Tu Santuario
irradia sobre nuestro tiempo196
los resplandores
y la gloria del Sol del Tabor.
Donde se
manifiesta con claridad el sol de Cristo197
y, como el tabor,
traza un
recorrido victorioso,
alli es bueno
estarse,
allí se está como
en el Paraíso,
pues el Espíritu
Santo ha establecido su morada.
Vaso entregado al
Espíritu de Santidad,198
envuelta enteramente
por el Sol resplandeciente
del Tabor,
actúas en
Schoenstatt,
bondadosa Medianera,
guiándonos hacia
el Espíritu Santo.
(Libro Hacia el Padre Padre José Kentenic)
El amor del
Pastor es tan fuerte que puede compararse con el amor entre el Padre y el Hijo
en el seno de Dios Trino. Y esto debería ser decisivo también para mi: Si
quiero ser reflejo del amor eterno, mi actitud fundamental no debería ser la
aspiración a un vasto conocimiento intelectual (aspiración que tiene también su
razón de ser, pero no constituye lo principal), sino a desarrollar el amor de
pastor.
(Conferencia 1952
padre Kentenich)
Liturgia de la Palabra |
Lectura del Evangelio |
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.
El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no
pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y
huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.
Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me
conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al
Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder
de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi
Padre".
EVANGELIUM SECUNDUM IOANNEM 10,11-18.
11 Ego sum pastor bonus; bonus pastor animam suam ponit pro
ovibus; 12 mercennarius et, qui non est pastor, cuius non sunt
oves propriae, videt lupum venientem et dimittit oves et fugit —
et lupus rapit eas et dispergit —
13 quia mercennarius est et non pertinet ad eum de ovibus.
14 Ego sum pastor bonus et cognosco meas, et cognoscunt me
meae, 15 sicut cognoscit me Pater, et ego cognosco Patrem; et animam meam pono pro ovibus.
16 Et alias oves habeo, quae non sunt ex hoc ovili, et illas oportet me adducere, et vocem meam audient et fient unus grex, unus pastor.
17 Propterea me Pater diligit, quia ego pono animam meam, ut
iterum sumam eam.
18 Nemo tollit eam a me, sed ego pono eam a meipso. Potestatem habeo ponendi eam et potestatem habeo iterum sumendi eam.
Hoc mandatum accepi a Patre meo ”.
Homilia |
"El sacerdote es
integrado a ese único ser y función de mediador. Por lo tanto, cuando el
sacerdote predica, presta su lengua a Cristo.. Es Cristo quien habla por boca
del sacerdote. Una vez ordenado, cuando el sacerdote administra los sacramentos
o consagra, naturalmente presta su boca y manos al eterno Sumo sacerdote.
En este contexto
san Pablo suele reiterar las palabras: Ya no soy yo quien habla; es Cristo
quien habla en mí como sacerdote (Gal 2,20). Ya no soy quien actúa como
sacerdote cuando administro los sacramentos; es Cristo quien hace todo en mi.
