1 de noviembre TODOS LOS SANTOS-Solennitá di tutti i Santi-In Omnius (S). Blanco.
ANTÍFONA DE
ENTRADA
Alegrémonos todos en el Señor, al celebrar esta solemnidad en
honor de todos los santos. Los ángeles se regocijan por esta solemnidad y
alaban al Hijo de Dios
Gaudeámus omnes in Dómino, diem festum celebrántes
sub honóre Sanctórum ómnium, de quorum sollemnitáte gaudent Angeli, et
colláudant Fílium Dei.
Rallegriamoci tutti nel Signore
in questa solennità di tutti i Santi:
con noi gioiscano gli angeli
e lodano il Figlio di Dio.
in questa solennità di tutti i Santi:
con noi gioiscano gli angeli
e lodano il Figlio di Dio.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que nos
concedes celebrar en una sola fiesta los méritos de todos tus Santos; te rogamos
que, por las súplicas de tantos intercesores, derrames sobre nosotros la
ansiada plenitud de tu misericordia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos
de los siglos.
Omnípotens sempitérne Deus, qui nos ómnium
Sanctórum tuórum mérita sub una tribuísti celebritáte venerári, quæsumus, ut desiderátam
nobis tuæ propitiatiónis abundántiam, multiplicátis intercessóribus, largiáris.
Per Dóminum.
Dio onnipotente ed eterno, che doni alla tua Chiesa la gioia di celebrare in un'unica festa i meriti e la gloria di tutti i Santi, concedi al tuo popolo, per la comune intercessione di tanti nostri fratelli, l'abbondanza della tua misericordia. Per il nostro Signore...
LITURGIA DE LA PALABRA
1ª LECTURA Apoc 7, 2-4. 9-14
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi a un Ángel que subía del Oriente, llevando
el sello del Dios vivo. Y comenzó a gritar con voz potente a los cuatro Ángeles
que habían recibido el poder de dañar a la tierra y al mar: «No dañen a la
tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que marquemos con el sello la frente
de los servidores de nuestro Dios». Oí entonces el número de los que habían
sido marcados: eran 144.000, pertenecientes a todas las tribus de Israel.
Después de esto, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por
gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante
el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas
en la mano y exclamaban con voz potente: «¡La salvación viene de nuestro Dios
que está sentado en el trono, y del Cordero!». Y todos los Ángeles que estaban
alrededor del trono, de los Ancianos y de los cuatro Seres Vivientes, se
postraron con el rostro en tierra delante del trono, y adoraron a Dios,
diciendo: «¡Amén! ¡Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor,
poder y fuerza a nuestro Dios para siempre! ¡Amén!». Y uno de los Ancianos me
preguntó: «¿Quiénes son y de dónde vienen los que están revestidos de túnicas
blancas?». Yo le respondí: «Tú lo sabes, señor». Y él me dijo: «Estos son los
que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han
blanqueado en la sangre del Cordero».
Palabra
de Dios.
SALMO Sal 23,
1-6
R. ¡Benditos
los que buscan al Señor!
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos
sus habitantes, porque Él la fundó sobre los mares, Él la afirmó sobre las
corrientes del océano.
R.
¿Quién podrá subir a la
Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que
tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos
ni jura falsamente.
R.
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su
Salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan su rostro, Dios de
Jacob.
R.
2ª LECTURA 1Jn 3, 1-3
Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos hermanos: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos
llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente. Si el mundo no nos
reconoce, es porque no lo ha reconocido a Él. Queridos míos, desde ahora somos
hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que
cuando se manifieste, seremos semejantes a Él, porque lo veremos tal cual es.
El que tiene esta esperanza en Él, se purifica, así como Él es puro.
Palabra
de Dios.
ALELUYA Mt 11,
28
Aleluya. «Vengan a mí los que están afligidos y agobiados, y Yo
los aliviaré», dice el Señor.
EVANGELIO Mt 4, 25—5, 12
Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban de
Galilea, de la Decápolis,
de Jerusalén, de Judea y de la
Transjordania. Al ver a la multitud, Jesús subió a la
montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a Él. Entonces tomó la palabra
y comenzó a enseñarles, diciendo: «Felices los que tienen alma de pobres,
porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Felices los afligidos,
porque serán consolados. Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en
herencia. Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán
saciados. Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia. Felices
los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios. Felices los que trabajan
por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. Felices los que son
perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de
los Cielos. Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se
los calumnie en toda forma a causa de mí. Alégrense y regocíjense entonces,
porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera
persiguieron a los profetas que los precedieron».
Palabra
del Señor.
