El padre David Mondaca Rivas presbítero de la diócesis de Santiago, ha presidido su última misa en la parroquia san Vicente Pallotti donde asumió el 18 de marzo del 2007. Desde marzo su nueva parroquia será nuestra Señora de la Victoria ubicada en la población de la Victoria. A nuestro hermano en la fe y amigo P.David, muchas y abundantes bendiciones en sus nuevas tareas pastorales de la mano de la Santísima Virgen María.
Desde toda la eternidad y
por toda la eternidad en cada momento infinitesimal quisiera, ¡oh Dios
mío!, haber amado, honrado y glorificado a mi queridísima Madre María; a quien
quiero amar, honrar y glorificar con el amor, honor y gloria con que tú, ¡oh Padre
eterno!, la has amado, honrado y glorificado. OOCC X
331-332 (San Vicente Pallotti)
Procuremos encarnar a
Cristo en nuestras vidas. He ahí el mejor medio para llamarles la atención
sobre Dios. Nosotros los sacerdotes, encarnamos siempre esa inquietud por Dios.
Pero a fin de que esa inquietud sea una inquietud sana, tratemos de ser
nosotros mismos hombres apasionados por Dios. La gota continua horada la roca.
Siervo de Dios Padre José Kentenich,ejercicio para sacerdotes año 1939)
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MATE0: 4, 12-23
Al enterarse Jesús de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea, y dejando el pueblo de Nazaret, se fue a vivir a Cafarnaúm, junto al lago, en territorio de Zabulón y Neftalí, para que así se cumpliera lo que había anunciado el profeta Isaías:
Tierra de Zabulón y Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los paganos. El pueblo que yacía en tinieblas vio una gran luz. Sobre los que vivían en tierra de sombras una luz resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, diciendo: "Conviértanse, porque ya está cerca el Reino de los cielos".
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.
Andaba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando la buena nueva del Reino de Dios y curando a la gente de toda enfermedad y dolencia.
HOMILÍA
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