Tu Santuario
es nuestro Nazaret,191
donde el Sol
de Cristo irradia su calor.
Con su luz
clara y transparente 192
da forma a la
historia
de la Sagrada
Familia;
y, en
venturosa unión familiar,
suscita una
santidad cotidiana
fuerte y
silenciosa.
(Del libro
hacia el Padre. P. José Kentenich)
Liturgia, cumbre y fuente de la vida eclesial
10. No obstante, la Liturgia es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo la fuente de donde mana toda su fuerza. Pues los trabajos apostólicos se ordenan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el bautismo, todos se reúnan para alabar a Dios en medio de la Iglesia, participen en el sacrificio y coman la cena del Señor. Por su parte, la Liturgia misma impulsa a los fieles a que, saciados "con los sacramentos pascuales", sean "concordes en la piedad"; ruega a Dios que "conserven en su vida lo que recibieron en la fe", y la renovación de la Alianza del Señor con los hombres en la Eucaristía enciende y arrastra a los fieles a la apremiante caridad de Cristo. Por tanto, de la Liturgia, sobre todo de la Eucaristía, mana hacia nosotros la gracia como de su fuente y se obtiene con la máxima eficacia aquella santificación de los hombres en Cristo y aquella glorificación de Dios, a la cual las demás obras de la Iglesia tienden como a su fin.
( CONSTITUCIÓN SACROSANCTUM CONCILIUM SOBRE LA SAGRADA LITURGIA.) CONCILIO VATICANO II
DE LA SANTÍSIMA EUCARISTÍA
897 El sacramento más
augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro
Señor, es la santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece
continuamente. El Sacrificio eucarístico, memorial de la muerte y resurrección
del Señor, en el cual se perpetúa a lo largo de los siglos el Sacrificio de la
cruz, es el culmen y la fuente de todo el culto y de toda la vida cristiana,
por el que se significa y realiza la unidad del pueblo de Dios y se lleva a
término la edificación del cuerpo de Cristo. Así pues los demás sacramentos y
todas las obras eclesiásticas de apostolado se unen estrechamente a la
santísima Eucaristía y a ella se ordenan.898 Tributen los fieles la máxima veneración a la santísima Eucaristía, tomando parte activa en la celebración del Sacrificio augustísimo, recibiendo este sacramento frecuentemente y con mucha devoción, y dándole culto con suma adoración; los pastores de almas, al exponer la doctrina sobre este sacramento, inculquen diligentemente a los fieles esta obligación.
CAPÍTULO I
DE LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
899 § 1. La celebración eucarística es una acción del mismo Cristo y de la Iglesia, en la cual Cristo Nuestro Señor, substancialmente presente bajo las especies del pan y del vino, por el ministerio del sacerdote, se ofrece a sí mismo a Dios Padre, y se da como alimento espiritual a los fieles unidos a su oblación.
§ 2. En la Asamblea eucarística, presidida por el Obispo, o por un presbítero bajo su autoridad, que actúan personificando a Cristo, el pueblo de Dios se reúne en unidad, y todos los fieles que asisten, tanto clérigos como laicos, concurren tomando parte activa, cada uno según su modo propio, de acuerdo con la diversidad de órdenes y de funciones litúrgicas.
§ 3. Ha de disponerse la celebración eucarística de manera que todos los que participen en ella perciban frutos abundantes, para cuya obtención Cristo Nuestro Señor instituyó el Sacrificio eucarístico.
(CODIGO DE DERECHO CANONICO)
Jesucristo conserva en la Eucaristía las señales de sus heridas. Las ha querido
conservar como trofeo de gloria y para su consuelo, porque ellas le recuerdan
el amor que nos tuvo.
San Pedro Julian Eymard
Me viste celebrar la Santa Misa sobre un altar desnudo-mesa
y ara, sin retablo. El Crucifijo grande. Los candeleros recios, junto a la
cruz. Frontal del color del día. Casulla amplia. Severo de líneas, ancha la
copa y rico el cáliz. Ausente la luz eléctrica.
-Y Te costó trabajo salir del oratorio: se estaba bien allí.
¿Ves cómo lleva a Dios, como acerca a Dios el rigor de la liturgia
San José María Escrivá de Balaguer
58. En la Eucaristía, la Iglesia se une plenamente a Cristo y a su sacrificio, haciendo suyo el espíritu de María. Es una verdad que se puede profundizar releyendo el Magnificat en perspectiva eucarística. La Eucaristía, en efecto, como el canto de María, es ante todo alabanza y acción de gracias. Cuando María exclama « mi alma engrandece al Señor, mi espíritu exulta en Dios, mi Salvador », lleva a Jesús en su seno. Alaba al Padre « por » Jesús, pero también lo alaba « en » Jesús y « con » Jesús. Esto es precisamente la verdadera « actitud eucarística ».
