistido por su Provincial, el P. 

Kolb





                     Mario Hiriart Pulido

Nace en Santiago el 23 de julio de 1931

Muere en Milwaukee el 15 de julio 1964








¿Qué tarea tiene el sacerdote? 

Construir un puente.



¿Cuáles son las riberas que han de unirse mediante dicho puente? Por una lado,, el Dios vivo y, por otro, el hombre. Labor del sacerdote es pues vincular a Dios y al hombre con un lazo indestructible.

Y sin embargo, si confrontamos esta verdad con la confusión del tiempo de hoy, constatamos  que vivimos una época que huye de Dios. El mundo a nuestro alrededor está huyendo de Dios.
Y ahora escuchamos que la tarea del sacerdote en tales tiempos consiste en hacer del hombre que huye de Dios un hombre “adicto” a Dios, en hacer que ese Dios muerto cobre nuevamente vida para la sensibilidad de la humanidad de hoy y sea objeto de un amor cálido y fervoroso… pontifex…

P Kentenich homilía,Milwaukee noviembre 1963


Ahora tengo que decir simplemente un sí, Padre, no mis planes, sino los de Dios.



“Le tengo apego a la vida, quisiera seguir viviendo, incluso uno encuentra tantas razones bonitas, no sólo humanamente hablando, sino religiosamente hablando…soy ingeniero, me gusta planear, tengo una mente lógica, Dios  me la dio y es un don de Él  y como tal lo tomo. Y toda mi vida he pasado planeando lo que voy hacer en los días siguientes, en los años siguientes. Había soñado siempre con muchas cosas… Ahora tengo que decir simplemente un sí, Padre, no mis planes, sino los de Dios. Dios es Padre, Dios es buenos, todo, lo que Él  hace es bueno…No son nuestros planes humanos los buenos en último tiempo es el plan de Dios… Y aquello que, como nuestro padre dice tantas veces está en su plan, eso lo que importa.”

(Milwaukee 26-6-1964 Mario Hiriart Pulido)







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