MISSALE
ROMANUM, DOMINGO 03 DE FEBRERO
4º DEL TIEMPO ORDINARIO. VERDE.
LITURGIA DE LA PALABRA
LITURGIA
VERBI
LITURGIA
DELLA PAROLA
El lector va al ambón y lee la primera lectura, que
todos escuchan sentados.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
El salmista o el cantor entona la antífona del
salmo, y el pueblo la repite y la intercala entre las estrofas.
Si hay segunda lectura, se lee en el ambón, como la
primera.
Para indicar el fin de la lectura, el lector dice:
Palabra de Dios.
Todos aclaman:
Te alabamos, Señor.
Sigue el canto del Aleluya o, en tiempo de
Cuaresma, el canto antes del evangelio.
Mientras tanto, si se usa incienso, el sacerdote lo
pone en el incensario.
Después el diácono (o el concelebrante que ha de
proclamar el evangelio, en la misa presidida por el Obispo), inclinado ante el
sacerdote, pide la bendición, diciendo en voz baja:
Padre, dame tu bendición.
El sacerdote en voz baja dice:
El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo.
El diácono o el concelebrante se signa y responde: Amén.
Si el mismo sacerdote debe proclamar el evangelio,
inclinado ante el altar, dice en secreto:
Purifica mi corazón y mis labios, Dios todopoderoso, para
que anuncie dignamente tu Evangelio.
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
acompañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con ustedes.
El pueblo responde:
Y con tu espíritu.
El diácono (o el sacerdote):
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san N.
Mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
Gloria a ti, Señor.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
Gloria a ti, Señor Jesús.
Si la aclamación es cantada pueden usarse otras
respuestas de alabanza a Jesucristo, por ejemplo:
Tu palabra, Señor, es la verdad, y tu ley nuestra libertad.
O bien:
Tu palabra, Señor, es lámpara que alumbra nuestros pasos.
O bien:
Tu palabra, Señor, permanece por los siglos.
Después el diácono lleva el libro a quien preside,
y éste lo besa, diciendo en secreto:
Las palabras del Evangelio borren nuestros pecados.
O bien el mismo diácono besa el libro, diciendo en
secreto las mismas palabras.
Luego tiene lugar la homilía; ésta es obligatoria
todos los domingos y fiestas de precepto y se recomienda en los restantes días.
Acabada la homilía, si la Liturgia del día lo
prescribe, se hace la profesión de fe:
PRIMERA LECTURA
LECTIO PRIMA
PRIMA LECTURA
Jer 1, 4-5. 17-19
Lectura del libro del profeta Jeremías.
En tiempos
del rey Josías, la palabra del Señor llegó a mí en estos términos: Antes de
formarte en el vientre materno, Yo te conocía; antes de que salieras del seno,
Yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones. En
cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que Yo te ordene. No
te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide Yo delante de ellos. Mira
que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de
bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus
sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te
derrotarán, porque Yo estoy contigo para librarte.
Verbum Dòmini. Deo gratias.
Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor
Parola di Dio. Rendiamo
grazie a Dio.
SALMO
RESPONSORIAL.
PSALMUS
RESPONSORIUS
SALMO RESPONSORIALE
Sal 70, 1-4. 5-6. 15. 17
R. Mi
boca, Señor, anunciará tu salvación.
Yo me
refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia,
líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame.
R.
Sé para mí
una roca protectora, Tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque Tú eres
mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío!
R.
Porque Tú,
Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde
las entrañas de mi madre; desde el vientre materno fuiste mi protector.
R.
Mi boca
anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación, Dios mío, Tú me
enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas.
R.
SEGUNDA LECTURA
LECTIO SECUNDA
SECONDA LETTURA
1Cor 12, 31—13, 13
Lectura de
la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos:
Aspiren a los dones más perfectos. Y ahora voy a mostrarles un camino más
perfecto todavía. Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los
ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que
retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y
toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas,
si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar
a los pobres y entregara mi cuerpo para hacer alarde, si no tengo amor, no me
sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no
hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés,
no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la
injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo
lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las
profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá;
porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando
llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño,
hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando
me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un
espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo
imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra,
ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de
todas es el amor.
Verbum Dòmini. Deo
gratias
Parola di Dio Rendiamo
grazie a Dio.
ACLAMACIÓN
Lc 4, 18
Aleluya. El Señor me envió a evangelizar a los
pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluya.
EVANGELIO
Evangelium
VANGELO
Después el diácono (o el sacerdote) va al ambón,
compañado eventualmente por los ministros que llevan el incienso y los cirios;
ya en el ambón dice:
El Señor esté con vosotros.
Il Signore sia con voi
El pueblo responde:
R: / Y con tu espíritu.
E con il tuo spirito.
Dóminus vobíscum
Et cum spíritu tuo
El
diácono (o el sacerdote):
Lectura del santo Evangelio según san N.
Léctio sancti Evangélii
secúndum
Y mientras tanto hace la señal de la cruz sobre el
libro y sobre su frente, labios y pecho.
