MISSALE
ROMANUN 30 DE MARZO
COLOR
LITÚRGICO MORADO 0 ROSADO
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA
VERBI
LITURGIA
DELLA PAROLA
El lector va al ambón y lee la primera lectura, que
todos escuchan sentados.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
El salmista o el cantor entona la antífona del
salmo, y el pueblo la repite y la intercala entre las estrofas.
Si hay segunda lectura, se lee en el ambón, como la
primera.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
Sigue el canto del Aleluya o, en tiempo de
Cuaresma, el canto antes del evangelio.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo
pone en el incensario.
Después el diácono (o el concelebrante que ha de
proclamar el evangelio, en la misa presidida por el Obispo), inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote en voz baja dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
El diácono o el concelebrante se signa y responde: Amén.
Si el mismo sacerdote debe proclamar el evangelio,
inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que anuncie dignamente tu Evangelio.
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El diácono (o el sacerdote):
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada pueden usarse otras
respuestas de alabanza a Jesucristo, por ejemplo:
Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu ley nuestra libertad.
O bien:
Tu palabra, Señor, es lámpara que alumbra nuestros pasos.
O bien:
Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.
Después el diácono lleva el libro a quien preside,
y éste lo besa, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
O bien el mismo diácono besa el libro, diciendo en
secreto las mismas palabras.
Luego tiene lugar la homilía; ésta es obligatoria
todos los domingos y fiestas de precepto y se recomienda en los restantes días.
Acabada la homilía, si la Liturgia del día lo
prescribe, se hace la profesión de fe:
PRIMERA LECTURA
LECTIO PRIMA
PRIMA LECTURA
Del primer libro de Samuel: 16, 1. 6-7.
10-13
En aquellos
días, dijo el Señor a Samuel: "Ve a la casa de Jesé, en Belén, porque de
entre sus hijos me he escogido un rey. Llena, pues, tu cuerno de aceite para
ungirlo y vete".
Cuando llegó Samuel a Belén y vio a Eliab, el hijo mayor de Jesé, pensó:
"Éste es, sin duda, el que voy a ungir como rey". Pero el Señor le
dijo: "No te dejes impresionar por su aspecto ni por su gran estatura,
pues yo lo he descartado, porque yo no juzgo como juzga el hombre. El hombre se
fija en las apariencias, pero el Señor se fija en los corazones".
Así fueron pasando ante Samuel siete de los hijos de Jesé; pero Samuel dijo:
"Ninguno de éstos es el elegido del Señor". Luego le preguntó a Jesé:
"¿Son éstos todos tus hijos?" Él respondió: "Falta el más
pequeño, que está cuidando el rebaño". Samuel le dijo: "Hazlo venir, porque
no nos sentaremos a comer hasta que llegue". Y Jesé lo mandó llamar.
El muchacho era rubio, de ojos vivos y buena presencia. Entonces el Señor dijo
a Samuel: "Levántate y úngelo, porque éste es". Tomó Samuel el cuerno
con el aceite y lo ungió delante de sus hermanos. A partir de aquel día, el
espíritu del Señor estuvo con David
Verbum Dòmini. Deo gratias.
Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor
Parola di Dio. Rendiamo
grazie a Dio.
SALMO RESPONSORIAL.
PSALMUS RESPONSORIUS
SALMO RESPONSORIALE
Del
salmo 22 R/. El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes
praderas me hace reposar y hacia fuentes tranquilas me conduce para reparar mis
fuerzas.
R/.
Por ser un Dios fiel a sus promesas, me guía por
el sendero recto; así, aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú
estás conmigo. Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
R/.
Tú mismo me preparas la mesa, a despecho de mis
adversarios; me unges la cabeza con perfume y llenas mi copa hasta los bordes.
R/.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán todos
los días de mi vida; y viviré en la casa del Señor por años sin término.
R/.
SEGUNDA LECTURA
LECTIO SECUNDA
SECONDA LETTURA
De la carta del apóstol san Pablo a los
efesios: 5, 8-14
Hermanos: En otro tiempo ustedes fueron
tinieblas, pero ahora, unidos al Señor, son luz. Vivan, por lo tanto, como
hijos de la luz. Los frutos de la luz son la bondad, la santidad y la verdad.
Busquen lo que es agradable al Señor y no tomen parte en las obras estériles de
los que son tinieblas.
