martes, 12 de febrero de 2013

Cuaresma un nuevo tiempo litúrgico

13 DE FEBRERO INICIO DE LA CUARESMA
COLOR LITÚRGICO MORADO



Comienza el miércoles de ceniza y concluye inmediatamente antes de la misa vespertina In Coena Domini.
Se distingue los siguientes elementos:

-MIERCOLES DE CENIZA
-LOS DOMINGOS I-II-III-IV
 Y DOMINGO DE RAMOS.
-MISA CRISMAL.
-LAS FERIAS.



                                                        
MIERCOLES DE CENIZA



El origen de la imposición de la ceniza pertenece a la estructura de la penitencia canónica, aunque el rito perduró, después de la introducción de la penitencia privada, siendo obligatoria para toda la comunidad cristiana a partir del siglo X .
La nueva situación no supuso un cambio notable en la celebración, de modo que este día cobró una especial intensidad y significado en la vida de la Iglesia, como su inicio de su itinerario pascual.
El miércoles de ceniza ha conservado en la liturgia renovada los elementos tradicionales:
*                Imposición de ceniza y ayuno riguroso.
*                Marcar el comienzo de la cuaresma.




Su conversión en capuz quadragessimae ha exigido revisar las lecturas y los textos eucologicos de la misa y del oficio divino.  En la liturgia de las horas se han anticipado los cantos cuaresmales que hasta ahora se usaban el primer domingo de cuaresma; y los textos de la misa, que ya no figuran sólo como día de ceniza, sino también como comienzo de la cuaresma.
La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la misa, después de la homilía. La integración de la bendición de la ceniza en la misa ha exigido algunos retoques al rito:
*                Se ha abreviado el número de oraciones( antes cuatro, ahora una o dos)
*                Se ha escrito una invitación que subraya el significado profundo de la imposición de la ceniza.

Las ceniza procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión o de ramos precedente, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII.
La fórmula de bendición hace referencia a la condición pecadora de quienes la recibirán, a la necesidad de conversión y al inicio de cuaresma, pidiendo la gracia divina para que los cristianos se renueven interna y externamente, preparándose para celebrar el misterio pascual.


LAS FÓRMULAS


Las fórmulas de imposición de ceniza se inspiran en la escritura (Gn 3.19 y Mc 1,15). La segunda fórmula no tiene relación. Al menos directa con el rito de la imposición, pero si expresa el sentido primitivo de la cuaresma: “Conviértete y cree en el Evangelio.
Las dos fórmulas se complementan: la primera expresa la caducidad humana “recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás”, simbolizada en el polvo y la ceniza; la segunda remite a la conversión interior a Cristo y a su evangelio.

Simbolismo de la ceniza:
*                  Condición débil y caduca del hombre, que inexorablemente va a la muerte.
*                  La situación pecadora del hombre.
*                  Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda.
*                  Resurrección al recordar al hombre que es polvo, pero destinado a participar del triunfo de Cristo.
*                Pascual. al  complementarse con el agua purificadora de la vigilia de la Resurrección.


Con este signo penitencial, que viene de la tradición bíblica y conservado hasta hoy en la costumbre de la Iglesia, se significa la condición del hombre pecador, que confiesa externamente su culpa al Señor y expresa su voluntad interior de conversión, confiando en que el Señor se muestra compasivo para con él. Es un día penitencial para toda la Iglesia y esta marcado por el ayuno y la abstinencia.



