sábado, 18 de enero de 2014

DOMINGO 19 DE ENERO II DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. LITURGIA DE LA PALABRA



MISSALE ROMANUM

COLOR VERDE
AÑO A


LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA VERBI
LITURGIA DELLA PAROLA



El lector va al ambón y lee la primera lectura, que todos escuchan sentados.

Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:

Palabra de Dios.

Todos aclaman:

Te alabamos, Señor.

El salmista o el cantor entona la antífona del salmo, y el pueblo la repite y la intercala entre las estrofas.

Si hay segunda lectura, se lee en el ambón, como la primera.

Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:

Palabra de Dios.

Todos aclaman:

Te alabamos, Señor.

Sigue el canto del Aleluya o, en tiempo de Cuaresma, el canto antes del evangelio.

Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo pone en el incensario.

Después el diácono (o el concelebrante que ha de proclamar el evangelio, en la misa presidida por el Obispo), inclinado ante el sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:

Padre, dame tu bendición.

El sacerdote en voz baja dice:

El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

El diácono o el concelebrante se signa y responde: Amén.

Si el mismo sacerdote debe proclamar el evangelio, inclinado ante el altar, dice en secreto:

Purifica mi corazón y mis labios, Dios  todopoderoso, para  que anuncie dignamente tu Evangelio.

Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón, acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios; ya en el ambón dice:

El Señor esté con ustedes.

El pueblo responde:

Y con tu espíritu.

El diácono (o el sacerdote):

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.

Mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

Gloria a ti, Señor.

El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso, inciensa el libro.

Luego proclama el evangelio.

Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote) dice:

Palabra del Señor.

Todos aclaman:

Gloria a ti, Señor Jesús.

Si la aclamación es cantada pueden usarse otras respuestas de alabanza a Jesucristo, por ejemplo:

Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu ley nuestra libertad.

O bien:

Tu palabra, Señor, es lámpara que alumbra nuestros pasos.

O bien:

Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.

Después el diácono lleva el libro a quien preside, y éste lo besa, diciendo en secreto:

Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.

O bien el mismo diácono besa el libro, diciendo en secreto las mismas palabras.

Luego tiene lugar la homilía; ésta es obligatoria todos los domingos y fiestas de precepto y se recomienda en los restantes días.

Acabada la homilía, si la Liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:


PRIMERA LECTURA
LECTIO PRIMA
PRIMA LECTURA


Dios llama al siervo desde el seno materno. En él se complace.

Le encomienda una misión salvífica: reunir al Israel disperso y desterrado, e iluminar con la luz de su palabra, que es la revelación de Dios, a todos los pueblos. Esa luz de Dios es salvación para los hombres. Esta función salvífica e iluminadora es tarea de todos los enviados por Dios. El primero, Cristo. Después, los apóstoles.

Ahora, todos y cada uno de los cristianos.

Lectura del libro de Isaías   Is 49, 3-6



El Señor me dijo: «Tú eres mi Servidor, Israel, por ti Yo me glorificaré». Pero yo dije: «En vano me fatigué, para nada, inútilmente, he gastado mi fuerza». Sin embargo, mi derecho está junto al Señor y mi retribución, junto a mi Dios. Y ahora, habla el Señor, el que me formó desde el vientre materno para que Yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a Él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. Él dice: «Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; Yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra».

Verbum Dòmini. Deo gratias.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Parola di Dio. Rendiamo grazie a Dio.

SALMO RESPONSORIAL.
PSALMUS RESPONSORIUS
SALMO RESPONSORIAL
La carta a los hebreos aplica el salmo 39 a Jesucristo en su actitud de entrega al Padre. Pero-antes de que Cristo usara estas palabras, ya Israel manifestaba con estas expresiones su confianza y su entregaa Dios. Y la Iglesia cristiana hace suya esta oración tan antigua.

Sal 39, 2. 4. 7-10 
R.  Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Esperé confiadamente en el Señor: Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. 
R.
Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: «Aquí estoy». 
R.
«En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón». 
R.
Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor. 
R.

SEGUNDA LECTURA
LECTIO SECUNDA
SECONDA LETTURA
Saludo de Pablo a la comunidad de Corinto; le desea el amor del Padre (gracia) y su efecto reconciliador (paz).

Llama a la comunidad «Iglesia de Dios» expresión  favorita del Apóstol. Y la describe como:

a) una asamblea de hombres llamados por el Padre a ser santos: todo para Dios;

b) dedicados enteramente al servicio de la voluntad del Padre,mediante su unión con Cristo;

c) viviendo en unión con los hermanos de otras comunidades.

El lazo de unión es la invocación del Nombre del Señor: la fe en Jesús, Señor. Cfr Hch 2, 21; Rm 1, 7; Ef 1, 4. 5. 26-27.


