"Caliz vivo, como Tú, Madrecita,que debes haber convertido muy especialmente aquellos nueve meses de Nazaret en continuo hacerlo todo junto con Él, como expresión de amor... Madrecita mía, hazme vivir también esta amor de uníon en mi vida diaria, sintiendo permanentemente la presencia de Dios en mi y en mi alrededor, particularmente en la santa Comunión.
¡ Cuánto mas afinar mi sensibilidad frente a la presencia diaria de Dios eucarístico en mi, Madrecita mía, y cómo debería esa conciencia hacer íntimo mi contacto permanente de amor con Él !Algún día, Madrecita, te lo pido de todo corazón, hazme sentir aquello de que es Cristo quien vive en mi, su Sangre la que circúla por mis venas, la que llena el Calíz. Entonces todo mi actuar del día será una silenciosa pero real contemplación y uníon a Él en amor." (Diario V-125,11.6.59)
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