Cada vez que te recibimos dignamente,133
das derecho a nuestro cuerpo
a vivir glorioso, igual a ti,
cuando alcancemos el premio de la victoria.
(Hacia el Padre.P José Kentenich)
El Espíritu Santo actualiza el misterio de Cristo
1104 La liturgia cristiana no sólo recuerda los
acontecimientos que nos salvaron, sino que los actualiza, los hace presentes. El
misterio pascual de Cristo se celebra, no se repite; son las celebraciones las
que se repiten; en cada una de ellas tiene lugar la efusión del Espíritu Santo
que actualiza el único Misterio.
1105 La Epíclesis ("invocación sobre") es la
intercesión mediante la cual el sacerdote suplica al Padre que envíe el Espíritu
santificador para que las ofrendas se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo y para que los fieles, al recibirlos, se conviertan ellos mismos en
ofrenda viva para Dios.
1106 Junto con la Anámnesis, la Epíclesis es el centro de
toda celebración sacramental, y muy particularmente de la Eucaristía:
«Preguntas cómo el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo y el vino [...] en Sangre de Cristo. Te respondo: el Espíritu Santo irrumpe y realiza aquello que sobrepasa toda palabra y todo pensamiento [...] Que te baste oír que es por la acción del Espíritu Santo, de igual modo que gracias a la Santísima Virgen y al mismo Espíritu, el Señor, por sí mismo y en sí mismo, asumió la carne humana» (San Juan Damasceno, Expositio fidei, 86 [De fide orthodoxa, 4, 13]).
1107 El poder transformador del Espíritu Santo en
la
liturgia apresura la venida del Reino y la consumación del misterio de
la
salvación. En la espera y en la esperanza nos hace realmente anticipar
la
comunión plena con la Trinidad Santa. Enviado por el Padre, que escucha
la epíclesis de la Iglesia, el Espíritu da la vida a los que lo acogen, y
constituye para ellos, ya desde ahora, "las arras" de su herencia (cf
Ef 1,14; 2
Co 1,22).
La comunión en el Espíritu Santo
1108 La finalidad de la misión del Espíritu Santo en toda
acción litúrgica es poner en comunión con Cristo para formar su Cuerpo. El
Espíritu Santo es como la savia de la viña del Padre que da su fruto en los
sarmientos (cf Jn 15,1-17; Ga 5,22). En la liturgia se realiza la cooperación
más íntima entre el Espíritu Santo y la Iglesia. El Espíritu de comunión
permanece indefectiblemente en la Iglesia, y por eso la Iglesia es el gran
sacramento de la comunión divina que reúne a los hijos de Dios dispersos. El
fruto del Espíritu en la liturgia es inseparablemente comunión con la Trinidad
Santa y comunión fraterna (cf 1 Jn 1,3-7).
1109 La Epíclesis es también oración por el pleno efecto
de la comunión de la asamblea con el Misterio de Cristo. "La gracia de nuestro
Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo" (2 Co
13,13) deben permanecer siempre con nosotros y dar frutos más allá de la
celebración eucarística. La Iglesia, por tanto, pide al Padre que envíe el
Espíritu Santo para que haga de la vida de los fieles una ofrenda viva a Dios
mediante la transformación espiritual a imagen de Cristo, la preocupación por la
unidad de la Iglesia y la participación en su misión por el testimonio y el
servicio de la caridad.
RITOS INICIALES
ENTRADA
ORACIÓN COLECTA
LITURGIA DE LA PALABRA
EVANGELIO
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
Lc 3, 1-6
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El año decimoquinto del reinado del emperador
Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de
Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias
tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su
palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto. Éste comenzó
entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de
conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del
profeta Isaías: «Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor,
allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas
serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los
caminos desparejos. Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios».
S: Palabra del Señor .
Te alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi, Christe
HOMILIA
LITURGIA EUCARÍSTICA
PREPARACIÓN DE LOS DONES
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
PLEGARIA EUCARÍSTICA
EPICLESIS
NARRACIÓN DE LA INSTITUCIÓN Y CONSAGRACIÓN
DOXOLOGÍA
FRACCIÓN DEL PAN
COMUNIÓN
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
RITO DE CONCLUSIÓN
2012-2013
AÑO DE LA CORRIENTE MISIONERA
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