El pueblo aclama:
R: / Gloria a ti, Señor. Glória tibi, Dómine.
El diácono (o el sacerdote), si se usa incienso,
inciensa el libro.
Luego proclama el evangelio.
Acabado el evangelio el diácono (o el sacerdote)
dice:
Palabra del Señor.
Todos aclaman:
R: / Gloria a ti, Señor Jesús.
EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN
LÉCTIO SANCTI EVANGÉLII SECÚNDUM
DAL VANGELO SECONDO
Lc 4,
21-30
Evangelio de nuestro Señor
Jesucristo según san Lucas.
Después que
Jesús predicó en la sinagoga de Nazaret, todos daban testimonio a favor de Él y
estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca.
Y decían: «¿No es éste el hijo de José?» Pero Él les respondió: «Sin duda
ustedes me citarán el refrán: "Médico, sánate a ti mismo". Realiza
también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm».
Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es
bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en
el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del
cielo y el hambre azotó todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue
enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había
muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de
ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio». Al oír estas palabras, todos los que
estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de
la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la
ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos,
continuó su camino.
S: Palabra del Señor .Te
alabamos Señor
Verbum Domini. Laus tibi,
Christe
Parola del Signore. Lode a
te, o Cristo.
Homilía
PROFESSIO FIDEI
PROFESSIONE DI FEDE
PROFESION DE FE
Acabada la homilía, si la
liturgia del día lo prescribe, se hace la profesión de fe:
Creo en Dios, Padre
todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su
único Hijo, nuestro Señor,
En las palabras que siguen,
hasta María Virgen, todos se inclinan.
que
fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María
Virgen, padeció
bajo el poder de Poncio Pilato,
fue
crucificado, muerto y sepultado, descendió
a los infiernos,al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde
allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo
en el Espíritu Santo, la
santa Iglesia católica, la
comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la
resurrección de la carne
y
la vida eterna.
Amén.
Credo in unum Deum, Patrem
omnipotentem, factorem caeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium. Et in unum
Dominum Iesum Christum, Filium Dei unigenitum, et ex Patre natum ante omnia
saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero, genitum, non
factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos
homines et propter nostram salutem descendit de caelis. Et incarnatus est de
Spiritu Sancto ex Maria Virgine, et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis
sub Pontio Pilato; passus et sepultus est, et resurrexit tertia die, secundum
Scripturas, et ascendit in caelum, sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus
est cum gloria, iudicare vivos et mortuos, cuius regni non erit finis. Et in
Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui
cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per
prophetas. Et unam, sanctam,
catholicam et apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem
peccatorum. Et expecto resurrectionem mortuorum et vitam
venturi saeculi.
Credo in un solo Dio, Padre
onnipotente, creatore del cielo e della terra, di tutte le cose visibili e
invisibili.
Credo in un solo Signore,
Gesù Cristo, unigenito Figlio di Dio,
nato dal Padre prima di tutti i secoli.
Dio da Dio, Luce da Luce,
Dio vero da Dio vero; generato, non creato; della
stessa sostanza del Padre; per mezzo di lui tutte le
cose sono state create.
Per noi uomini e per la
nostra salvezza discese dal cielo;
e per opera dello Spirito
Santosi é incarnato nel seno della
Vergine Maria e si é fatto uomo.
Fu crocifisso per noi sotto
Ponzio Pilato, morì e fu sepolto.
Il terzo giorno é risuscitato,
secondo le Scritture; é salito al cielo, siede
alla destra del Padre.
E di nuovo verrà, nella
gloria, per giudicare i vivi e i morti,
e il suo regno non avrà fine.
Credo nello Spirito Santo,
che é Signore e da la vita, e procede dal Padre e dal
Figlio e con il Padre e il Figlio é adorato e glorificato e ha parlato
per mezzo dei profeti.
Credo la Chiesa, una,
santa, cattolica e apostolica.
Professo un solo battesimo
per il perdono dei peccati.
Aspetto la risurrezione dei
morti e la vita del mondo che verrà.
Amen.
ORATIO
FIDELIUM
ORACIONES
DE LOS FIELES
PREGHIERA DEI FEDELI
Después se hace la plegaria
universal u oración de los fieles, que se desarrolla de la siguiente forma:
lnvitatorio
El sacerdote invita a los
fieles a orar, por medio de una breve monición.
Intenciones
Las intenciones son
propuestas por un diácono o, en su defecto, por un lector o por otra persona
idónea.
El pueblo manifiesta su
participación con una invocación u orando en silencio.
La sucesión de intenciones
ordinariamente debe ser la siguiente:
a) por las necesidades de la Iglesia ;
b) por los gobernantes y por
la salvación del mundo entero;
e) por aquellos que se
encuentran en necesidades particulares;
d) por la comunidad local.
Conclusión
El sacerdote termina la
plegaria común con una oración conclusiva
Deinde
fit oratio universalis, seu oratio fidelium.
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