miércoles, 12 de marzo de 2014

Con soberana libertad y en silencio aceptas como voluntad del Padre tu sentencia de muerte


Satanás a través de sus esbirros,
te  ha condenado a muerte
contra todo derecho;
a ti, Señor,
que eres, desde la eternidad,
la Verdad, la Justicia, el Amor y la vida.

Con soberana libertad y en silencio aceptas
como voluntad del Padre tu sentencia de muerte;
eres tan desprendido de ti mismo
y tan íntegramente libre,
Que estás dispuesto
a seguir sólo lo que es del padre.

Pilato, el sumo Sacerdote y las masas
culpablemente te abandonan
a ti, luz del mundo,
y te vuelven a menudo
a condenar a muerte
entre gritos estridentes, con odio y con desprecio.
  
Junto con tu Esposa,
que contigo sobrelleva los pesares,
quiero  morir a todos mis egoísmos.
Con alegría  hago renuncia total,
también de mi honor y de mis derechos;
a todo renuncio si el Padre así lo pide.
(Hacia el Padre nro 345- 347.349.Siervo de Dios P. José Kentenich)






 Madrecita querida, ¿Qué más puedo pedirte hoy, sino que me hagas enormemente sensible al fluir del rio de sangre que mana de las heridas de Cristo para dejarme trasformar enteramente por él, dejarme rescatar de las manos de Satanás, dejarme convertir por esa vida transformadora en un hombre fecundo…? Si,  Madrecita mía, te ruego que me hagas vivir enteramente de la gracia: transfórmame en tu imagen, hazme como Tú, un Cáliz vivo de la Sangre Redentora de tu Hijo.

(Diario IV-312,24.6.58) Siervo de Dios Mario 
Hiriart Pulido



Fotos:  Representación del Vía Crucis, santuario Cenáculo de Bellavista año 2013




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