Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo
Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo

jueves, 19 de abril de 2012

Santuario Cenáculo de Bellavista. Segundo Domingo de Pascua o Divina MIsericordia 15 de abril 2012




Padre, nos escogite en Cristo 19
como instrumentos para tu Reino,
com semilla,luz y levadura,
para la redencion del mundo.
(De la misa del instrumento. Padre José Kentenich)




ANTIFONA DE ENTRADA 1 Pe 2, 2
Como niños recién nacidos, desead una leche pura y espiritual que os haga crecer hacia la salvación. Aleluya.

Quasi modo géniti infántes, rationábile, sine dolo lac concupíscite, ut in eo crescátis in salútem, allelúia.

Liturgia de la Palabra

Mas tajante que espada de doble filo53
se ha mostrado la Palabra de Dios:
separa con fuerza espíritu y alma
y dispone la transformación interior;

es martillo que destroza55
lo que en el camino estorba,
lo que nos detiene en la senda hacia Dios
y pesturba y disminuye nuestro amor;

es semilla que arraiga56
si cae en buen terreno;
que trae fruto centuplicado
si penetra hondo en los corazones.
(Misa del instrumento Padre José Kentenich)



Evangelio según San Juan 20,19-31.
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: "¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes".
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: "Reciban el Espíritu Santo.
Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan".
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: "¡Hemos visto al Señor!". El les respondió: "Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré".
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: "¡La paz esté con ustedes!".
Luego dijo a Tomás: "Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe".
Tomas respondió: "¡Señor mío y Dios mío!".
Jesús le dijo: "Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!".
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

EVANGELIUM SECUNDUM IOANNEM
20


19 Cum esset ergo sero die illa prima sabbatorum, et fores essent clausae, ubi erant discipuli, propter metum Iudaeorum, venit Iesus et stetit in medio et dicit eis: “ Pax vobis! ”.
20 Et hoc cum dixisset, ostendit eis manus et latus. Gavisi sunt ergo discipuli, viso Domino.
21 Dixit ergo eis iterum: “ Pax vobis! Sicut misit me Pater, et ego mitto vos ”.
22 Et cum hoc dixisset, insufflavit et dicit eis: “ Accipite Spiritum Sanctum.
23 Quorum remiseritis peccata, remissa sunt eis; quorum retinueritis, retenta sunt ”.
24 Thomas autem, unus ex Duodecim, qui dicitur Didymus, non erat cum eis, quando venit Iesus.
25 Dicebant ergo ei alii discipuli: “ Vidimus Dominum! ”. Ille autem dixit eis: “ Nisi videro in manibus eius signum clavorum et mittam digitum meum in signum clavorum et mittam manum meam in latus eius, non credam ”.
26 Et post dies octo iterum erant discipuli eius intus, et Thomas cum eis. Venit Iesus ianuis clausis et stetit in medio et dixit: “ Pax vobis! ”.
27 Deinde dicit Thomae: “ Infer digitum tuum huc et vide manus meas et affer manum tuam et mitte in latus meum; et noli fieri incredulus sed fidelis! ”.
28 Respondit Thomas et dixit ei: “ Dominus meus et Deus meus! ”.
29 Dicit ei Iesus: “ Quia vidisti me, credidisti. Beati, qui non viderunt et crediderunt! ”.
30 Multa quidem et alia signa fecit Iesus in conspectu discipulorum suorum, quae non sunt scripta in libro hoc;
31 haec autem scripta sunt, ut credatis quia Iesus est Christus Filius Dei et ut credentes vitam habeatis in nomine eius.


HOMILIA



Preparación de los dones
73. Al comienzo de la Liturgia eucarística se llevan al altar los dones que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
En primer lugar se prepara el altar o mesa del Señor, que es el centro de toda la liturgia eucarística,  y se colocan sobre él el corporal, el purificador, el Misal y el cáliz, si no se ha preparado en la credencia.
Luego se traen las ofrendas: es de desear que el pan y el vino sean presentados por los fieles; el sacerdote o el diácono los recibe en un lugar adecuado para llevarlos al altar. Aunque los fieles ya no contribuyan con el pan y el vino destinados a la liturgia, como se hacía antiguamente, no obstante, el rito de presentarlos conserva su fuerza y significado espiritual.
También se puede recibir dinero u otros dones para los pobres o para la iglesia, traídos por los fieles o recolectados en la nave de la iglesia, y que se colocarán en un lugar conveniente, fuera de la mesa eucarística.

