miércoles, 12 de junio de 2013

Queremos caminar juntos, ser Iglesia de comunión y participación, en la que nadie está excluido, Iglesia misericordiosa


El presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Ezzati, inauguró este miércoles la II Asamblea Eclesial.





El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile
Fecha: 12/06/2013
País: Chile
Ciudad: Santiago



“Ánimo. ¡Soy yo! No tengan miedo” (Mt 14,27)

Mensaje de los Obispos al inicio de la II Asamblea Eclesial Nacional
1. Fortalecidos por la presencia del Espíritu Santo, la Iglesia que peregrina en tierra chilena vuelve a renovar su profesión de fe, abriendo las puertas a Jesucristo el Señor, a fin de que el Reino de Dios siga creciendo como expresión del amor de Dios, Padre de todos, y como signo esperanzador para la vida de todos los chilenos y chilenas.

2. El testimonio de Benedicto XVI nos iluminó y dio espesor a nuestra identidad de discípulos de Jesús: Él es Maestro y Señor. En Él se funda nuestra fe. Él es el futuro de cada persona y de toda la sociedad. Sólo Él tiene palabras de Vida eterna y sólo Él es la roca inconmovible sobre la cual construir la comunión y la solidaridad humana. 

A su vez, el papa Francisco, desde el comienzo de su ministerio de sucesor de Pedro, no ha dejado de confirmarnos en esa misma fe, indicando con palabras y con gestos sencillos la misión de la Iglesia que se manifiesta en un servicio evangélico, volcado especialmente a los pobres y a los alejados, y a quienes viven en las periferias materiales, morales y espirituales.


3. Al inicio de la II Asamblea Eclesial de Chile, queremos decir una palabra a todos los que viven su discipulado comprometidos en la misión de la Iglesia: laicos y consagrados, hombres y mujeres que son parte activa de la misión evangelizadora en parroquias, colegios, comunidades eclesiales, movimientos apostólicos y en tantas otras instituciones católicas.

4. Con enorme gratitud por el testimonio del Resucitado, de nuestros santos y del que ustedes dan en sus vidas y en su servicio, les queremos expresar nuestra cercanía y nuestro afecto. Sabemos que los desafíos que vive la comunidad eclesial no les dejan indiferentes. Sabemos que no es fácil proclamar las Bienaventuranzas del Reino en una realidad secularizada y fragmentada. Sabemos también que nos acompaña nuestra fragilidad y pecado. Por eso sentimos un deber sostenernos unos a otros, escucharnos con respeto, apoyarnos y nutrirnos en el Señor para recuperar las confianzas y seguir caminando con nuevos bríos.

5. Como Pastores, queremos animarles a seguir dándose por entero al Señor. Lo han hecho durante toda una vida y ni siquiera en las mayores tormentas han claudicado. Hoy nuestro corazón alberga una renovada esperanza. Junto a ustedes, estamos dispuestos a caminar en el gozo de nuestra vocación cristiana, seguros de la ternura del Padre y de su misericordia. Queremos caminar juntos, ser Iglesia de comunión y participación, en la que nadie está excluido, Iglesia misericordiosa que ratifica su compromiso de servir a las personas, especialmente a los pobres, sufrientes, marginados, y a quienes ha ofendido.

6. Como un potente signo esperanzador nos constituimos hoy como Pueblo de Dios en esta II Asamblea Eclesial Nacional, un hito relevante de comunión eclesial para la misión de transmitir el tesoro de la fe. Traemos hasta aquí el caminar de nuestra Iglesia y los frutos de las asambleas diocesanas. Queremos discernir juntos los mejores modos de contribuir activamente a las transformaciones que la Iglesia y la sociedad chilena reclaman, respecto de los grandes temas de fondo que el Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile ha puesto sobre la mesa, en su última carta pastoral .

7. Queremos animar la búsqueda de caminos que ayuden a humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile. Lo que somos y lo mucho que hemos crecido han de ser también para la Iglesia un desafío y una tarea que fortalezca la esperanza de todos, especialmente de los jóvenes.