Al mismo tiempo, María rememora las maravillas que Dios ha hecho en la historia de la salvación, según la promesa hecha a nuestros padres (cf. Lc 1, 55), anunciando la que supera a todas ellas, la encarnación redentora. En el Magnificat, en fin, está presente la tensión escatológica de la Eucaristía. Cada vez que el Hijo de Dios se presenta bajo la « pobreza » de las especies sacramentales, pan y vino, se pone en el mundo el germen de la nueva historia, en la que se « derriba del trono a los poderosos » y se « enaltece a los humildes » (cf. Lc 1, 52). María canta el « cielo nuevo » y la « tierra nueva » que se anticipan en la Eucaristía y, en cierto sentido, deja entrever su 'diseño' programático. Puesto que el Magnificat expresa la espiritualidad de María, nada nos ayuda a vivir mejor el Misterio eucarístico que esta espiritualidad. ¡La Eucaristía se nos ha dado para que nuestra vida sea, como la de María, toda ella un magnificat!
CARTA ENCÍCLICA ECCLESIA DE EUCHARISTIA DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II
INTROITUS
LITURGIA DE LA PALABRA
EVANGELIO
EVANGELIO
DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO
SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL
VANGELO SECONDO
Mc 12, 38-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús enseñaba a la multitud: «Cuídense de los escribas, a quienes les
gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los
primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de
las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad».
Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente
depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de
condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces Él llamó a
sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta
pobre viuda ha puesto más que cualquiera de
los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su
indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir».
S: Palabra
del Señor .
Te alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi, Christe
Parola
del Signore.
Lode
a te, o Cristo.
HOMILIA
PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE DI FEDE
PROFESION DE FE
Acabada la homilía, si la liturgia del día lo prescribe,
se hace la profesión de fe:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único
Hijo, nuestro Señor,
En las palabras que siguen, hasta María Virgen, todos se
inclinan.
que fue concebido por obra y
gracia del Espíritu Santo,
nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio
Pilato,
fue crucificado, muerto y
sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre
los muertos,
subió a los cielos
y está sentado a la derecha de
Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne
y la vida eterna.
Amén.
Credo in unum Deum, Patrem
omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et
in unum Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante
omnia saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum,
non factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos
homines et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de
Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum
Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus
est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in
Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui
cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per
prophetas. Et unam, sanctam, catholicam et
apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem peccatorum. Et expecto
resurrectionem mortuorum et vitam venturi saeculi.
Credo in un solo Dio,
Padre onnipotente, creatore del cielo e della
terra,
di tutte le cose visibili e invisibili.
Credo in un solo Signore, Gesù Cristo,
unigenito Figlio di Dio, nato dal Padre prima di
tutti i secoli.
Dio da Dio, Luce da Luce, Dio vero da Dio vero;
generato, non creato; della stessa sostanza del
Padre;
per mezzo di lui tutte le cose sono state create.
Per noi uomini e per la nostra salvezza discese dal
cielo;
e per opera dello Spirito Santo
si é incarnato nel seno della Vergine Maria e si é fatto uomo.
Fu crocifisso per noi sotto Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.
Il terzo giorno é risuscitato, secondo le Scritture;
é salito al cielo, siede alla destra del Padre.
E di nuovo verrà, nella gloria, per giudicare i vivi e i morti,
e il suo regno non avrà fine.
Credo nello Spirito Santo, che é Signore e da la
vita,
e procede dal Padre e dal Figlio
e con il Padre e il Figlio é adorato e
glorificato
e ha parlato per mezzo dei profeti.
Credo la
Chiesa, una, santa, cattolica e apostolica.
Professo un solo battesimo per il perdono dei
peccati.
Aspetto la risurrezione dei morti e la vita del
mondo che verrà.
Amen.
LITURGIA EUCARISTICA
PRESENTACION DE LAS OFRENDAS
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Mira con bondad este sacrificio, Señor, y concédenos alcanzar los
frutos de la pasión de tu Hijo, que ahora celebramos sacramentalmente. Él que
vive y reina por los siglos de los siglos.
Sacrifíciis
præséntibus, Dómine, quæsumus, inténde placátus, ut, quod passiónis Fílii tui
mystério gérimus, pio consequámur afféctu. Per Christum.
Volgi il tuo sguardo, o Padre,
alle offerte della tua Chiesa, e fa' che
partecipiamo con fede alla passione gloriosa del tuo Figlio, che ora celebriamo
nel mistero. Per Cristo nostro Signore.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
CAMINO A CONSAGRARNOS A LA MATER
En el Año de la corriente misionera
Tu Alianza, nuestra misión: este lema preside el tiempo de gracias del jubileo y especialmente el Año de la corriente misionera. María educa misioneros en su familia de misioneros. Desde su peregrinación misionera a su prima Isabel, Ella sigue peregrinando y misionando y nos muestra cómo hemos de actuar misioneramente: con la actitud de peregrinos y en la fuerza del Espíritu Santo. Su peregrinación a Isabel estuvo marcada por el servicio y llenó a Isabel del Espíritu Santo. Como su Familia peregrina y misionera, nosotros nos sentimos llamados a peregrinar hoy hasta Isabel, como Iglesia peregrina que trae la Noticia encarnada y hecha servicio
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