Custodiar
a Jesús con María, custodiar toda la creación, custodiar a todos, especialmente
a los más pobres, custodiarnos a nosotros mismos; he aquí un servicio que el
Obispo de Roma está llamado a desempeñar, pero al que todos estamos llamados,
para hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios
nos ha dado.
(papa Francisco, homilía misa de inicio del ministerio petrino)
Palestrina - Tu es Petrus
Laudes Regiae
Missa de Angelis - Gloria / polyphonia
Communio - Ioseph, fili David
Tomás Luis de Victoria - Te Deum
Símbolos de la misa de inicio de
pontificado
El palio
Entre
las insignias litúrgicas del sumo pontífice, uno de los más evocativos es el
palio hecho de lana blanca, símbolo del obispo como buen pastor y junto al
Cordero crucificado por la salvación de la humanidad. "La lana de cordero
representa la oveja perdida, enferma o débil, que el pastor lleva a cuestas
para conducirla a las aguas de la vida", así lo explicó el papa emérito
Benedicto XVI en la homilía de la Santa Misa por el inicio de su ministerio
petrino el 24 de abril de 2005.
El
palio papal, en su forma presente, es una banda de lana tejida con forma grande
y larga, y con el color rojo de las cruces. Sin embargo, el palio de los
arzobispos metropolitanos es una banda estrecha de la misma lana con seis
cruces negras de seda. La diferente forma del palio papal respecto al de los
metropolitanos destaca la diversidad de las jurisdicciones.
En
el momento de la imposición del Palio se leen estas palabras: "El Dios de
la Paz, que ha hecho subir de nuevo de los muertos al gran Pastor de las
ovejas, el Señor nuestro Jesucristo, te done él mismo el Palio tomado de la
Confesión del apóstol Pedro. A él el buen Pastor ha encomendado pastar sus
corderos y sus ovejas y hoy tu sucedes a Pedro en el Episcopado de esta Iglesia
que él ha generado a la fe junto al apóstol Pedro. El Espíritu de Verdad, que
procede del Padre, dones abundantes, inspiraciones y discernimiento a tu
ministerio para confirmar los hermanos en la unidad de la fe". "¡Dios
confirma todo cuanto ha hecho por ti!" "Y la fuerza del Altísimo te
guarde santamente".
El anillo del
pescador
El
anillo, ya elemento litúrgico neotestamentario, desde el primer milenio es
insignia propia del obispo. El que se ha entregado hoy al papa, llamado anillo
del pescador, sobre el que se representa la imagen de san Pedro con las llaves,
tiene el significado particular del anillo que autentifica la fe y significa la
tarea confiada a Pedro de confirmar a sus hermanos (cfr. Lc 22, 32). Se llama
"del pescador" porque Pedro es el Apóstol pescador (cfr. Mt 4, 18-19;
Mc 1, 16-17) que, habiendo tenido fe en la palabra de Jesús (cfr. Lc 5, 5), ha
dirigido la barca mar adentro y ha llevado a tierra las redes de la pesca
milagrosa (cfr Jn 21, 3-14). "También hoy se dice a la Iglesia y a los
sucesores de los apóstoles que se adentren en el mar de la historia y echen las
redes, para conquistar a los hombres para el Evangelio, para Dios, para Cristo,
para la vida verdadera", dijo Benedicto XVI en la homilía del inicio del
ministerio petrino.
En
el momento de la entrega del anillo del pescador se dice: "Beatísimo
Padre, el mismo Cristo, Hijo del Dios viviente, Pastor y obispo de nuestras
almas, que ha edificado su Iglesia sobre la roca, te dona el Anillo, sigilo de
Pedro el pescador que ha vivido su esperanza sobre el mar Tiberiades y al cual
el Señor Jesús ha entregado las llaves del Reino de los cielos. Hoy, tu sucedes
al Beato apóstol Pedro en el episcopado de esta Iglesia que preside a la
comunión de la unidad según la enseñanza del Beato apóstol Paolo. El espíritu
del amor derramado en nuestros corazones te de la fuerza y la mansedumbre para
guardar con tu ministerio a los creyentes en Cristo en la unidad de la
comunión". "¡Dios confirma todo cuanto ha hecho por ti!" "Y
la fuerza del Altísimo te guarde santamente".
Como
último símbolo, varios representantes de los cardenales saludan al papa en
gesto de obediencia. En esta ocasión han sido los cardenales Giovanni Battista
Re y Tarcisio Bertone de la orden de los obispos, cardenales Joachim Meisner y
Jozef Tonko de la orden de los presbíteros, y cardenales Renato Raffaele
Martino y Francesco Marchisano de la orden de los diáconos.
Mientras
el coro canta en latín: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi
iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las
llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en
el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el
cielo"
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