MISSALE ROMANUM, 16 DE MARZO
COLOR LITÚRGICO MORADO
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA
VERBI
LITURGIA
DELLA PAROLA
El lector va al ambón y lee la primera lectura, que
todos escuchan sentados.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
El salmista o el cantor entona la antífona del
salmo, y el pueblo la repite y la intercala entre las estrofas.
Si hay segunda lectura, se lee en el ambón, como la
primera.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
Sigue el canto del Aleluya o, en tiempo de
Cuaresma, el canto antes del evangelio.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo
pone en el incensario.
Después el diácono (o el concelebrante que ha de
proclamar el evangelio, en la misa presidida por el Obispo), inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote en voz baja dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
El diácono o el concelebrante se signa y responde: Amén.
Si el mismo sacerdote debe proclamar el evangelio,
inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que anuncie dignamente tu Evangelio.
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El diácono (o el sacerdote):
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada pueden usarse otras
respuestas de alabanza a Jesucristo, por ejemplo:
Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu ley nuestra libertad.
O bien:
Tu palabra, Señor, es lámpara que alumbra nuestros pasos.
O bien:
Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.
Después el diácono lleva el libro a quien preside,
y éste lo besa, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
O bien el mismo diácono besa el libro, diciendo en
secreto las mismas palabras.
Luego tiene lugar la homilía; ésta es obligatoria
todos los domingos y fiestas de precepto y se recomienda en los restantes días.
Acabada la homilía, si la Liturgia del día lo
prescribe, se hace la profesión de fe:
PRIMERA LECTURA
LECTIO PRIMA
PRIMA LECTURA
La
humanidad continúa alejándose de Dios, a pesar del castigo
del
diluvio Dios prosigue su plan salvífico, anunciado en el protoevangelio (Gn 3,
15). El Señor elige a un hombre para formar un pueblo, depositario de las promesas, del que nacerá el
Salvador.
La vocación de Abrahán lleva consigo unas
exigencias. Tiene que
renunciar a su tierra y a su familia con todo lo que esto significa.
La respuesta de Abrahán constituye el acto
perfecto de fe, confianza y obediencia a Dios. Apoyado solamente en la palabra de Dios, se encamina a lo desconocido
(Hb 11, 8-ig). La figura del
Patriarca
será en el Antiguo y Nuevo Testamento ejemplo admirable de la auténtica
fe. Dios le promete hacerle padre de
un gran pueblo, y engrandecer
su nombre, que será fuente de bendición.
Para
llevar a cabo esta misión salvífica, le asegura su protección.
Dios
llamará en Jesucristo (2. Tm 1, g), su Hijo Amado (Mt 17,5), a formar el nuevo
pueblo de Dios a todos los que por la misma fe son hijos de Abrahán (Gal 3,7).
Del libro del Génesis: 12, 1-4
En aquellos días, dijo el Señor a
Abram: "Deja tu país, a tu parentela y la casa de tu padre, para ir a la
tierra que yo te mostraré. Haré nacer de ti un gran pueblo y te bendeciré.
Engrandeceré tu nombre y tú mismo serás una bendición. Bendeciré a los que te
bendigan, maldeciré a los que te maldigan. En ti serán bendecidos todos los
pueblos de la tierra". Abram partió, como se lo había ordenado el Señor.
Verbum Dòmini. Deo gratias.
Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor
Parola di Dio. Rendiamo
grazie a Dio.
SALMO RESPONSORIAL.
PSALMUS RESPONSORIUS
SALMO RESPONSORIALE
Del salmo 32 R/. Señor, ten misericordia de nosotros.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.
R/.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado.
R/.
SEGUNDA LECTURA
LECTIO SECUNDA
SECONDA LETTURA
Pablo anima a Timoteo a sobrellevar, juntamente
con él, los sufrimientos que le ocasione su misión apostólica Los motivos que aduce
Pablo son:
— la fuerza de Dios, presente en todo
apóstol;
— la salvación y la vocación cristiana: dones
gratuitos de Dios a los que hay que corresponder honestamente;
— la perennidad y eternidad de estos dones
divinos;
— su grandiosa manifestación en la
Encarnación de Cristo, el Salvador;
— la destrucción de la muerte, como signo
claro de la salvación y la inmortalidad (o vida divina) ofrecida a todos los
hombres.
(Cfr. Rom 1, 6-7; 1 Cor 15, 55-57)-
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 8-10
Querido hermano: Comparte conmigo
los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de
Dios. Pues Dios es quien nos ha salvado y nos ha llamado a que le consagremos
nuestra vida, no porque lo merecieran nuestras buenas obras, sino porque así lo
dispuso él gratuitamente.
Este don, que Dios nos ha concedido por medio de Cristo Jesús desde toda la eternidad, ahora se ha manifestado con la venida del mismo Cristo Jesús, nuestro Salvador, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la luz de la vida y de la inmortalidad, por medio del Evangelio
Este don, que Dios nos ha concedido por medio de Cristo Jesús desde toda la eternidad, ahora se ha manifestado con la venida del mismo Cristo Jesús, nuestro Salvador, que destruyó la muerte y ha hecho brillar la luz de la vida y de la inmortalidad, por medio del Evangelio
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor
Verbum Dòmini. Deo
gratias
Parola di Dio Rendiamo
grazie a Dio.
ACLAMACIÓN
ACLAMACIÓN (Cfr. Mt 17, 5) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: "Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
En el esplendor de la nube se oyó la voz del Padre, que decía: "Este es mi Hijo amado; escúchenlo". R/.