Recibe con agrado, Señor, las ofrendas
que te presentamos en honor de todos tus santos, y concédenos experimentar la
fraterna solicitud por nuestra salvación, de quienes han alcanzado ya la
felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Grata tibi sint, Dómine, múnera, quæ pro cunctórum offérimus honóre
Sanctórum, et concéde, ut, quos iam crédimus de sua immortalitáte secúros,
sentiámus de nostra salúte sollícitos. Per Christum.
Ti siano graditi, Signore, i doni che ti offriamo in onore di tutti i Santi: essi che già godono della tua vita immortale, ci proteggano nel cammino verso di te. Per Cristo nostro Signore
Ti siano graditi, Signore, i doni che ti offriamo in onore di tutti i Santi: essi che già godono della tua vita immortale, ci proteggano nel cammino verso di te. Per Cristo nostro Signore
PREFACIO
La Gloria de la Iglesia,
Nuestra Madre
S. El Señor esté con ustedes.
A. Y
con tu espíritu.
S. Levantemos el corazón.
A. Lo
tenemos levantado hacia el Señor.
S. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
A. Es
justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, porque hoy nos permites honrar a la Ciudad santa, la Jerusalén celestial, que
es nuestra madre, donde una multitud de hermanos nuestros ya te alaba
eternamente.
Nosotros, peregrinos, avanzando en la fe, nos encaminamos con
entusiasmo hacia ella y nos alegramos al celebrar hoy la gloria de los hijos
más insignes de la Iglesia;
en ellos nos concedes, al mismo tiempo, ejemplo y ayuda para nuestra
fragilidad.
Por eso, unidos a ellos y a todos los ángeles, te glorificamos
unánimementey te alabamos con nuestras voces, cantando:
Santo, Santo, Santo…
Santo, Santo, Santo …
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Nobis enim hódie civitátem tuam tríbuis celebráre, quæ mater nostra est, cælestísque Ierúsalem, ubi iam te in ætérnum fratrum nostrórum coróna colláudat. Ad quam peregríni, per fidem accedéntes, alácriter festinámus, congaudéntes de Ecclésiæ sublímium glorificatióne membrórum, qua simul fragilitáti nostræ adiuménta et exémpla concédis. Et ídeo, cum ipsórum Angelorúmque frequéntia, una te magnificámus, laudis voce clamántes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth...
Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre, nos tibi semper et ubíque grátias ágere: Dómine, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus: Nobis enim hódie civitátem tuam tríbuis celebráre, quæ mater nostra est, cælestísque Ierúsalem, ubi iam te in ætérnum fratrum nostrórum coróna colláudat. Ad quam peregríni, per fidem accedéntes, alácriter festinámus, congaudéntes de Ecclésiæ sublímium glorificatióne membrórum, qua simul fragilitáti nostræ adiuménta et exémpla concédis. Et ídeo, cum ipsórum Angelorúmque frequéntia, una te magnificámus, laudis voce clamántes:
Sanctus, Sanctus, Sanctus Dóminus Deus Sábaoth...
ANTÍFONA DE
COMUNIÓN Mt 5, 8-10
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les
pertenece el Reino de los cielos.
Beáti mundo corde, quóniam ipsi Deum vidébunt; beáti pacífici, quóniam fílii
Dei vocabúntur; beáti qui persecutiónem patiúntur propter iustítiam, quóniam
ipsórum est regnum cælórum.
Beati i puri di cuore, perché vedranno Dio.
Beati gli operatori di pace,
perché saranno chiamati figli di Dio.
Beati i perseguitati a causa della giustizia,
perché di essi è il regno dei cieli.
Te adoramos, Dios admirable, fuente
única de santidad, e imploramos tu misericordia para que, santificados por tu
amor, pasemos de esta mesa de los peregrinos al banquete eterno de tu Reino.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Mirábilem te, Deus, et unum Sanctum in ómnibus
Sanctis tuis adorántes, tuam grátiam implorámus, qua, sanctificatiónem in tui
amóris plenitúdine consummántes, ex hac mensa peregrinántium ad cæléstis pátriæ
convívium transeámus. Per Christum.
O Padre, unica fonte di ogni santità, mirabile in tutti i tuoi Santi, fa' che raggiungiamo anche noi la pienezza del tuo amore, per passare da questa mensa eucaristica, che ci sostiene nel pellegrinaggio terreno, al festoso banchetto del cielo. Per Cristo nostro Signore.
O Padre, unica fonte di ogni santità, mirabile in tutti i tuoi Santi, fa' che raggiungiamo anche noi la pienezza del tuo amore, per passare da questa mensa eucaristica, che ci sostiene nel pellegrinaggio terreno, al festoso banchetto del cielo. Per Cristo nostro Signore.
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