jueves, 2 de agosto de 2012

Santuario Cenáculo de Bellavista. Domingo 17 del tiempo ordinario 29 de julio 2012


Por El, el Cordero siempre victorioso,
que yace ante ti como inmolado,
en espíritu Santo,
que impulsa la creación a las alturas,
recibe Padre, de un sincero corazón filial:
adoración, expiación,
agradecimiento y petición.
Amén
(Padre José Kentenich)




LECTURA DEL SANTO EVANGELIO

Lectura (Proclamación) del santo según San Juan
Jn 6, 1-15
Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: «¿Dónde compraremos pan para darles de comer?» Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió:
«Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan». Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: «Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?» Jesús le respondió: «Háganlos sentar». Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron. Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada». Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada. Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía: «Éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo». Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.
S: Palabra del Señor .Te alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi, Christe
Parola del Signore. Lode a te, o Cristo.

HOMILIA



ORACION SOBRE LAS OFRENDAS


PLEGARIA EUCARISTICA








AGNUS DEI


 COMUNION

ORACION DESPUES DE LA COMUNION


Que nos alimentemos de la Eucaristía, que es Cristo, Cristo viviendo entre nosotros; que asistamos cada día, a ser posible, a su Sacrificio redentor, recibamos a Jesús en el pecho, y que en el día perseveremos fieles a la unión divina, lo que se traducirá en obrar como Cristo, en mirar las alegrías y los fracasos con los ojos de Cristo, sólo pensando qué haría Cristo en nuestro lugar... ¿Qué haría? ¡Cómo caen por tierra los vicios, lo que nunca Cristo haría! (Padre San Alberto Hurtado Cruchaga)















AÑO DE LA CORRIENTE DEL SANTUARIO 2011-2012

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