miércoles, 18 de noviembre de 2015

Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre.


Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario
Color litúrgico Verde
Santuario Cenáculo de Bellavista
15 de noviembre 2015
Presidió el padre Andrés Larraín 

HOMILÍA





Del santo Evangelio según san Marcos: 13, 24-32

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando lleguen aquellos días, después de la gran tribulación, la luz del sol se apagará, no brillará la luna, caerán del cielo las estrellas y el universo entero se conmoverá. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad. Y Él enviará a sus ángeles a congregar a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales y desde lo más profundo de la tierra a lo más alto del cielo.
Entiendan esto con el ejemplo de la higuera. Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las hojas, ustedes saben que el verano está cerca. Así también, cuando vean ustedes que suceden estas cosas, sepan que el fin ya está cerca, ya está a la puerta. En verdad que no pasará esta generación sin que todo esto se cumpla. Podrán dejar de existir el cielo y la tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse. Nadie conoce el día ni la hora. Ni los ángeles del cielo ni el Hijo; solamente el Padre".



























Peregrinación al Santuario y rezo del Ángelus y la pequeña consagración





No hay comentarios:

Publicar un comentario