Conmemoracion de todos los fieles difunto-in commemoratione omnium fidelium
Morado o negro color
“Morir sólo es morir. Morir se acaba.
Morir es una hoguera fugitiva.
Es cruzar una puerta a la deriva
y encontrar lo que tanto se buscaba.
Acabar de llorar y hacer preguntas,
ver al Amor sin enigmas ni espejos;
descansar de vivir en la ternura;
tener la paz , la luz, la casa juntas
y hallar, dejando los dolores lejos,
la Noche-luz
tras tanta noche oscura”.
José Luis Martín Descalzo, sacerdote.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. 1Tes 4, 14; 1Cor 15, 22
Así como Jesús murió y resucitó, de la misma manera, Dios llevará con Jesús a los que murieron con él. Y así como todos mueren en Adán, todos revivirán en Cristo.
Sicut Iesus mórtuus est et resurréxit, ita et Deus eos qui dormiérunt per Iesum addúcet cum eo. Et sicut in Adam omnes moriúntur, ita et in Christo omnes vivificabúntur.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, escucha con bondad nuestros ruegos, para que, al crecer nuestra fe en tu Hijo resucitado de entre los muertos, se afiance también nuestra esperanza en la resurrección de tus hijos difuntos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Preces nostras, quaesumus, Dómine, benígnus exáudi, ut, dum attóllitur nostra fides in Fílio tuo a mórtuis suscitáto, in famulórum tuórum praestolánda resurrectióne spes quoque nostra firmétur. Per Dóminum.
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA 1Cor 15, 51-57
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Les voy a revelar un misterio: No todos vamos a morir, pero todos seremos transformados. En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final –porque esto sucederá–, los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. Lo que es corruptible debe revestirse de la incorruptibilidad y lo que es mortal debe revestirse de la inmortalidad. Cuando lo que es corruptible se revista de la incorruptibilidad y lo que es mortal se revista de la inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido vencida. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón? Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la Ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo
SALMO Sal 129, 1-8
R. ¡Desde lo
más profundo te invoco, Señor!
Desde lo más profundo te invoco, Señor. ¡Señor, oye mi
voz! Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria.
R.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir?
Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. Mi alma espera en el
Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera al Señor, más que el centinela
la aurora.
R.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor, porque en Él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: Él redimirá a Israel de todos sus pecados.
R.
ALELUYA Jn 11, 35. 36
Aleluya. Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá jamás, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Jn 11, 17-27
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Juan.
Al llegar a Betania, Jesús se encontró con que Lázaro estaba sepultado desde hacía cuatro días. Betania distaba de Jerusalén sólo unos tres kilómetros. Muchos judíos habían ido a consolar a Marta y a María, por la muerte de su hermano. Al enterarse de que Jesús llegaba, Marta salió a su encuentro, mientras María permanecía en la casa. Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto. Pero yo sé que aun ahora, Dios te concederá todo lo que le pidas». Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará». Marta le respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día». Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?». Ella le respondió: «Sí, Señor, creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo»
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta con bondad estos dones, Señor, para que tus hijos difuntos sean recibidos en la gloria con tu Hijo, a quien nos unimos por este sacramento de su amor. El que vive y reina por los siglos de los siglos.
Nostris, Dómine, propitiáre munéribus, ut fámuli tui defúncti assumántur in glóriam cum Fílio tuo, cuius magno pietátis iúngimur sacraménto. Qui vivit et regnat in saecula saeculórum.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Jn 11, 25-26
Dice el Señor: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera vivirá. Y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.
Ego sum resurréctio et vita, dicit Dóminus. Qui credit in me, étiam si mórtuus fúerit, vivet; et omnis, qui vivit et credit in me, non moriétur in aetérnum.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
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