Los autores concuerdan en afirmar que la Pascua anual es la institución más antigua después del domingo, y es opinión común que su nacimiento depende la Pessah prescrita por la ley, aunque su finalidad sea distinta, que celebra solemnemente la muerte y resurrección de Cristo.
En cuanto a la antigüedad, no pocos sostienen que la praxis cuatordecimana- celebrar la pascua el día de la pasión –es la más primitiva y se remonta a los Apóstoles, sin embargo, otros muchos piensan que originariamente sólo se celebró la Pascua semanal o domingo, y que es durante el siglo II cuando nace la celebración anual, ya sea en su versión cuatordecimana o sea su versión dominical. Algunos creen que el origen de la celebración pascual se encuentra en Jerusalén, hacia el año 135, de donde pasó a Alejandría y a los demás ciudades helenísticas. En Roma se habría introducido antes del papa Sotero (165) y después de san Justino, pues así se explicaría su silencio sobre esta celebración.
Al principio, esta celebración anual consistiría en una larga vigilia de oración, que culminaba con la eucaristía, momento en que se hacía sacramentalmente presente el Resucitado ;después se incorporó la liturgia bautismal ( finales del siglo II y principio del siglo III), y por último, se incluyeron el rito del lucernario y las composiciones para la bendición del cirio pascual siglo IV).
La embrionaria celebración de los comienzo había sufrido una ampliación en tiempo de tertuliano, pues este escritos habla de un ayuno previo de dos días y de un periodo posterior de cincuenta días-spatium Pentecostés o spatium laetissimum,caracterizado por la alegría de la comunidad por tener a Cristo  Resucitado.  La tradición apostólica se refiere a una preparación de la vigilia pascual, que comprende el viernes y sabado  precedente.  Estos días, junto con el domingo de Resurrección, forma lo que San Ambrosio y san Agustín llamaran tridum sacrum o Sacratissimum Triduum crucifixi, sepulti et suscitati.
Por otra parte, la didascalia (240 ) habla de una preparación de una semana de duración, mientras la peregrina Egería ofrece el primer testimonio acerca de la semana santa Jerosolimitana.
Hacia el año 332, Eusebio menciona una preparación pascual de cuarenta día, como institución bien conocida, consolidada y configurada, lo que induce a pensar que la cuaresma ya existía a principio del siglo IV, al menos en algunas iglesias.
En Roma, a finales del siglo III la preparación pascual comprendía tres semanas, durante las cuales se ayunaba rigurosamente todos los días, excepto los sábados y domingo. Hacia el año 385 el periodo se alargó a seis semanas, de las que quedaban excluidos el último viernes y el sábado, que formaban el triduo Sacro.
El tiempo de preparación se amplió a cincuenta (siglo VI) a sesenta (a finales del siglo VI y principios del siglo VII) y, finalmente, a setenta días (siglo VII).
Por su parte la cincuentena pascual también experimentó retoques y ampliaciones, pues la primitiva unidad comenzó a resquebrajarse durante el siglo IV. Al acentuarse primero el último día y después al cuadragésimo, y crearse más tarde las octavas de Pascua (finales del siglo IV o principio del siglo V) y Pentecostés (siglo VII-VIII).

ACTUAL CALENDARIO ROMANO (El Año Litúrgico y el Calendario Romano General (praenotanda)

I. El Triduo pascual


18. Ya que Jesucristo ha cumplido la obra de la redención de los hombres y de la glorificación perfecta de Dios principalmente por su misterio pascual, por el cual muriendo destruyó nuestra muerte y resucitando restauró la vida, el Triduo santo pascual de la Pasión y Resurrección del Señor es el punto culminante de todo el año litúrgico [7: Cf. Conc. Vat. II, Const. Sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 5.]. La preeminencia que tiene el domingo en la semana, la tiene la solemnidad de Pascua en el año litúrgico [8: Cf. ibid., n. 106.].

19. El Triduo pascual de la Pasión y de la Resurrección del Señor comienza con la Misa vespertina de la Cena del Señor, tiene su centro en la Vigilia pascual y acaba con las Vísperas del domingo de Resurrección.

20. El viernes Santo de la Pasión del Señor [9: Cf. Pablo VI, Const. Apost. Paenitemini, del 17 de febr. de 1966, II, párr. 3: A.A.S. 58 (1966), p. 184.] y, según la oportunidad, también el Sábado Santo hasta la Vigilia pascual [10: Cf. Conc. Vat. II, Const. sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium, n. 110. ], en todas partes se celebra el sagrado ayuno de la Pascua.

21. La Vigilia pascual, la noche santa de la Resurrección del Señor, es tenida como “la madre de todas las santas Vigilias” [11: San Agustín, Sermo 219: PL 38, 1088.], en ella la Iglesia espera velando la Resurrección de Cristo y la celebra en los sacramentos. Por consiguiente, toda la celebración
de esta Vigilia sagrada debe hacerse en la noche, de tal modo que o comience después de iniciada la noche o acabe antes del alba del domingo.


II. El tiempo pascual


22. Los cincuenta días que van desde el domingo de Resurrección hasta el domingo de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como “un gran domingo” [12: San Atanasio, Epist. fest. 1: PG 26, 1366.].
Estos son los días en los que principalmente se canta el Aleluya.

23. Los domingos de este tiempo son tenidos como domingos de Pascua y, después del domingo de Resurrección, son denominados domingo II, III, IV, V, VI, VII de Pascua; el domingo de Pentecostés clausura este sagrado tiempo de cincuenta días.

24. Los ocho primeros días del tiempo pascual constituyen la octava de Pascua y se celebran como solemnidades del Señor.

25. A los cuarenta días de Pascua se celebra la Ascensión del Señor, a no ser que se haya trasladado al Vil domingo de Pascua, donde no sea día de precepto (cf. n. 7).

