Al celebrar
anualmente la liturgia de Adviento, la Iglesia actualiza esta espera del Mesías: participando en
la larga preparación de la primera venida del Salvador, los fieles
renuevan el ardiente
deseo de su segunda Venida( catecismo de la Iglesia Católica nro 524)
V. El tiempo de Adviento
39. El
tiempo de Adviento tiene una doble índole: es el tiempo de preparación para las
solemnidades de Navidad, en las que se conmemora la primera venida del Hijo de
Dios a los hombres, y es a la vez el tiempo en el que por este recuerdo se
dirigen las mentes hacia la expectación de la segunda venida de Cristo al fin
de los tiempos. Por estas dos razones el Adviento se, nos manifiesta como tiempo
de una expectación piadosa y alegre.
40. El
tiempo de Adviento comienza con las primeras Vísperas del domingo que cae el 30
de noviembre o es el más próximo a este día, y acaba antes de las primeras
Vísperas de Navidad.
41. Los
domingos de este tiempo se denominan domingo I, II, III, IV de Adviento.
42. Las
ferias del 17 al 24 de diciembre inclusive tienen la finalidad de preparar más
directamente la Navidad.
(Calendario
tiempo litúrgico
CARTA
APOSTÓLICA“MYSTERII
PASCHALIS”)
COLOR
LITÚRGICO
345. La diversidad de los colores en las vestiduras sagradas tiene por
objeto expresar con más eficacia, aun exteriormente, tanto las características
de los misterios de la fe que se celebran, como el sentido progresivo de la
vida cristiana a lo largo del año litúrgico.
346. En cuanto al color de las vestiduras sagradas, obsérvese el uso
tradicional, o sea:
a) El color blanco se usa en los Oficios y Misas del tiempo pascual
y de Navidad; además en las celebraciones del Señor, que no sean de su Pasión,
de la Santísima Virgen, de los Santos Ángeles, de los Santos no Mártires, en la
solemnidades de Todos los Santos (1 de nov.), de San
Juan Bautista (24 de junio), en la fiesta de San Juan Evangelista
(27 de dic.), en la Cátedra de San Pedro (22 de febr.) y en la Conversión de
San Pablo (25 de enero).
b) El color rojo se usa el domingo de Pasión y el Viernes Santo,
el domingo de Pentecostés, en las celebraciones de la Pasión del Señor, en las
fiestas natalicias de los Apóstoles y evangelistas y en las celebraciones de
los Santos Mártires.
c) El color verde se usa en los Oficios y Misas del tiempo
“durante el año”.
d) El color morado
(o violeta) se usa en el tiempo de Adviento y de Cuaresma. Puede también usarse
en los Oficios y Misas de difuntos.
e) El color negro puede usarse, donde se acostumbra, en las Misas
de difuntos.
f) El
color rosado puede usarse, donde se acostumbra, en los domingos Gaudete (III de
Adviento) y Laetare
(IV de Cuaresma).
(INSTRUCCIÓN
GENERAL DEL MISAL ROMANO
Tercera
edición Año 2002)
La venida del Señor continúa; el mundo debe ser penetrado por su presencia
El primer tiempo de este itinerario es el Adviento,
formado, en el Rito Romano, por las cuatro semanas que preceden a la Navidad
del Señor, esto es, el misterio de la Encarnación. La palabra «adviento»
significa «llegada» o «presencia». En el mundo antiguo indicaba la visita del
rey o del emperador a una provincia; en el lenguaje cristiano se refiere a la
venida de Dios, a su presencia en el mundo; un misterio que envuelve por entero
el cosmos y la historia, pero que conoce dos momentos culminantes: la primera y
la segunda venida de Cristo. La primera es precisamente la Encarnación; la
segunda el retorno glorioso al final de los tiempos. Estos dos momentos, que
cronológicamente son distantes —y no se nos es dado saber cuánto—, en
profundidad se tocan, porque con su muerte y resurrección Jesús ya ha realizado
esa transformación del hombre y del cosmos que es la meta final de la creación.
Pero antes del fin, es necesario que el Evangelio se proclame a todas las
naciones, dice Jesús en el Evangelio de san Marcos (cf. 13, 10). La venida del
Señor continúa; el mundo debe ser penetrado por su presencia. Y esta venida
permanente del Señor en el anuncio del Evangelio requiere continuamente nuestra
colaboración; y la Iglesia, que es como la Novia, la Esposa prometida del
Cordero de Dios crucificado y resucitado (cf. Ap 21, 9), en
comunión con su Señor colabora en esta venida del Señor, en la que ya comienza
su retorno glorioso.
(ÁNGELUS, I DOMINGO DE
ADVIENTO, 2 DE DICIEMBRE DE 2012. PAPA EMÉRITO BENEDICTO XVI)
1. Tiempo de Adviento
a. DOMINGOS
93. Las lecturas del Evangelio tienen una característica
propia: se refieren a la venida del Señor al final de los tiempos (primer
domingo), a Juan Bautista (segundo y tercer domingos), a los acontecimientos
que prepararon de cerca el nacimiento del Señor (cuarto domingo).
Las lecturas del Antiguo Testamento son profecías sobre
el Mesías y el tiempo mesiánico, tomadas principalmente del libro de Isaías.
Las lecturas del Apóstol contienen exhortaciones y
amonestaciones conformes a las diversas características de este tiempo.
b. FERIAS
94. Hay dos series de lecturas, una desde el principio
hasta el día 16 de diciembre, y la otra desde el día 17 al 24.
En la primera parte del Adviento, se lee el libro de
Isaías, siguiendo el mismo orden del libro, sin excluir aquellos fragmentos más
importantes que se leen también en los domingos. Los Evangelios de estos días
están relacionados con la primera lectura.
Desde el jueves de la segunda semana, comienzan las
lecturas del Evangelio sobre Juan Bautista; la primera lectura es o bien una
continuación del libro de Isaías, o bien un texto relacionado con el Evangelio.
En la última semana antes de Navidad, se leen los
acontecimientos que prepararon de inmediato el nacimiento del Señor, tomados
del Evangelio de san Mateo (cap. 1) y de san Lucas (cap. 1). En la primera lectura
se han seleccionado algunos textos de diversos libros del AntiguoTestamento,
teniendo en cuenta el Evangelio del día, entre los que se encuentran algunos
vaticinios mesiánicos de gran importancia.
(ORDENACIÓN
DE LAS LECTURAS DE LA
MISA)