74. Acompaña la procesión en la que se llevan las ofrendas el canto del ofertorio (cf. n. 37b), que se prolonga por lo menos hasta que las ofrendas han sido colocadas sobre el altar. Las normas sobre el modo de cantarlo son las mismas que para el canto de entrada (cf. n. 48). El canto siempre puede
acompañar los ritos del ofertorio, incluso cuando no hay procesión de dones.
75. El sacerdote coloca el pan y el vino sobre el altar, diciendo las fórmulas establecidas, puede incensar los dones colocados sobre el altar, luego la cruz y el altar, para significar que la oblación de la Iglesia y su oración suben como incienso hasta la presencia de Dios. Después el sacerdote, por causa de su sagrado ministerio, y el pueblo, en razón de su dignidad bautismal, pueden ser incensados por el diácono o por otro ministro.

76. Luego el sacerdote se lava las manos al costado del altar, expresando por este rito el deseo de purificación interior.

Oración sobre las ofrendas
77. Una vez depositadas las ofrendas en el altar y concluidos los ritos correspondientes, con la invitación a orar junto con el sacerdote y la oración sobre las ofrendas, se concluye la preparación de los dones y se prepara la Plegaria eucarística.
En la Misa se dice una sola oración sobre las ofrendas, que concluye con la terminación breve:
Por Jesucristo nuestro Señor; y si al final se hace mención del Hijo: Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
El pueblo, uniéndose a la súplica, hace suya la oración con la aclamación Amén.
(Instruccion general Misal Romano tercera edición año 2002)





Plegaria Eucaristica
EPÍCLESIS
79. Los principales elementos de la Plegaria eucarística pueden distinguirse de esta manera:
a) Acción de gracias (que se expresa principalmente en el Prefacio), en la cual el sacerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por la obra de la salvación o por algún aspecto particular de la misma, según los diversos días, fiestas o tiempos.
b) Aclamación: con ella toda la comunidad, uniéndose a los coros celestiales, canta el Santo.
Esta aclamación, que forma parte de la Plegaria eucarística, es proferida por todo el pueblo junto con el sacerdote.
c) Epíclesis: con ella la Iglesia, por medio de invocaciones peculiares, implora la fuerza del Espíritu Santo, para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados; es decir, se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la
Comunión, sea para salvación de quienes van a participar de ella.
d) Narración de la institución y consagración: por las palabras y acciones de Cristo, se realiza el sacrificio que el mismo Cristo instituyó en la última Cena, cuando ofreció su Cuerpo y Sangre bajo las especies de pan y vino, y lo dio a los Apóstoles como comida y bebida y les dejó el mandato de perpetuar el misterio.
e) Anámnesis: con ella la Iglesia, cumpliendo el mandato que recibió de Cristo el Señor por medio de los Apóstoles, realiza el memorial del mismo Cristo recordando especialmente su
bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo.
f) Oblación: por ella, en este memorial la Iglesia, y  principalmente la que está aquí y ahora congregada, ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víctima inmaculada. La Iglesia procura que los fieles no sólo ofrezcan la víctima inmaculada, sino que también aprendan a ofrecerse a sí mismos, se
perfeccionen día a día por Cristo mediador en la unión con Dios y entre sí, para que finalmente Dios sea todo en todos.
g) Intercesiones: por las que se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, y que la ofrenda se hace por ella misma y por todos sus miembros,
vivos y difuntos, que han sido llamados a participar de la redención y de la salvación adquirida por el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
h) Doxología final: en ella se expresa la glorificación de Dios, y se confirma y concluye con la aclamación: Amén del pueblo
(Instruccion general Misal Romano tercera edición año 2002)


DOXOLOGIA



Así como preparaste una morada141
en tu Madre y Compañera
al dar ella su Si,
has enriquecido mi corazón.

Señor, ahora,puedo descansar en tu pecho142
según el profundo deseo de mi corazón;
puedo cuidar por tu reino de paz,
igual que tu discipulo amado.
(De la misa del instrumento. Padre José Kentenich)
 ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que la gracia recibida en este sacramento nos impulse siempre a servirte mejor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Concéde, quæsumus, omnípotens Deus,
ut paschális percéptio sacraménti
contínua in nostris méntibus persevéret. Per Christum.



Desde el alta 162
nos dirigimos Señor,
a dar tu forma a la vida cotidina

Como la avecilla,163
que no abandona su nido,
ronda nuestro amor
en torno al lugar santo.

Donde la lámpara del Santísimo 164
arde y jamás se extingue,
se consume nuestra alma
para desposarse contigo.

Por todos los medios 165
queremos arrebatar
el mundo y los corazones
hacia el cielo,hacia al Padre
(De la misa del instrumento. Padre José Kentenich)

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