Comienzo de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 1, 13


Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, saludan a la Iglesia de Dios que reside en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos aquéllos que en cualquier parte invocan el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Señor de ellos y nuestro. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Verbum Dòmini. Deo gratias
Parola di Dio Rendiamo grazie a Dio

ACLAMACIÓN
Aleluia. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. A todos los que la recibieron les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.  Aleluia.

EVANGELIO                                       
Evangelium
VANGELO
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón, acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios; ya en el ambón dice:

El Señor esté con vosotros.

Il Signore sia con voi

El pueblo responde:

R: / Y con tu espíritu.

E con il tuo spirito.

Dóminus vobíscum

Et cum spíritu tuo

El diácono (o el sacerdote):

Lectura del santo Evangelio según san N.

Léctio sancti Evangélii secúndum

Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el libro y sobre su frente, labios y pecho.

El pueblo aclama:

R: / Gloria a ti, Señor. Glória tibi, Dómine.

El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso, inciensa el libro.

Luego proclama el evangelio.

Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote) dice:

Palabra del Señor.

Todos aclaman:

R: / Gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL VANGELO SECONDO

El testimonio del Bautista acerca de Jesús es explícita, formulado en términos de superioridad. Jesús es anterior en el tiempo (cfr Jn I, 1) y superior en dignidad. Juan ha visto que el Espíritu se quedaba en El (¡en los profetas venia sólo temporalmente!). De ahí la incomparable superioridad del bautismo (en sentido más amplio y profundo) de Jesús, que no sólo perdona los pecados, sino que «quita el Pecado del Mundo» como Cordero de Dios (culmen ycompendio del testimonio!). Jesús bautiza al mundo en el Espíritu,comunicándole la Vida, y es así la antitesis del Pecado. Y asi, el

testimonio es también confesión de fe y doctrina cristológica riquísima.

Del santo Evangelio según san Juan 1, 29-34


Juan Bautista vio acercarse a Jesús y dijo: «Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A Él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que Él fuera manifestado a Israel». Y Juan dio este testimonio: «He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre Él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: “Aquél sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre Él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo”. Yo lo he visto y doy testimonio de que Él es el Hijo de Dios».

Palabra del Señor.
Te alabamos Señor

Verbum Domini.
Laus tibi, Christe

Parola del Signore.
Lode a te, o Cristo.

Homilía


PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE DI FEDE
PROFESION DE FE
Acabada la homilía, si la liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.

Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,

En las palabras que siguen, hasta María Virgen, todos se inclinan.

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,

nació de santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó de entre los muertos,

subió a los cielos

y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

la santa Iglesia católica,

la comunión de los santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de la carne

y la vida eterna.

Amén.


Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et in unum Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante omnia saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum, non factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos homines et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis sub Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per prophetas. Et unam, sanctam, catholicam et apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum et vitam venturi saeculi.



Credo in un solo Dio,

Padre onnipotente, creatore del cielo e della terra,

di tutte le cose visibili e invisibili.

Credo in un solo Signore, Gesù Cristo,

unigenito Figlio di Dio, nato dal Padre prima di tutti i secoli.

Dio da Dio, Luce da Luce, Dio vero da Dio vero;

generato, non creato; della stessa sostanza del Padre;

per mezzo di lui tutte le cose sono state create.

Per noi uomini e per la nostra salvezza discese dal cielo;

e per opera dello Spirito Santo

si é incarnato nel seno della Vergine Maria e si é fatto uomo.

Fu crocifisso per noi sotto Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.

Il terzo giorno é risuscitato, secondo le Scritture;

é salito al cielo, siede alla destra del Padre.

E di nuovo verrà, nella gloria, per giudicare i vivi e i morti,

e il suo regno non avrà fine.

Credo nello Spirito Santo, che é Signore e da la vita,

e procede dal Padre e dal Figlio

e con il Padre e il Figlio é adorato e glorificato

e ha parlato per mezzo dei profeti.

Credo la Chiesa, una, santa, cattolica e apostolica.

Professo un solo battesimo per il perdono dei peccati.

Aspetto la risurrezione dei morti e la vita del mondo che verrà.

Amen.

ORATIO FIDELIUM
ORACIONES DE LOS FIELES
PREGHIERA DEI FEDELI
Después se hace la plegaria universal u oración de los fieles, que se desarrolla de la siguiente forma:

lnvitatorio

El sacerdote invita a los fieles a orar, por medio de una breve monición.

Intenciones

Las intenciones son propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector o por otra persona idónea.

El pueblo manifiesta su participación con una invocación u orando en silencio.

La sucesión de intenciones ordinariamente debe ser la siguiente:

a) por las necesidades de la Iglesia;

b) por los gobernantes y por la salvación del mundo entero;

e) por aquellos que se encuentran en necesidades particulares;

d) por la comunidad local.

Conclusión

El sacerdote termina la plegaria común con una oración conclusiva

Deinde fit oratio universalis, seu oratio fidelium.



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