De ahí que digamos con razón: El sacerdote es sacerdote por gracia de Dios y no
por gracias del pueblo; ciertamente para servir al pueblo, pero por la gracia de Dios. Es Dios quien elige al
sacerdote y lo introduce en su ser y obrar sacertolaes
Padre José kentenich
homilia 1963 Milwaukee
Preparación de los Dones |
Oración sobre las ofrendas |
Epiclesis |
En el corazón de la celebración de la Eucaristía se encuentran el pan y el vino que, por
las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Fiel a la orden del Señor, la Iglesia continúa haciendo, en memoria de El,
hasta su retorno glorioso, lo que El hizo la víspera de su pasión: "Tomó pan...", "tomó el cáliz
lleno de vino...". Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los
signos del pan y del vino siguen significando también la bondad de la creación. Así, en el
ofertorio, darnos gracias al Creador por el pan y el vino, fruto "del trabajo del hombre", pero
antes, "fruto de la tierra" y "de la vid", dones del Creador. La Iglesia ve en el gesto de
Melquisedec, rey y sacerdote, que "ofreció pan y vino" (Gn 14,18), una prefiguración de su
propia ofrenda. CIC 1333
las palabras de Cristo y por la invocación del Espíritu Santo, se convierten en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo. Fiel a la orden del Señor, la Iglesia continúa haciendo, en memoria de El,
hasta su retorno glorioso, lo que El hizo la víspera de su pasión: "Tomó pan...", "tomó el cáliz
lleno de vino...". Al convertirse misteriosamente en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los
signos del pan y del vino siguen significando también la bondad de la creación. Así, en el
ofertorio, darnos gracias al Creador por el pan y el vino, fruto "del trabajo del hombre", pero
antes, "fruto de la tierra" y "de la vid", dones del Creador. La Iglesia ve en el gesto de
Melquisedec, rey y sacerdote, que "ofreció pan y vino" (Gn 14,18), una prefiguración de su
propia ofrenda. CIC 1333
1353 en la epíclesis, la Iglesia pide al Padre que envíe su Espíritu Santo (o el poder de su
bendición) sobre el pan y el vino, para que se conviertan, por su poder, en el Cuerpo y la
Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un
solo espíritu (algunas tradiciones litúrgicas colocan la epíclesis después de la
anámnesis); en el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su
Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre.CIC 1353
1354 en la anámnesis que sigue, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del
retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia
con El; en las intercesiones, la Iglesia expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, de los vivos y de los difuntos, y en comunión con los pastores
de la Iglesia, el Papa, el obispo de la diócesis, su presbiterio y sus diáconos y todos los
obispos del mundo entero con sus Iglesias.CIC 1354.
bendición) sobre el pan y el vino, para que se conviertan, por su poder, en el Cuerpo y la
Sangre de Jesucristo, y que quienes toman parte en la Eucaristía sean un solo cuerpo y un
solo espíritu (algunas tradiciones litúrgicas colocan la epíclesis después de la
anámnesis); en el relato de la institución, la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo y el poder del Espíritu Santo hacen sacramentalmente presentes bajo las especies de pan y de vino su
Cuerpo y su Sangre, su sacrificio ofrecido en la cruz de una vez para siempre.CIC 1353
1354 en la anámnesis que sigue, la Iglesia hace memoria de la pasión, de la resurrección y del
retorno glorioso de Cristo Jesús; presenta al Padre la ofrenda de su Hijo que nos reconcilia
con El; en las intercesiones, la Iglesia expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia del cielo y de la tierra, de los vivos y de los difuntos, y en comunión con los pastores
de la Iglesia, el Papa, el obispo de la diócesis, su presbiterio y sus diáconos y todos los
obispos del mundo entero con sus Iglesias.CIC 1354.
1355 En la comunión, precedida por la oración del Señor y de la fracción del pan, los fieles reciben "el pan del cielo" y "el cáliz de la salvación", el Cuerpo y la Sangre de Cristo que se
entregó "para la vida del mundo" (Jn 6,51): Y este alimento se llama entre nosotros "Eucaristía", de la que a nadie es lícito participar, sino al que cree ser verdaderas nuestras enseñanzas y se ha lavado en el baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó.
[San Justino]CIC 1355
entregó "para la vida del mundo" (Jn 6,51): Y este alimento se llama entre nosotros "Eucaristía", de la que a nadie es lícito participar, sino al que cree ser verdaderas nuestras enseñanzas y se ha lavado en el baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y vive conforme a lo que Cristo nos enseñó.
[San Justino]CIC 1355
Desde el altar nos dirigimos Señor, a dar tu forma a la vida cotidiana
(Libro Hacia el Padre, padre José Kentenich
Año de corriente del Santuario (18.10.2011-18.10.2012)
El objetivo del Año de la Corriente del Santuario es afianzar esta
red de Santuarios centrados en el Santuario Original, del que fluyen y
al que regresan todas las gracias. Todo se ha originado en Schoenstatt y
nuestro peregrinar finalmente nos lleva de vuelta ahí. El nuevo
entusiasmo que nos embarga por la importancia del Santuario Original en
nuestros tiempos, como un lugar de gracias y la presencia de lo santo
entre nosotros, como un lugar donde Dios y las naciones se encuentran, y
como un lugar de fervor misionero, le da al Año de la Corriente del
Santuario un significado más profundo.
P. José María García
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