EVANGELIO
Evangelium
VANGELO
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
compañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con vosotros.
Il Signore sia con voi
El pueblo responde:
R: / Y con tu espíritu.
E con il tuo spirito.
Dóminus vobíscum
Et cum spíritu tuo
El
diácono (o el sacerdote):
Lectura del santo Evangelio según san N.
Léctio sancti Evangélii
secúndum
Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R: / Gloria a ti, Señor. Glória tibi, Dómine.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
R: / Gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL VANGELO SECONDO
El
Padre manifiesta a los que serán «columnas de la Iglesia »(Gal 2,9) que Jesús
de Nazaret es su Hijo muy amado (cfr Mc 1,11), su Palabra reveladora (Jn 1,1,
14,10) que completa (Mt 5,17 la Ley y los Profetas (Moisés y Elias) y que hemos
de recibirla.
Una
de las exigencias de esta Palabra nos lleva a creer incondicionalmente en la
plenitud de vida que el Padre concede a sus hijos después de esta vida. Jesús,
transfigurándose, anticipa a los tres discípulos parte de esta realidad de la
que El gozará en plenitud el primero, como «primicias de los que murieron » (1
Cor15, 20.23; I Tes 4,14), de la que hará partícipes a los que somos «.herederos
con Elias (Rom 8,17; Gal 4,7).
Esta
verdad ha de ser recibida por la fe en la actualización de esta plenitud de vida
que se realiza en la Resurrección del Hijo Unigénito. Por ello obliga a los
tres discípulos a guardar en secreto hasta qué llegue Su Hora.
Del
santo Evangelio según san Mateo: 17, 1-9
En aquel tiempo, Jesús tomó
consigo a Pedro, a Santiago y a Juan, el hermano de éste, y los hizo subir a
solas con Él a un monte elevado. Ahí se transfiguró en su presencia: su rostro
se puso resplandeciente como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como
la nieve. De pronto aparecieron ante ellos Moisés y Elías, conversando con
Jesús. Entonces Pedro le dijo a Jesús: "Señor, ¡qué bueno sería quedarnos
aquí! Si quieres, haremos aquí tres chozas, una para ti, otra para Moisés y
otra para Elías".
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo". Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: "Levántense y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos"
Cuando aún estaba hablando, una nube luminosa los cubrió y de ella salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo muy amado, en quien tengo puestas mis complacencias; escúchenlo". Al oír esto, los discípulos cayeron rostro en tierra, llenos de un gran temor. Jesús se acercó a ellos, los tocó y les dijo: "Levántense y no teman". Alzando entonces los ojos, ya no vieron a nadie más que a Jesús.
Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: "No le cuenten a nadie lo que han visto, hasta que el Hijo del hombre haya resucitado de entre los muertos"
S: Palabra del Señor .Te
alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi,
Christe
Parola del Signore. Lode a
te, o Cristo.
Homilía
PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE DI FEDE
PROFESION DE FE
Acabada la homilía, si la
liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:
Creo en Dios, Padre
todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor,
En las palabras que siguen,
hasta María Virgen, todos se inclinan.
que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió
a los infiernos,al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo
en el Espíritu Santo, la
santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la
resurrección de la carne
y
la vida eterna.
Amén.
Credo in unum Deum, Patrem
omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et in unum
Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante omnia
saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum, non
factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos homines
et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de Spiritu
Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis sub
Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum
Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus
est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in
Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui
cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per
prophetas. Et unam, sanctam,
catholicam et apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem
peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum et vitam
venturi saeculi.
Credo in un solo Dio, Padre
onnipotente, creatore del cielo e della terra, di tutte le cose visibili e
invisibili.
Credo in un solo Signore,
Gesù Cristo, unigenito Figlio di Dio,
nato dal Padre prima di tutti i secoli.
Dio da Dio, Luce da Luce,
Dio vero da Dio vero; generato, non creato; della
stessa sostanza del Padre; per mezzo di lui tutte le
cose sono state create.
Per noi uomini e per la
nostra salvezza discese dal cielo;
e per opera dello Spirito
Santosi é incarnato nel seno della
Vergine Maria e si é fatto uomo.
Fu crocifisso per noi sotto
Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.
Il terzo giorno é risuscitato,
secondo le Scritture; é salito al cielo, siede
alla destra del Padre.
E di nuovo verrà, nella
gloria, per giudicare i vivi e i morti,
e il suo regno non avrà fine.
Credo nello Spirito Santo,
che é Signore e da la vita, e procede dal Padre e dal
Figlio e con il Padre e il Figlio é adorato e glorificato e ha parlato
per mezzo dei profeti.
Credo la Chiesa, una,
santa, cattolica e apostolica.
Professo un solo battesimo
per il perdono dei peccati.
Aspetto la risurrezione dei
morti e la vita del mondo che verrà.
Amen.
ORATIO
FIDELIUM
ORACIONES
DE LOS FIELES
PREGHIERA DEI FEDELI
Después se hace la plegaria
universal u oración de los fieles, que se desarrolla de la siguiente forma:
lnvitatorio
El sacerdote invita a los
fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son
propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector o por otra persona
idónea.
El pueblo manifiesta su
participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones
ordinariamente debe ser la siguiente:
a) por las necesidades de la Iglesia ;
b) por los gobernantes y por
la salvación del mundo entero;
e) por aquellos que se
encuentran en necesidades particulares;
d) por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la
plegaria común con una oración conclusiva
Deinde
fit oratio universalis, seu oratio fidelium.
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