26. Las ferias que van desde la Ascensión hasta el sábado antes de Pentecostés inclusive preparan para la venida del Espíritu Santo.


III. El tiempo de Cuaresma


27. El tiempo de Cuaresma está ordenado a la preparación de la celebración de la Pascua: la liturgia cuaresmal prepara para la celebración del misterio pascual tanto a los catecúmenos, haciéndolos pasar por los diversos grados de la iniciación cristiana, como a los fieles que recuerdan el bautismo y hacen penitencia [13: Cf. Conc. Vat. II, Const. sobre la Sagrada
Liturgia, Sacrosanctum Concilium, u. 109.].

28. El tiempo de Cuaresma va desde el miércoles de Ceniza hasta la Misa de la Cena del Señor exclusive.
Desde el comienzo de Cuaresma hasta la Vigilia pascual no se dice Aleluya.

29. En el miércoles de Ceniza al comienzo de Cuaresma, que en todas partes es tenido como día de ayuno [14: Cf. Pablo VI, Const. Apost. Paenitemini, del 17 de febr. de 1966, II, párr. 3; A.A.S. 58 (1966), p. 184.], se imponen las cenizas.

30. Los domingos de este tiempo reciben el nombre de domingo I, II, III, IV, V de Cuaresma. El domingo sexto, en que comienza la Semana Santa, es llamado domingo de Ramos en la Pasión del Señor.

31. La Semana Santa tiene la finalidad de recordar la Pasión de Cristo desde su entrada mesiánica en Jerusalén.
El Jueves Santo por la mañana, el Obispo, que concelebra la Misa’ con sus presbíteros, bendice los santos óleos y consagra el crisma.

ESQUEMA
LA CELEBRACIÓN DE LA PASCUA COMPRENDE:

1.    Cuaresma.
2.  Triduo Sacro.
3.  Cincuentena pascual.


CUARESMA " COMIENZO "MIERCOLES DE  CENIZA "TÉRMINO" INMEDIATAMENTE ANTES DE LA MISA VESPERTINA IN COENA DOMINI.

TRIDUO SACRO " SE EXTIENDE DESDE LA MISA COENA DOMINI   " CONCLUYE EN LA SEGUNDA VISPERAS DEL DOMINGO DE RESURRECIÓN.

CINCUENTENA PASCUAL "DISCURRE ENTRE ESTE DOMINGO DE RESURRECIÓN Y PENTECOSTES.

Ha desaparecido la precuaresma o tiempo de De Septuagésima y la octava de Pentecostés, y los domingos se designan “de Pascua, y no “ después de Pascua”.

Se conserva:
*   Octava de Pascua.
*   Días quadragésimo y qüinquagésimo.
Conmemora la Ascensión y Pentecostés respectivamente, pero en una perspectiva unitaria respecto a la resurrección

DESARROLLO HISTÓRICO DEL TIEMPO DE CUARESMA

ETAPAS
*  La más primitiva es el ayuno infrapascual de carácter escatológico y festivo, no ascético del viernes y sábado anteriores a la noche pascual, a ella parece referirse la tradición apostólica.
*  La segunda etapa consistió, probablemente, en la preparación de una semana de ayuno, aunque las fuentes sólo hablan del domingo y viernes anteriores a la Pascua cono de  tiempo de Passione y atestiguan que durante el miércoles y viernes de dicha semana no se celebraba la eucaristía.
*  En la tercera etapa que tuvo lugar a finales del siglo III y durante el siglo IV, la preparación comprendía tres semanas.

Poco antes del año 384, la preparación se alargó a seis semanas y adquirió un carácter prevalentemente ascético, a causa de la reconciliación de los penitentes el jueves santo, después de una preparación de cuarenta días  ( de ahí el nombre de quadragesima), contado desde el primer domingo de estas semanas. En esta etapa, las seis semanas sufrieron cambios importantes, entre las cuales debe señalarse la reorganización de las tres primeras.
En la quinta etapa (finales del siglo V) consistió en alargar la preparación al miércoles anterior al primer domingo de cuaresma, día en que se imponía la ceniza a los penitentes (y más tarde, a los demás fieles).
Según el sacramentario Gelasiano, este miércoles  es el capuz quadragessimae, cuanto los penitentes entran en un rígido “retiro espiritual”, hasta el jueves santo.
Durante el siglo VI, la preparación a la Pascua comprende siete semanas debido que se incorpora toda la semana precedente al primer domingo de cuaresma. El día en que comienza esta preparación se denomina justamente domingo de quincuagésima, pues es el día cincuenta antes de la pascua







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