DE LA EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL SACRAMENTUM CARITATIS
DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
La fe eucarística de la Iglesia
6. « Este es el Misterio de la fe ».
Con esta expresión, pronunciada
inmediatamente después de las palabras de la consagración, el sacerdote proclama
el misterio celebrado y manifiesta su admiración ante la conversión sustancial
del pan y el vino en el cuerpo y la sangre del Señor Jesús, una realidad que
supera toda comprensión humana.
En efecto, la Eucaristía es « misterio de la fe
» por excelencia: « es el compendio y la suma de nuestra fe ».13.
La fe de la
Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de modo particular en la
mesa de la Eucaristía. La fe y los sacramentos son dos aspectos complementarios
de la vida eclesial. La fe que suscita el anuncio de la Palabra de Dios se
alimenta y crece en el encuentro de gracia con el Señor resucitado que se
produce en los sacramentos: « La fe se expresa en el rito y el rito refuerza y
fortalece la fe ».14 Por eso, el Sacramento del altar está siempre en el
centro de la vida eclesial; « gracias a la Eucaristía, la Iglesia renace
siempre de nuevo ».15 Cuanto más viva es la fe eucarística en el Pueblo de
Dios, más profunda es su participación en la vida eclesial a través de la adhesión
consciente a la misión que Cristo ha confiado a sus discípulos. La historia
misma de la Iglesia es testigo de ello. Toda gran reforma está vinculada de
algún modo al redescubrimiento de la fe en la presencia eucarística del Señor
en medio de su pueblo.
Notas:
13Catecismo de la Iglesia Católica, 1327.
14Propositio 16.
15Homilía en la Misa de toma de posesión de la Cátedra
de Roma (7 mayo 2005): AAS 97
(2005),
752.
DEL MISAL
33. En las fórmulas que siguen, las palabras
del Señor han de pronunciarse con claridad, como lo requiere la naturaleza de éstas.
Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado,
Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre
el altar, prosigue:
tomó pan, y
dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos,
diciendo:
Se inclina un poco.
Tomad y
comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por vosotros.
Muestra el pan consagrado al pueblo, lo
deposita luego sobre la patena y lo adora haciendo genuflexión
34. Después prosigue:
Del mismo modo, acabada la cena,
Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado
sobre el altar, prosigue:
Tomó el
cáliz, dando gracias te bendijo, y lo pasó a sus discípulos, diciendo:
Se inclina un poco.
Tomad y bebed
todos de él, porque éste es el cáliz de mi Sangre, Sangre de la alianza nueva y
eterna, que será derramada por vosotros y por todos los hombres para el perdón
de los pecados.
Haced esto en
conmemoración mía.
Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre
el corporal y lo adora haciendo genuflexión.
35. Luego dice una de las siguientes fórmulas:
1 Éste es el Sacramento de nuestra fe.
Y el pueblo prosigue, aclamando:
Anunciamos tu
muerte, proclamamos tu resurrección.
¡Ven, Señor
Jesús!
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