8. Invitamos a todos los miembros de la Iglesia a emprender con confianza los pasos audaces que el papa Francisco nos ha indicado, llevando más allá de nuestros templos y centros pastorales el mensaje transformador de Jesús, pan compartido, camino, verdad y vida para este tiempo y los que vendrán.

9. De la mano de María, en cuyo santuario nos congregamos, seamos verdaderamente una Iglesia que escucha, anuncia y sirve.


Con afecto y gratitud,

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE
† Ricardo Ezzati Andrello
Arzobispo de Santiago
Presidente

† Alejandro Goic Karmelic
Obispo de Rancagua
Vicepresidente

† Gonzalo Duarte García de Cortázar
Obispo de Valparaíso

† Horacio Valenzuela Abarca
Obispo de Talca

† Ignacio Ducasse Medina
Obispo de Valdivia
Secretario General



Centro de Peregrinos de Schöenstatt - Santiago, 12 de junio de 2013


Como Iglesia somos fruto de una sola vocación 


El presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Ricardo Ezzati, inauguró este miércoles la II Asamblea Eclesial. En su saludo, expresó sus intenciones de que la instancia sea un tiempo de escucha de la Palabra y destacó que a lo largo de estos años se ha buscado caminar juntos en comunión, como Iglesia y como pueblo.

Con una danza de la historia de la pastoral nacional, comenzó la II Asamblea Eclesial Nacional, que se prolongará hasta el 15 de junio. Después de la proclamación de la Palabra, el arzobispo de Santiago saludó a los cerca de 600 asistentes que llegaron desde temprano al Centro de Peregrinos de Schoenstatt.

Que este sea un tiempo de escucha de la Palabra de Dios, de esa Palabra que se hace presente en el discernimiento de cada uno, fue el deseo que manifestó monseñor Ezzati al comienzo, destacando que a lo largo de estos años se ha buscado caminar juntos en comunión, como Iglesia.

Somos una Iglesia fruto de una sola vocación, destacó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, quien además señaló que tanto el testimonio de Benedicto XVI como del papa Francisco, nos han reforzado en este sentido. Asimismo, manifestó la intención de querer ser una Iglesia que vive en estado de misión permanente, que sienta el gozo de anunciar a Jesucristo a quienes no lo conocen y sobre todo a los que, conociéndolo, se han alejado.

Más adelante, los participantes de esta II Asamblea Eclesial recibieron el saludo del Nuncio Apostólico, monseñor Ivo Scapolo, quien agradeció la invitación y destacó la importancia de estar unidos en la realización y coordinación de los programas pastorales. Junto a lo anterior, monseñor Scapolo destacó la importancia de promover una intensa campaña vocacional. Según explicó, la Iglesia de hoy tiene una enorme necesidad de consagrados y se manifestó convencido de que la Iglesia chilena tiene un enorme potencial en este sentido, que hay que descubrir.

La jornada continuó con la explicación de la metodología de este encuentro y la lectura del Mensaje del Comité Permanente del Episcopado a propósito de esta segunda Asamblea. Ver nota aparte sobre el Mensaje: Obispos animan a los católicos a ser Iglesia misericordiosa y sin exclusiones 

Después de un primer encuentro de grupos de trabajo a la hora del café, los asistentes se prepararon para la celebración de la Misa. En procesión encabezada por la Cruz de Chile se dirigieron hasta el templo del santuario. 

La celebración de la Eucaristía presidida por monseñor Ivo Scapolo, quien recalcó que la Palabra, la Eucaristía y la solidaridad, son los pilares que deben caracterizar a las comunidades cristianas. En la homilía, a partir de la lectura tomada del Evangelio de San Mateo, mismo texto inspirador de la Asamblea, el Nuncio Apostólico señaló que cada uno de nosotros acepta emprender un desafío, como Pedro, queriendo confiar en Jesús. Sin embargo, afirmó, que nuestro problema puede ser la poca fe en el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros.

















Todo sobre la Asamblea Eclesial

Fuente: Prensa CECh


Santiago, 12/06/2013

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