Al contrario, repruébenlas abiertamente; porque, si bien las cosas que ellos
hacen en secreto da vergüenza aun mencionarlas, al ser reprobadas abiertamente,
todo queda en claro, porque todo lo que es iluminado por la luz se convierte en
luz.
Por eso se dice: Despierta, tú que duermes; levántate de entre los muertos y
Cristo será tu luz.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Verbum Dòmini. Deo
gratias
Parola di Dio Rendiamo
grazie a Dio.
ACLAMACIÓN
ACLAMACIÓN (Jn 8, 12) R/.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el queme
sigue tendrá la luz de la vida. R/.
EVANGELIO
Evangelium
VANGELO
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
compañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con vosotros.
Il Signore sia con voi
El pueblo responde:
R: / Y con tu espíritu.
E con il tuo spirito.
Dóminus vobíscum
Et cum spíritu tuo
El
diácono (o el sacerdote):
Lectura del santo Evangelio según san N.
Léctio sancti Evangélii
secúndum
Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el libro
y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R: / Gloria a ti, Señor. Glória tibi, Dómine.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
R: / Gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL VANGELO SECONDO
Del santo Evangelio según san
Juan: 9, 1-41
En aquel
tiempo, Jesús vio al pasar a un ciego de nacimiento, y sus discípulos le
preguntaron: "Maestro, ¿quién pecó para que éste naciera ciego, él o sus
padres?" Jesús respondió: "Ni él pecó, ni tampoco sus padres. Nació
así para que en él se manifestaran las obras de Dios. Es necesario que yo haga
las obras del que me envió, mientras es de día, porque luego llega la noche y
ya nadie puede trabajar. Mientras esté en el mundo, yo soy la luz del
mundo".
Dicho esto, escupió en el suelo, hizo lodo con la saliva, se lo puso en los
ojos al ciego y le dijo: "Ve a lavarte en la piscina de Siloé" (que
significa 'Enviado'). Él fue, se lavó y volvió con vista.
Entonces los vecinos y los que lo habían visto antes pidiendo limosna,
preguntaban: "¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?" Unos
decían: "Es el mismo". Otros: "No es él, sino que se le
parece". Pero él decía: "Yo soy". Y le preguntaban:
"Entonces, ¿cómo se te abrieron los ojos?" Él les respondió: "El
hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos y me dijo: 'Ve a
Siloé y lávate'. Entonces fui, me lavé y comencé a ver". Le preguntaron:
"¿En dónde está él?" Les contestó: "No lo sé".
Llevaron entonces ante los fariseos al que había sido ciego. Era sábado el día
en que Jesús hizo lodo y le abrió los ojos. También los fariseos le preguntaron
cómo había adquirido la vista. Él les contestó: "Me puso lodo en los ojos,
me lavé y veo". Algunos de los fariseos comentaban: "Ese hombre no
viene de Dios, porque no guarda el sábado". Otros replicaban: "¿Cómo
puede un pecador hacer semejantes prodigios?" Y había división entre
ellos. Entonces volvieron a preguntarle al ciego: "Y tú, ¿qué piensas del
que te abrió los ojos?" Él les contestó: "Que es un profeta".
Pero los judíos no creyeron que aquel hombre, que había sido ciego, hubiera
recobrado la vista. Llamaron, pues, a sus padres y les preguntaron: "¿Es
éste su hijo, del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora
ve?" Sus padres contestaron: "Sabemos que éste es nuestro hijo y que
nació ciego. Cómo es que ahora ve o quién le haya dado la vista, no lo sabemos.
Pregúntenselo a él; ya tiene edad suficiente y responderá por sí mismo".
Los padres del que había sido ciego dijeron esto por miedo a los judíos, porque
éstos ya habían convenido en expulsar de la sinagoga a quien reconociera a
Jesús como el Mesías. Por eso sus padres dijeron: 'Ya tiene edad; pregúntenle a
él'.
Llamaron de nuevo al que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios.
Nosotros sabemos que ese hombre es pecador". Contestó él: "Si es
pecador, yo no lo sé; sólo sé que yo era ciego y ahora veo". Le
preguntaron otra vez: "¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?" Les
contestó: "Ya se lo dije a ustedes y no me han dado crédito. ¿Para qué
quieren oírlo otra vez? ¿Acaso también ustedes quieren hacerse discípulos
suyos?" Entonces ellos lo llenaron de insultos y le dijeron:
"Discípulo de ése lo serás tú. Nosotros somos discípulos de Moisés.
Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios. Pero ése, no sabemos de dónde
viene".
Replicó aquel hombre: "Es curioso que ustedes no sepan de dónde viene y,
sin embargo, me ha abierto los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los
pecadores, pero al que lo teme y hace su voluntad, a ése sí lo escucha. Jamás
se había oído decir que alguien abriera los ojos a un ciego de nacimiento. Si
éste no viniera de Dios, no tendría ningún poder". Le replicaron: "Tú
eres puro pecado desde que naciste, ¿cómo pretendes darnos lecciones?" Y
lo echaron fuera.
Supo Jesús que lo habían echado fuera, y cuando lo encontró, le dijo:
"¿Crees tú en el Hijo del hombre?" Él contestó: "¿Y quién es,
Señor, para que yo crea en él?" Jesús le dijo: "Ya lo has visto; el
que está hablando contigo, ése es". Él dijo: "Creo, Señor". Y postrándose,
lo adoró.
Entonces le dijo Jesús: "Yo he venido a este mundo para que se definan los
campos: para que los ciegos vean, y los que ven queden ciegos". Al oír
esto, algunos fariseos que estaban con Él le preguntaron: "¿Entonces,
también nosotros estamos ciegos?" Jesús les contestó: "Si estuvieran
ciegos, no tendrían pecado; pero como dicen que ven, siguen en su pecado".
S: Palabra del Señor .Te
alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi,
Christe
Parola del Signore. Lode a
te, o Cristo.
Homilía
PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE DI FEDE
PROFESION DE FE
Acabada la homilía, si la
liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:
Creo en Dios, Padre
todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor,
En las palabras que siguen,
hasta María Virgen, todos se inclinan.
que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió
a los infiernos,al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo
en el Espíritu Santo, la
santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la
resurrección de la carne
y
la vida eterna.
Amén.
Credo in unum Deum, Patrem
omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et in unum
Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante omnia
saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum, non
factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos
homines et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de
Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum
Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus
est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in
Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui
cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per
prophetas. Et unam, sanctam,
catholicam et apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem
peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum et vitam
venturi saeculi.
Credo in un solo Dio, Padre
onnipotente, creatore del cielo e della terra, di tutte le cose visibili e
invisibili.
Credo in un solo Signore,
Gesù Cristo, unigenito Figlio di Dio,
nato dal Padre prima di tutti i secoli.
Dio da Dio, Luce da Luce,
Dio vero da Dio vero; generato, non creato; della
stessa sostanza del Padre; per mezzo di lui tutte le
cose sono state create.
Per noi uomini e per la
nostra salvezza discese dal cielo;
e per opera dello Spirito
Santosi é incarnato nel seno della
Vergine Maria e si é fatto uomo.
Fu crocifisso per noi sotto
Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.
Il terzo giorno é risuscitato,
secondo le Scritture; é salito al cielo, siede
alla destra del Padre.
E di nuovo verrà, nella
gloria, per giudicare i vivi e i morti,
e il suo regno non avrà fine.
Credo nello Spirito Santo,
che é Signore e da la vita, e procede dal Padre e dal
Figlio e con il Padre e il Figlio é adorato e glorificato e ha parlato
per mezzo dei profeti.
Credo la Chiesa, una,
santa, cattolica e apostolica.
Professo un solo battesimo
per il perdono dei peccati.
Aspetto la risurrezione dei
morti e la vita del mondo che verrà.
Amen.
ORATIO
FIDELIUM
ORACIONES
DE LOS FIELES
PREGHIERA DEI FEDELI
Después se hace la plegaria
universal u oración de los fieles, que se desarrolla de la siguiente forma:
lnvitatorio
El sacerdote invita a los
fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son
propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector o por otra persona
idónea.
El pueblo manifiesta su
participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones
ordinariamente debe ser la siguiente:
a) por las necesidades de la Iglesia;
b) por los gobernantes y por
la salvación del mundo entero;
e) por aquellos que se
encuentran en necesidades particulares;
d) por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la
plegaria común con una oración conclusiva
Deinde
fit oratio universalis, seu oratio fidelium.